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25 febrero 2017

El desarrollo del cerebro: El mito de los tres primeros años

Si eres padre habrás notado una corriente que intenta arrastrarnos a todos en la misma dirección. Pregona la necesidad de la “estimulación precoz”. El juego de la criatura se divide en tipos escogidos y catalogados para promover distintas facetas de su desarrollo. Los niños de antes cogíamos un lápiz, los de ahora desarrollan su psicomotricidad fina. Antes un bebé se criaba, ahora se tunea.
Visto en la caja de una simple pizarra blanca

¿Cómo hemos caído en esta situación? Un factor es la manipulación de la ciencia por gente que saca ideas de contexto para crear falsas necesidades. Lo que podríamos llamar el efecto Punset. Por ejemplo, si dices que dejar a un bebé solo diez minutos lo agobia, la gente no hace mucho caso. Pero si afirmas que investigaciones en el campo de la resonancia magnética funcional han probado que abandonar a un bebé diez minutos provoca que se le disparen los niveles de cortisol –“la” hormona asociada a situaciones de estrés y angustia-, la próxima vez que vayan a mear llevan al niño con ellos… y compran tu libro.

Así, pocos padres no han sido adoctrinados en el mito de los tres primeros años. La leyenda esta basada en una realidad: nos paren con el cerebro sin terminar. Sólo la mitad de sus conexiones funcionan al nacer. El resto se establecen en los tres primeros años de vida. Dicho en el lenguaje que vende: la sinaptogenesis (el proceso por el que se establecen sinapsis, o conexiones entre neuronas) nunca volverá a ser tan intensa en un ser humano como en los tres primeros años de vida.


Por lo anterior se afirma que el primer trienio es el periodo en el que los niños aprenden de forma más fácil y eficiente, y en el que sus experiencias pueden acarrear cambios neurológicos irreversibles que marcarán su comportamiento y sus capacidades de porvida. Durante este tiempo, un ambiente estimulante ayuda a la creación de sinapsis, mientras que el abandono o los abusos impiden que se desarrollen. Todo lo que hacemos como padres cuenta. Un paso en falso y la cagaste. Para siempre.

Creación de sinapsis en los dos primeros años (Corel, 1975)
Pero, como toda leyenda, solo una parte se corresponde con la realidad. La creación de sinapsis no termina al empezar el colegio. Según la parte del sistema nervioso, continúa hasta entrada la veintena. Tampoco depende de los factores ambientales tanto como de los genéticos. Además, no se ha encontrado ninguna relación entre número de sinapsis cerebrales y actividad neuronal. Ni entre sinapsis activas e inteligencia. Ni siquiera entre inteligencia en los tres primeros años y en la edad adulta.

La aparición de conexiones entre neuronas es solo una pequeña parte de una historia más rica e interesante de lo que el mito pinta. El desarrollo del cerebro –o aprendizaje-, no es solo la creación de sinapsis. En realidad, es un proceso de creación, fortalecimiento y poda de estas conexiones. Cada parte del sistema nervioso tiene su propio ritmo de maduración, que además es diferente para cada individuo.

De hecho, esta semana se ha publicado un interesante artículo en el Lancet que estudia las vidas de 165 niños rumanos adoptados en el Reino Unido tras sobrevivir insalubridad, hambre y abandono extremos a edades entre 2 semanas y 43 meses en orfanatos durante el gobierno de Nicolae Ceaușescu. Se les evaluó los niveles de ciertos trastornos en el espectro autista, falta de atención, hiperactividad, problemas de conducta, emocionales, limitaciones intelectuales y capacidad de relacionarse y se les comparó con 52 niños británicos adoptados en su país.
Orfanato rumano, años 90

En general, los niños que pasaron menos de seis meses en estos centros estaban recuperados a los seis años. Entre los niños que sufrieron más de medio año institucionalizados, ansiedad y depresión resurgieron en la adolescencia, pero se recuperaron gradualmente de sus problemas cognitivos y llegaron a la edad adulta (22 a 25 años) con las mismas capacidades que los adoptados británicos. Más sorprendente es que uno de cada cinco niños en el grupo más castigado ya no presentaban ninguna secuela a los seis años. La resistencia de este último grupo se atribuye a factores genéticos y epigenéticos.

De cualquier manera, si el deterioro en el grupo más castigado remitió en la edad adulta, no tiene sentido decir que tras una edad la pérdida de flexibilidad del cerebro deriva en secuelas irreparables. Dicho con lenguaje molón, los resultados de esta investigación proporcionan pruebas sólidas de la neuroplasticidad a largo plazo en los seres humanos. Y hablando en plata, si crees que enzarzarse en debates como colecho/método Estivil, carrito/portabebés o teta/biberón es decisivo para el desarrollo de un niño, eres un ignorante.

17 marzo 2016

La escuela bosque y la disciplina positiva, una historia personal

No creo en las recetas de educación, así que esto no va a ser una. Solo es un relato de lo que he aprendido con el cambio de escuela infantil de mi hija.

Jueves empezó la guardería en Glasgow, donde recibía una educación tradicional dentro del método Reggio Emilia que se aplica en toda Escocia. Clases de idiomas, baile, lectura, acceso a ordenadores, actividades con pantallas táctiles, etc. En cuestión de disciplina, aplicaban lo que en España llaman "rincón de pensar". Aquí le dicen "time out", o tiempo muerto. Consiste en que, si un niño causa problemas, le explican lo que ha hecho y lo llevan a una habitación sin ruidos ni distracciones hasta que se calme.

