Los humanos son enanos mentales… Tienen preciosos paisajes para contemplar y vastos parajes para recorrer, interminables mares con islas de tesoros que no ven, aguas tonificantes para aplacar la codicia y sus deseos, y un cielo de dimensiones iguales a su mundo interior. Mas prefieren la angostura de una calle con olor a monóxido de carbono, pequeñas charcas de oscuras aguas, el bullicio sobre el asfalto y la diversión institucionalizada; todo ello donde el bullir de la gente es lo preponderante. Y en este ambiente prodigan manidos mensajes de felicidad a sus congéneres y reciben agradecidos los de estos, igual de vulgares aunque sean bienintencionados.
Alguno de los míos (congéneres) son abandonados de forma artera y desalmada, o arrastrados a una esquina olvidada; como si la luz, que por todas partes en estas fechas hay, dejase a la razón sólo un espacio de sombras. Como si la reflexión sufriera una hibernación perenne y el mandato del calendario desterrase del bien vivir a quien lo violase. ¡Qué raros son los humanos!
Yo seguiré mirando al cielo y ladrando a la luna, correteando por la playa y siendo fiel a quien bien me trata; tierno con los niños y fiero con el que me ataque; no entiendo de estaciones ni de fechas en rojo, pero sé que el camino del corazón será mi mejor guía y el instinto ancestral que poseo el mejor maestro. Perdonen los humanos mi incomprensión pero nací con 4 patas, colmillos largos, rabo y carente de racionalidad.
¡Qué tengan buen año!
Alguno de los míos (congéneres) son abandonados de forma artera y desalmada, o arrastrados a una esquina olvidada; como si la luz, que por todas partes en estas fechas hay, dejase a la razón sólo un espacio de sombras. Como si la reflexión sufriera una hibernación perenne y el mandato del calendario desterrase del bien vivir a quien lo violase. ¡Qué raros son los humanos!
Yo seguiré mirando al cielo y ladrando a la luna, correteando por la playa y siendo fiel a quien bien me trata; tierno con los niños y fiero con el que me ataque; no entiendo de estaciones ni de fechas en rojo, pero sé que el camino del corazón será mi mejor guía y el instinto ancestral que poseo el mejor maestro. Perdonen los humanos mi incomprensión pero nací con 4 patas, colmillos largos, rabo y carente de racionalidad.
¡Qué tengan buen año!