Cuando oímos los primeros rumores, los amantes del esquí parecían muñecos de cuerda a punto de ser soltados. ¡Oh, climatología puñetera, danos de una vez tu maná!
El viernes, tras varios amagos infructuosos, un tímido manto blanco:
Claramente el sitio no era un secreto.
Un Stonhenge perecedero.
A esta oportunidad la pintan blanca... ¡A trabajar!
Unos metros más arriba le completamos la familia con una madre y un perro.
El lunes aún había restos de la nevada en las calles, pero ni gota de zumo de naranja en las tiendas. Los desmadres del fin de semana han dejado las gargantas en tal estado que hasta las mujeres me recuerdan a Constantino Romero, pero mereció la pena.
Jaja qué monada Frosty! o es Olaf?
ResponderEliminarA mi la nieve no me mola nada pero a todos los niños les gusta jugar con ella. Disfrutadla mientras dure :)
Ni Frosty no Olaf, es un ser único creado por la princesa Jueves.
EliminarA mi la nieve me gusta mucho cuando ni me está cayendo encima a raudales ni se convierte en una placa de hielo en el suelo. Un día soleado un rato si.
qué bueno lo del zumo de naranja xD
ResponderEliminary lo del stonhenge :P
Me chocó un montón lo del zumo, porque normalmente es del que más hay, hasta varios tipos. Además yo también lo iba buscando.
EliminarNo sé si lo de poner los muñecos fue a propósito pero, si fue así, ya es trabajo...
Una auténtica maravilla, que la disfruteis!
ResponderEliminarHoy volvió, así que en eso estamos.
EliminarProduce un cierto júbilo la primera vez que llega, sobre todo si, como en el sur de Europa, en muchos sitios, lo hace a lo mejor una sola vez al año, y de una manera efímera. Ayer cayó por la noche y el despertador por la mañana nos regaló un paisaje urbano blanco, y un entorno bien chulo.
ResponderEliminarSi. Además con ese manto blanco y limpio hasta un vertedero se ve bonito.
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