Cuando llegamos a las Highlands, la niña acabó en lo que se ha dado en llamar "forest kindergarten" o escuela bosque. No hay tecnología, ni actividades programadas a no ser que los niños las pidan y se pasa el mayor tiempo posible al aire libre, a veces en un bosque cercano donde han hecho fogatas, cabañas de palos, etc. En cuanto a la regulación del comportamiento, tienen un cuadro donde, cada vez que hacen algo bueno (ayudar, atender, etc), ascienden. Del arco iris al Sol, del Sol a las estrellas y, si llegas a las estrellas, te imprimen un certificado. Cuando un niño se porta mal, se da una charla a todos para explicar por qué no debe repetirse.

Cuando conocí la escuela bosque, casi me emocioné. Era como si hubiesen hecho una lista con todas mis fantasías de infancia y las hubiesen hecho realidad. Las profesoras eran muy agradables y con años de experiencia en el centro. A la niña también le gustó. Seis meses más tarde, la impresión es distinta.

En general, veo varios problemas. El primero es que tanto aire libre y juego libre acaba en una barra libre de microbios y suciedad que deriva en bastantes más enfermedades. Esto es algo común a todos los centros de este tipo.

Aunque la niña tiene un mayor interés por jugar en la calle, pintar y las manualidades que antes, se aburre. Si en la otra escuela jugaba diez veces al pilla-pilla y después iba a hacer dibujos para aprender los colores en español, en esta juega al pilla-pilla treinta veces y (si quiere) hacen un dibujo que nadie mira si no lo trae a casa. La niña (a la que le encantan los libros) llegó a las Highlands con varias letras aprendidas, gracias a un uso responsable de la pantalla táctil del aula. Ahora, a pesar de un enorme interés, apenas sabe escribir su nombre sola, pero por memoria, no entendimiento. Sus nuevas maestras creen que es extraordinario. Entiendo que no hay prisa en que un niño aprenda a leer y que da igual que lo haga a los tres que a los seis años, pero este caso es alguien que quiere y a quien no se le facilita el aprendizaje. Sospecho que "juego libre" es otra forma de decir que las cuidadoras trabajan menos.

Pero la mayor diferencia entre centros está en la disciplina. El método no es igual en todas las escuelas bosque, pero merece mención porque no me esperaba la diferencia. Cuando Jueves iba a una guardería con el sistema de tiempo muerto, había un niño que causaba problemas. Si surgía un conflicto, Jueves, si no lo resolvía sola, sabía que una cuidadora ayudaría. Ahora, con menos de la mitad de niños, sé el nombre de al menos tres jíbaros. La niña muchas veces no va a las profesoras porque no siente que eso resuelva nada. Hace unos días, dos niños la insultaron y, en lugar de ir a una cuidadora, hizo campamento junto al guardarropa para hablar directamente con las madres. Afortunadamente se cansó antes de que llegasen. Con respecto al cartelito de arco iris, ya me explicó ella: "Si te ven compartir un juguete eso sube uno. Ayudas a ordenar la clase al final del día y es otro (pero sólo al final del día porque sino no te ven y no cuenta). Después te sientas quieta mientras la profesora lee un cuento y ya son tres cosas y te dan el certificado". Así, como una máquina expendedora. Un juego que pronto aburre.

En resumen. Creo que es bueno que mi hija tenga la experiencia de ir a una escuela bosque, pero por lo que ha aprendido de sí misma por contraste con la anterior. Si no la he cambiado de centro es porque cuando llegamos a la ciudad no había plazas en la otra y ahora queda poco para que empiece el colegio. Sólo recomendaría una escuela bosque para niños muy inquietos a los que no les guste ninguna asignatura académica ni sean enfermizos.

29 junio 2015

¿Están locos estos griegos?

Los noticieros se desbordan con la situación griega. Leo y me ahogo en información que mana a raudales, pero que cambia de dirección constantemente. He intentado leer los medios tradicionales, esos que dicen que todo lo que venga de Bruselas es maná del cielo. No me entero de qué es lo que quiere Bruselas. Leo los independientes y el mismo analista describe las propuesta helena de formas distintas según el día. Tengo la sensación de estar intentando entender un divorcio donde la comunicación está tan rota que la historia parece diferente según el cónyuge que la relate.

Admiro la valentía del gobierno griego plantándose ante las grandes potencias. Pero no sé si es David frente a Goliat o Don Quijote contra los molinos.

Será que no entiendo de economía, pensé durante mucho tiempo. Pero, de repente ¡referéndum! Osea, que es una situación que todo el mundo en Grecia debería entender lo suficiente como para tener una opinión formada que, además, se contesta con un simple "sí" o "no". Es más, la cosa está tan clara, que la Unión Europea ya pedía que se votase "si" antes de que se supiese cual era la pregunta. Burra que soy. A todo esto ¿Cual es la pregunta? Pues aquí está:
No sé ni alfa de griego, pero tiene dos párrafos.

Según el traductor, lo de la imagen significa:

"¿Debe ser aceptado el plan que fue propuesto por la Comisión Europea, el banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional en el Eurogrupo del 25-6-2015 y compuesta por dos partes que constituyen su propuesta unificada?
 El primer documento se titula 'Reforms to the Completion of the Current Program and Beyond' y el segundo, 'Preliminary Debt Sustainability Analysis'".

