Culross es una ciudad del s.XVII en el SE de Escocia, a aproximadamente una hora en coche de Glasgow. Durante setenta años, el
National Trust for Scotland (una ONG para la conservación del patrimonio natural y cultural escocés) ha ideado varios proyectos de restauración. Hoy su estado de conservación es tal, que gran parte de las casas vuelven a estar habitadas.
Este edificio es el ayuntamiento. Data de 1626 y estuvo en uso hasta los años noventa. La torre del reloj es un añadido del s.XIX.
El piso superior era la cárcel donde se encerraba a las mujeres acusadas de brujería antes de enviarlas a la hoguera en Edimburgo.
La estaca que se ve en la izquierda es el eje central del "tron", una balanza operada por el "Tron Master" y empleada como sistema de medida independiente y objetivo entre los comerciantes locales. En la base se ve cómo sería una reconstrucción completa (pulsar en la imagen para aumentarla).
Este edificio amarillo es el palacio residencia de
Sir George Bruce, el mercader e ingeniero que llevó a la ciudad a su mayor esplendor al idear
la primera mina de carbón submarina en 1575. El carbón bueno se vendía, el de peor calidad se usaba para evaporar agua marina y producir así sal.
Una cosa que me gustó fueron las proporciones de las casas. Si comparamos el tamaño de los carteles y el banco para sentarse con el de las puertas y ventanas, vemos que la mayoría de edificios están hechos para personas de una estatura media de 1.60m. Todo el pueblo es así, lo que le da un efecto de casa de muñecas.
Pero no todo va a ser cultura. En Culross hay un par de cafés encantadores donde tomarse un buen té con pastitas. Si hay duda, que se lo pregunten a este petirrojo fanático de la mantequilla, que se pasó más de diez minutos picoteando y posando para los turistas.
Esta calle es Tanhouse Brae, el distrito de los curtidores. En tiempos esta era una de las zonas más malolientes de Culross, porque para curtir, además de la sal que producían en la parte baja de la ciudad, hacía falta orina (a ser posible, de chucho). La calle perpendicular aún arrastra la secuela de llamarse "Stinking Wynd" (en escocés, "callejuela apestosa"). Huelga decir que a este barrio la burbuja inmobiliaria lo dejó de lado.
Por último, las ruinas de la abadía. Hoy solo queda operativa la torre (al fondo), que funciona como iglesia parroquial.
La abadía fue hecha por el hermano de George Bruce y es contemporánea del palacio. La diferencia en refinamiento viene de que Sir George empleó a armadores del puerto para hacer su casa, mientras que su hermano llamó a un arquitecto.
La mayoría de las calles conservan el nombre original, como "Cat's close" (callejón del gato) o "Wee causeway" (en escocés, pequeña calzada).
El National Trust for Scotland hace visitas guiadas de una hora que incluyen el interior del ayuntamiento, el palacio y el "estudio" (la casa del obispo Leighton, del s. XVI). No los he enseñado por dentro porque no se permite sacar fotos.
Culross está muy a mano si estás en Edimburgo o St Andrews y es un agradable cambio si te apetece un descanso de los múltiples castillos, destilerías y campos de golf que siembran la zona.