Dos párrafos y anexos en inglés. A lo mejor la respuesta es esta:

Por lo que veo, algunos griegos han interpretado que se les consulta sobre si quieren formar parte de la Unión Europea. Otros han intentado entender la pregunta. La opinión de una de estas últimas personas se resume así:

"No sé qué significa decir SI o qué significa decir NO. Si sale el SI ¿El gobierno va a dimitir y convocar nuevas elecciones?¿O firmará todo lo que les pongan delante y se lavarán las manos de lo que pase después?¿De cuanto dinero dispondríamos? Si votamos que NO ¿De dónde saldrá el dinero para pagar sueldos y pensiones?
Somos un país herido y dividido."

Lo unico que parece claro es que en la Europa del siglo XIX, Grecia es una nación a la deriva donde los viejos hacen cola para cobrar su pensión.

"Apoya a Grecia"
Me encantaría hacer esto pero ¿Qué significa?

17 diciembre 2014

Navidad



A ritmo de villancico la Navidad se acerca.  Por mandato cronológico es obligado ser felices, magnánimos con los demás,  acallar el ruido interior con el tronar de la zambomba,  hacer la dicha directamente proporcional al número de comensales,  esforzarse en malabarismos verbales para que no se descomponga la urdimbre familiar que en estos días se muestra más compleja, cristianizar lo pagano y paganizar lo cristiano para demoler la incoherencia,  hurtar de la memoria infantil páginas que ayuden a ocultar otras en blanco o con borrones de madurez,  forzar la composición de un puzle diseñado  para disimular el vacío de conocimiento y la ausencia de singularidad.

Mas  lo  escrito que no induzca al lector a pensar que es el desahogo de un resentido, el escape de un melancólico tristón, la catarsis de un enojado con el mundo,  o el manifiesto de un esnob;  porque estaría errando: ninguno de los supuestos me contiene.  Me gustan los turrones y detesto los villancicos. La Navidad no me enfada  ni me entristece, no me ciegan sus luces ni me desilusionan los reyes con sus camellos.  Me eleva el ánimo la cara gozosa de tanto niño y me lo baja el rostro ajado por las arrugas de la carencia o el rictus de la desgracia de tanto ser decente.  Son mis líneas superiores la decantación  de una reflexión  impuesta  por el tiempo vivido y la inevitable observación. 

Paz a los hombres de mala voluntad,  y que ésta torne su sentido en virtud de aquella.

10 octubre 2014

Algunos grandes autores hispanos según una niña de preescolar

Si a mi hija Jueves le cambian cuidadoras en la guardería, ni se entera. Si llegan niños nuevos, a veces oigo algún comentario. Pero el día que renovaron la biblioteca de la clase de cero a dos años, ese glorioso día no hubo siesta. Y así sigue con casi tres años, un poco menos analfabeta e igual de interesada en los libros.

Desgraciadamente, la variedad y calidad de producción en literatura infantil es tan endémica como en el mundo adulto. Hay excelentes autores, pero en Escocia todos parecen ser ahogados por el tándem de la escritora Julia Donaldson y el ilustrador Axel Scheffler (los creadores de "El Gruffalo"). Así, cuando vi hace unos meses el tuit de Pérez-Reverte anunciando que la colección "Mi primer" ideada y coordinada por el propio autor se vendería a mitad de precio con la edición dominical de El País, llamé a Demián para que nos la consiguiese. La cosa no fue tan bien como se hubiese deseado pero, tras numerosas pérdidas de tiempo y algunas de paciencia, acabó poseyendo sus ocho tomos.

El botín de Demián
Jueves ha escuchado ya varias veces las historias, hechas por los mejores ilustradores hispanos actuales y escritores muy conocidos. También las dos obras más famosas de la colección: "Fonchito y la luna" de Mario Vargas-Llosa y "El pequeño hoplita", de Arturo Perez-Reverte. Ambos han suscitado las reacciones más curiosas.

"Fonchito y la luna" es la obra preferida de las madres con las que he hablado. Ilustraciones coloristas, historia de amor simple y dulzona. Decir que la niña lo detesta es quedarse corto. Creo que es el único libro que tiene que nunca ha terminado.

"El pequeño hoplita" tiene excelentes críticas en Internet, pero suscita múltiples recelos entre madres, algunas de las cuales me recomendaron con vehemencia que no lo leyese. Empieza con un "Erase una vez trescientos hombres valientes que iban a morir" y la cosa no aligera. Hay guerra, traición, sacrificio, muerte. Lo adora. No se cansa. Es el favorito con diferencia.

Lo que yo veo (el texto se las trae)
"El pequeño hoplita" quizá sea, para mi, una de las mejores obras de Arturo Pérez-Reverte. Pocos autores pueden crear una visión tan compleja en tan pocas páginas. Yo -al principio- vi la historia de un niño dispuesto a morir, el padre leyó un relato de aventuras y la hija cómo un pequeño que se despide tristemente de su papá al final acaba junto a muchas otras personas que lo quieren.
Lo que la niña ve
Una vez vista con los ojos de la niña, la obra de Pérez-Reverte me parece una de los mejores cuentos en el mercado para explicar la muerte de forma directa, simple y sin caer en el tópico de "el abuelito se fue al cielo". De ponerle una pega, seria la inconsistencia entre el texto que dice que los hoplitas luchan con lanzas y las ilustraciones que los pintan con espadas.

En cuanto al resto de la colección, aquí va ordenada según las preferencias de Jueves:

El detective Lucas Borsalino
Juan Marsé
*****
Historia de misterio con animales parlantes. Excelentes ilustraciones. Una obra completa.

El niño de plata
Luis Mateo Díez
*****
Platillos volantes, extraterrestres y niños con chupete. ¿Qué no puede gustar?

El camino del cole
Eduardo Mendoza
****
Montones de personajes disparatados.

Niña
Enrique Vila-Matas
***
Tiene letras y un barco. Me gustan las letras y los barcos, pero no tanto como los extraterrestres o los animales que hablan.

¡Adiós, Martínez!
Almudena Grandes
**
Los dibujos están bien.

Ven a buscarme
Javier Marías
*
Mamá: si hay otro, no vayas a buscarlo (excepto si el otro es Fonchito).

Por si no era obvio por el texto, este artículo no está patrocinado por nadie.

06 octubre 2014

Las mujeres en carreras técnicas

De vez en cuando recibo información sobre iniciativas para aumentar el número de mujeres en Ciencias. Hay un montón de teorías sobre por que prácticamente solo se nos ve el pelo en las biosanitarias. La muñeca Barbie se lleva unas cuantas culpas, junto con las mujeres que, como yo, no mostramos interés en unirnos al carro publicitario.

La mayoría de mis compañeras de profesión han tenido Barbies, se han vestido de princesas y no había modelos femeninos a imitar en su árbol genealógico o su televisor. Pero creo que hay otro escollo más obvio del que no se habla. Imaginémonos en una discoteca universitaria:

-Hola. Me llamo Tal. Hago segundo de Sicología. ¿Y tú?

-Yo hago cuarto de Caminos.

Si "Tal" es mujer, la charla puede continuar. Si es hombre, se suele parar en seco. Esto ocurre porque, cuando en una pareja el hombre es menos inteligente, más bajo, más joven o más atractivo que la mujer, se asume una desigualdad que chirría. En general, un matemático con una historiadora se ven bien. Junta a un filólogo con una ingeniera y oirás entre susurros la palabra “braguetazo”.

Colección LEGO de científicas
Si una mujer de carrera técnica quiere familia e hijos, sus compañeros de profesión pueden escoger entre ella y cualquier otra chica del campus. En muchos sitios, las estudiantes de humanidades se arriman a ellos (me cuentan que en los noventa en Sevilla una “física” era una joven de letras que perseguía a los hombres del último curso de esta carrera, en Zaragoza están las “cadeteras”, que buscan futuros oficiales del Ejército, etc). Sin embargo, en el momento en que una joven atractiva admita saber lo que es una integral definida, la mayoría de los hombres de letras se apartarán de ella como la gota de Fairy del anuncio. Si la misma mujer dice que es sicóloga, enfermera o secretaria, esa noche no paga la bebida (comprobado experimentalmente por una amiga).

En el anverso de la moneda, el hombre que se dedica a la enfermería, educación infantil, secretariado, limpieza, etc, lo tendrá francamente mal para encontrar una compañera. Y de poco sirve intentar que las mujeres hagan carreras técnicas si a su vez no aceptamos que un hombre esté igualmente capacitado para cuidar personas, organizar, limpiar o cualquiera de las tareas de naturaleza doméstica que las mujeres en profesiones de alta demanda debemos delegar, al menos parcialmente, para poder encarar las otras.

Mientras se vea con normalidad que haya lugares como la guardería de mi hija donde el único cuidador varón no pueda llevar uniforme porque para él no lo hay, mientras se vea normal referirse a los profesionales de enfermería como "enfermeras" o mientras creamos que hay una labor sólo de mujeres, alimentaremos la culpa en ellas si no la desempeñan.

No tengo soluciones para este problema. En realidad, ni siquiera sé si es un problema, ya que en una sociedad igualitaria no debería importar quién hace el trabajo. Lo que sí sé es que la discriminación existe en ambos sentidos y la igualdad debe ser para todos, o no lo será para nadie.

01 agosto 2014

Semana mundial de la lactancia materna

El 1 de Agosto empieza la Semana Mundial de la Lactancia Materna. Esta semana se creó para celebrar el esfuerzo de las madres que pueden y quieren ser la fuente de nutrición de sus hijos y para reivindicar que ninguna debe sentir vergüenza por alimentar a su bebé donde y cuando este tenga necesidad.

Nunca me he apuntado porque no tengo interés en cómo alimenten otras familias. Hoy técnicamente tampoco lo hago, ya que me uno a otra alternativa: la campaña "I Support You".

Desgraciadamente, durante la Semana Mundial de la Lactancia Materna, el mensaje de que las madres lactantes merecen apoyo oscurece e incluso contradice a otro igualmente importante: que todas las madres merecen apoyo, independientemente de cómo alimenten a sus hijos. Con la cobertura del apoyo se pasa a la comparación y de ahí al aleccionamiento.

En sentido horario: Grumet, Barston, Simon.
I Support You" es una iniciativa que reúne a madres que ofrecen lactancia materna en exclusiva, madres que dan lactancia combinada y madres que dan formula exclusivamente que quieren apoyarse mutuamente como iguales, con compasión y comprensión. Ha sido creada por tres gigantes de la blogosfera maternal norteamericana: Kim Simon, autora de "Mama by the Bay", ha vivido con sus hijos todas las formas de lactancia. Suzanne Barston, la mente científica del grupo, asesora de lactancia y madre de dos hijos criados con formula, es la autora de "Fearless Formula Feeder". Jamie-Lynne Grumet, conocida por una portada de la revista Time en la que amamanta a su hijo de edad escolar, tiene dos hijos, el blog "I am not the Babysitter" y practica la crianza con apego.

Así que este es mi manifiesto para la Semana de la Lactancia Materna:

Que no creo en el apoyo a un tipo de leche. No creo en el apoyo a un tipo de lactancia. Creo en el apoyo a las madres y las familias. Creo en el apoyo a la persona.

Que quien juzga a una mujer por el uso que haga de sus pechos demuestra que el que hace de su cerebro es nulo.

Que ni las madres que dan el biberón lo hacen por mayor ignorancia, ni las que dan el pecho por mayor conocimiento, porque nadie sabe más de su cuerpo ni de su hijo que la propia mujer que cría (y para todo lo demás, Google lo sabemos usar todos).

Que, desde la que disfruta cada minuto lactando, hasta la que clava las uñas en su propia carne de dolor y sigue porque no tiene otra opción. Desde la mujer que traga las lágrimas al ver a otra amamantar a su bebé con la leche que ella no tuvo, a la que nunca consideró usar sus pechos para ese menester. Desde la mujer que llora ríos por la meta inalcanzada, a la que siguió sin miedos. Ninguna es mejor que otra por su forma de lactancia.

Que, si el consejo no es solicitado, tan impertinente es quien dice que pares como quien dice que sigas. Tan fuera de lugar es "¿Sigues dando teta a un niño tan grande?" como "Por lo menos lo has intentado" o "¿No sabes que el pecho es lo mejor?".

Que no eres feminismo dar el biberón, como no lo es dar la teta en público. Feminismo es admitir que la persona más apta para decidir sobre el cuerpo de una mujer es ella misma.

Que aunque la leche materna sea el mejor alimento, la nutrición del bebé no es un acto aislado, sino que encaja en el contexto de una cultura, una sociedad y una vida diaria únicas para cada familia. Este contexto frecuentemente justifica la desviación de la norma biológica por el bien común y del bebé.

Que no hay más lactancia fallida que la que acaba con el bebé o la madre hospitalizados.
"Yo tomé fórmula, Yo 50/50 y yo pecho. Si tú no ves la diferencia ¿Por qué deberíamos verla nosotros?"

No apoyo tu lactancia, te apoyo a ti, "I Support You".

17 julio 2014

El negocio del cancer ¿El desenlace?

Hace unos meses comentaba perpleja la fusión de dos pequeñas ONGs en una colosal máquina de hacer dinero, que en teoría debía ir destinado al hospital oncológico para el que trabajo.

Desde entonces, las paredes se han seguido llenando de carteles alabando a algunos miembros de la fundación. También han tenido baile de gala en Westminster y otro para plebeyos en el restaurante indio de la esquina. La última noticia fue el "escándalo del maratón": exigieron un mínimo de diez libras de entrada y un mecenazgo de al menos ochenta para correr por la calle. La exigencia duró semanas, hasta que llegó una carta a los participantes informando que ya no había recaudación mínima y que los niños iban gratis.


Pero la curiosidad a veces me mata y cuando la directora de la guardería de Jueves preguntó si sabíamos de ONGs para las que organizar un evento de recaudación, voy de Judas y le paso uno de los folletos que empapelan mi vida laboral. Eso sí, rogando que pidiesen un proyecto concreto -lo contrario de lo que la ONG recomienda-.

Después del evento fui a la oficina de donativos. La directora de la guardería me dijo que nadie había mostrado interés en donar para algo concreto, así que por mi cuenta pregunté si podía ir al equipo de Pediatría y si podíamos saber en qué se gastaba el dinero. Para mi sorpresa, la sonrisa fue enorme. La idea de niños ayudando a niños les pareció buenísima y me dijeron que si les daba dos días, me dirían exactamente qué proyectos tenían. Cumplieron su palabra: pedían juguetes y actividades para la sala de espera, regalos para los niños que terminan la radioterapia o que la tienen durante las Navidades y juegos específicos para ayudarles a pasar el trance. El jefe del departamento de Donaciones sugirió que la guardería contactase con la gerente de planta si quería saber más. Todo sin saber qué había en el cheque.

Al tener los detalles, la directora de la guardería se emocionó tanto que aumentó el donativo. Está recabando información sobre cáncer y radioterapia para que los niños entiendan mejor lo que su ayuda significa y ya planea otro evento para Navidad. La ONG le va a enviar parte de ese material, una carta de agradecimiento y globos y lápices para los niños.

Por mi parte, pocas veces me ha reportado tanto el donar unos minutos del descanso de la comida como con las visitas a la oficina de la ONG. Siguen siendo una gran corporación que quizá derroche en publicidad, pero al menos dan transparencia si la pides.

31 mayo 2014

Encuentros Eleusinos


Pesan sobre mis huesos más de seis décadas, no estoy colmado de experiencia ni, menos aún, de conocimientos; y, cuando esto pasa, la voluntad ha de estar presta si la ocasión se presenta. Y así ocurrió en junio del pasado año cuando vi el anuncio de los Encuentros Eleusinos en Castilfrío, dirigidos por Fernando Sánchez Dragó y organizados por Javier Redondo Jordán: un remedo, permítaseme la desmesura comparativa, de aquellos que en la antigua Grecia tuvieron lugar desde el siglo IV a. C. al séptimo de nuestra era.

Toda empresa por iniciar tiene un riesgo, un atractivo y la necesidad de una acometida fuerte, y aquí todo había; los derroteros que luego tome son responsabilidad de los que en marcha la ponen, y aquí ésta no faltaba. Así las cosas, nada podía fallar. A día de hoy van cinco Encuentros realizados: tres en Castilfrío (Soria), uno en Kampot (Camboya) y el último en Chaouen (Marruecos). En el horizonte ya está el VI, en Castilfrío.

Asistí a todos ellos con la excepción del segundo en Castilfrío. De todos escribió Dragó en su blog Dragolandia, y cuando escribe patrón no garabatea marinero.

Cuando en este blog (abril 2010) comenté la presentación de su libro Soseki en La Coruña, terminaba el post de esta guisa:

“ Estoy persuadido de que me toparé con este fértil escritor – siempre a punto de salir o recién llegado de algún lugar de Oriente - en más ocasiones, y entonces, desoyendo a sus detractores, seguiré el camino del corazón y me acercaré a él para que me firme otro libro. Que así sea.”

Y así fue. Y van cuatro…

Cuando lo comento, sus detractores se apresuran a decirme que de tal personaje nada quieren saber; y yo me callo, porque sé que en su aserto va implícito el desconocimiento que de él tienen. Cada cual es libre de seguir sus prejuicios o reflexionar sobre lo que la circunstancia le pone en el camino. Para mí es un gozo cada “encuentro” y verlo entrar en el ruedo para, con su sonrisa y locuacidad, lidiar cuantos toros van saliendo: vida, muerte, amor, literatura, televisión, etc. Siempre ameno, fluido; con su veloz verbo en pugna con el cadencioso avance de las manecillas del reloj que le vencen una y otra vez, pues horario manda y hasta un desobediente como él es derrotado por el imparable tic-tac, taimado e indiferente a los deseos.

Pero no hay corrida si no existe plaza. Y aquí aparece Javier Redondo Jordán, el callado artífice capaz de poner en marcha el anhelo del escritor y de dar forma a la idea que éste llevaba concebida tiempo atrás sin que el parto llegara. Con inteligencia, esfuerzo e ilusión a espuertas, Javi nos ha proporcionado a muchos estas oportunidades de aprender disfrutando.

A los dos mi gratitud por auxiliarnos a los seminaristas (como suele  llamarnos Dragó) a ser más intuitivos y críticos, a observar y comprender mejor las oscilaciones del péndulo de la vida, a ser conscientes de que en todo orden rige un caos y en todo caos pulula un orden, a estar más en consonancia con el certero aforismo oriental que aquí reproduzco:

Soporta lo inevitable, disfruta de lo que es posible, y sé inteligente para diferenciar entre ambos.

08 marzo 2014

Más sobre el negocio del cáncer

El Jueves entré en el trabajo y fui recibida con una bolsa de regalos: Bolígrafo, llavero, pegatinas y hasta una taza. Las paredes del hospital se cubrieron de enormes carteles con fotos de pacientes agradecidos. Después, desayuno gratis con zumo natural, bocadillos de bacon, scones de patata con haggis, canapés de salmón, donus y hasta tarta de chocolate. No era un sueño.

Hasta la fecha, dos ONGs ayudaban a nuestro hospital: el "Fondo Oncolígico de Glasgow", dedicada a recaudar dinero para investigar, y "Amigos del Oncológico", que se ocupaba de mejorar la calidad de vida de los enfermos con grupos de apoyo, asesoramiento financiero, cine, biblioteca, sala de masajes, bancos de pelucas, etc. La gran fanfarria venía por la fusión de estas dos entidades.

El hospital oncológico de Glasgow es el mayor centro de Radioterapia de Europa, el primero en aplicar a pacientes la última técnica de moda ("FFF") y, con ocho mil nuevos pacientes al año, trata casi el triple que cualquier otro hospital británico y más que la gran mayoría de los europeos. Sin embargo, casi nadie ha oído hablar de él. La nueva fundación dijo en su discurso que viene a remediar eso. Quieren que ocupemos "el lugar que nos corresponde entre los más famosos" para poder financiarnos mejor y hacer más cosas. Para ello, asesores profesionales ayudaran a los voluntarios, habrá un baile de gala en Westminster, saldremos en la tele y hasta hay famosos dispuestos a publicitarnos (aunque no reconocí a ninguno). También han pedido que informemos a quienes quieran dar dinero de que no especifiquen a donde quieren que se destine, para que acabe donde más se necesita. Varios de mis compañeros salieron de la charla inspirados, emocionados y alegres. A mí no me encajaba algo, pero no sabía el qué.

Por la tarde, vino un compañero que estaba de vacaciones a recoger a otra para ir al cine. Le informamos:

-Tenías que verlo. El desayuno era impresionante, colas para ir y oír el discurso. Por cierto, qué tipos más curiosos los nuevos gestores. Los dos eran calvos y grandotes. Parecían porteros de discoteca.
-¿Trajes negros?¿Uno muy alto y otro muy ancho?
-Sí.
-¡¿Los tipos con pinta de mafioso que han estado paseándose por el departamento estos días son los nuevos gestores de la ONG?!
-Sí.
-Miércoles, esos vienen a blanquear fondos.

El comentario era jocoso, pero tenía un poso razonable. Si ya somos un centro de vanguardia y hasta ahora no nos ha faltado el dinero ¿Para qué este despliegue? No somos un centro privado, no nos hace falta atraer clientes ¿Para qué la fama? Volví a mirar los panfletos y los carteles. No eran pacientes agradecidos, eran personas pregonando orgullosas su capacidad de conseguir fondos. No había información de la enfermedad, o del hospital, pero sí datos sobre cuanto cuesta una investigación e ideas para ayudar a financiarla. Dinero, dinero, dinero, que irá a pagar la publicidad, el nuevo personal no voluntario y al final seguramente quede lo mismo que antes para los pacientes.

Hoy he salido al centro y en un corto paseo he visto lo que sigue: Competencia encarnizada por las libras de viandantes.
ONGs en sentido horario: Race for Life- Cancer Research UK; Marie Curie Cancer Care; Beatson Cancer Charity (los carteles encima de la escalera mecánica de la derecha también son de la Beatson Cancer Charity).
Es el futuro: las macrocorporaciones hasta para obras de caridad.¿Es malo? No lo sé. Por una parte, me repatea pensar en los miles de donativos que irán a pagar bolígrafos y camisetas. Por otra, veo vídeos de otras ONGs grandes como el que pongo a continuación y me gusta, tanto que existan, como que el profesional que los crea pueda pagar la hipoteca con ellos.

07 febrero 2014

La maternidad perdida

Es curioso lo normal que resulta hoy en día oír a madres de bebés comentar lo difícil que es criar a un hijo. La normalización de los anticonceptivos y las familias reducidas debería haber disminuido el estrés. Sin embargo, ha sido mantenido a base de la promoción de una figura materna irreal.

El nuevo modelo de crianza son "nuestras abuelas". Ellas criaban "con instinto". Parían en casa, ayudadas por otras mujeres que las respetaban. Alimentaban con generosos pechos de los que brotaba leche a demanda. Daban amor y cariño constante a bebés que nunca se despegaban de ellas. Cuando necesitaban descanso (por un nuevo alumbramiento, por ejemplo) las demás mujeres ayudaban en la crianza, como una gran familia. Y todo funcionaba como la seda.

Pero la feliz existencia de "nuestras abuelas" no podía durar. Vinieron los años setenta, cargados de pediatras y ginecólogos que por vanidad y oscuros intereses económicos se inmiscuían en las decisiones maternales, ahogando intuición y sabiduría ancestral. Aun hoy se siente su influencia, influencia que la buena madre debe combatir a base de instinto.

Y así llegamos al día de hoy. La mujer pare en un hospital. Si la cosa termina en cesárea, se siente frustrada; ha tenido un parto "desnaturalizado". Ha fallado nada más empezar. Si tras poner al bebé en su pecho éste sigue llorando de hambre, insiste hasta caer rendida, alentada por la idea de que eso hacían "nuestras abuelas". Cuando vienen las rabietas, aguanta lo que puede, pero si la descendencia nunca nos deja, es imposible no desahogar frustraciones con ella. Vienen los gritos, o peor. Vuelve la culpa.

Mientras tanto, algunas nos preguntamos dónde están aquellas "nuestras abuelas". Por lo que he visto, entre las afortunadas que sobrevivían a todos sus partos no había ninguna que hubiese tenido el mismo número de alumbramientos que de hijos. Había nodrizas y biberones de leche de cabra o vaca. Las abuelas -treintañeras ellas- ya bastante tenían con su prole como para ayudar con la de otras. La banda sonora de aquellas vidas incluía con frecuencia los gritos de adultos abrumados por la necesidad, muchas veces atrapados en matrimonios o trabajos que no tuvieron opción a elegir. Y el sonido del cinturón paterno al cruzar el aire, con la hebilla camino de las tiernas nalgas infantiles. Así criaron a una prole que consiguió salir de la miseria, traer la libertad y dar estudios a esta generación tan traumaticamente desnaturalizada que es la nuestra.

Ni criar antes era tan fácil, ni hacerlo hoy es tan difícil. Nadie es siempre un padre perfecto. Nadie necesita un padre perfecto. La duda es normal, y buena. La culpa es normal, y estéril.

29 diciembre 2013

A vista de perro

Los humanos son enanos mentales… Tienen preciosos paisajes para contemplar y vastos parajes para recorrer, interminables mares con islas de tesoros que no ven, aguas tonificantes para aplacar la codicia y sus deseos, y un cielo de dimensiones iguales a su mundo interior. Mas prefieren la angostura de una calle con olor a monóxido de carbono, pequeñas charcas de oscuras aguas, el bullicio sobre el asfalto y la diversión institucionalizada; todo ello donde el bullir de la gente es lo preponderante. Y en este ambiente prodigan manidos mensajes de felicidad a sus congéneres y reciben agradecidos los de estos, igual de vulgares aunque sean bienintencionados.

Alguno de los míos (congéneres) son abandonados de forma artera y desalmada, o arrastrados a una esquina olvidada; como si la luz, que por todas partes en estas fechas hay, dejase a la razón sólo un espacio de sombras. Como si la reflexión sufriera una hibernación perenne y el mandato del calendario desterrase del bien vivir a quien lo violase. ¡Qué raros son los humanos!

Yo seguiré mirando al cielo y ladrando a la luna, correteando por la playa y siendo fiel a quien bien me trata; tierno con los niños y fiero con el que me ataque; no entiendo de estaciones ni de fechas en rojo, pero sé que el camino del corazón será mi mejor guía y el instinto ancestral que poseo el mejor maestro. Perdonen los humanos mi incomprensión pero nací con 4 patas, colmillos largos, rabo y carente de racionalidad.

¡Qué tengan buen año!

13 diciembre 2013

El respeto a las minorías

Hace unos días comentaba con un conocido lo curioso que me resultaba que uno de los barrios de Glasgow más nacionalistas sea el indo-pakistaní. Él es indio. Vino hace unos años de Inglaterra, donde vivió en una de las ciudades con mayor proporción de asiáticos del país, pero en Glasgow vive en un barrio "normal". Le costó creerme, así que busqué una lista de representantes del partido nacionalista y allí estaban: su buen puñado de morenos de ojos negros pidiendo una Escocia independiente.

Antiguo panfleto electoral del partido nacionalista escocés (SNP)
Al conocido este le llamó la atención del manifiesto de uno de los políticos. "Tiene cara de pakistaní", dijo intentando dar sentido a lo que veía. El político decía que creía en la independencia de Escocia porque veía que aquí se le respetaba y le daban más oportunidades de integración que en Inglaterra. Mi conocido no entendía ¿Cómo se puede decir que en Escocia se les respeta más que en Inglaterra?

En el barrio asiático de Glasgow (de clase media) además de la mayoría asiática, hay un buen número de vecinos escoceses. Está sembrado de tiendas de especias y verduras cuya fama las llena de gentes de toda la ciudad, carnicerías con productos halal, tiendas de parafernalia religiosa, saris, dulces indios... pero también licorerías, un pub, restaurantes occidentales, casas de apuestas y, en materia religiosa, dos centros sij, una escuela musulmana y dos iglesias cristianas.

Mientras tanto, en la mayoría de los barrios indios de las Midlands inglesas, la única gente blanca que entra son camiones de reparto. Si intentamos ir de visita, sentimos las miradas en la nuca. No es que no seamos bienvenidos. Simplemente somos extraños. Hace unos años hubo serios problemas porque el ayuntamiento de Birmingham osó hacer un vídeo divulgativo hablando de los peligros para la salud de los casamientos entre primos. Lo retiró. En muchas regiones, no es legal decir el sexo del futuro hijo en una ecografía, para evitar el aborto selectivo de niñas, que ahora continúa gracias a un código secreto de gestos.

Para mí, el aislamiento de los extranjeros -llamado por los gobiernos de Londres "multiculturalidad"- siempre ha sido segregación racial. Guetos. Discriminación. Para mi colega, es un ejemplo de respeto exquisito. Urbanidad. Civilización.

02 noviembre 2013

Sentencias lógicas, juicios equivocados y bebés "de alta demanda"

Cuando se tiene un recién nacido en mi barrio, la consulta del médico de cabecera apunta a la madre a un curso postparto gratuito en la biblioteca. Ahí he conocido a gente estupenda. Una de ellas es Cristina, con su hija Mona.

Cristina es muy dicharachera. Pasábamos los viajes en autobús hasta las clases con los carritos aparcados en paralelo y cotorreando de las niñas, las familias o el vecindario. Siempre parecía abrumada por la reciente maternidad, pero generalmente contenta. El último día de clases, en el viaje de vuelta, me preguntó algo que le rondaba la cabeza desde que nos conocimos.

Al empezar las clases, la organizadora nos advirtió de que todos los bebés llorarían en algún momento del curso. Mona lo hacía varias veces al día, pero nadie oyó nunca a mi Jueves. En casa, la situación era parecida. Cristina se sentía mal. Daba pecho a demanda, compartía cama con la pequeña, hacía lo que la sociedad bienpensante había recomendado. Hasta probaron la osteopatía craneal y el yoga. Aun así, veía el sufrimiento en los ojos de su hija de cinco meses con inquietante frecuencia. Luego miraba a Jueves, de biberón cada cuatro horas, chupete, cuna y sonrisa permanente. ¿Qué estaba haciendo mal? Mi respuesta le sorprendió.
¿Hipopótamo o rinoceronte?

MIÉRCOLES: ¿Que tal llevaste el embarazo?

CRISTINA: Horroroso. Calambres, ardores de estomago, dormía mal... Fue una tortura.

MIÉRCOLES: Yo no. Nunca tuve ardores y me llegué a levantar por la mañana con moratones en las costillas de las patadas después de haber dormido de un tirón. Quizá lo que ves no es por nada que hayas hecho. Mona llora más que Jueves porque ser recién nacido es una experiencia bestial y, al igual que su madre, ha nacido más sensible. La mía llora menos porque, como yo, es más bruta.

De esta conversación hace casi dos años. Seguimos en contacto con las dos y, ahora que nos conocemos mejor, he observado que había otra posible respuesta. En estos meses, he visto a Mona en el carrito camino de una manifestación contra los recortes, andar con una pancarta anti-racismo, lucir una camiseta protestando por la pobreza infantil y apoyar al padre que corría una maratón por alguna ONG de la que ya ni me acuerdo. Todo mucho antes de sacar los pañales. Entonces sonrío para mis adentros ¿De verdad que Cristina podía esperar tener una hija tranquila?

Es curioso lo facil que es juzgar equivocadamente una situación, incluso cuando la has creado.

21 octubre 2013

En la mañana


El perpetuo golpeteo de la lluvia en los cristales y el grisáceo color de la atmósfera sumieron a Demián en un estado de reflexión melancólica. Deambulando por la casa trataba de fijar sus pensamientos que se le escurrían repetidamente. Un pequeño pesar, al que no podía darle nombre, gravitaba en su ánimo. Olía a café la cocina, música a bajo volumen en la radio y una tregua del cielo que permitió un tenue saludo del sol. Salió Demián al jardín; sintió la tibia brisa otoñal en la cara y dejó vagar sus ojos por el horizonte próximo. En seguida reparó en un papel arrugado que el viento había dejado en una esquina protegiéndolo de la lluvia. Lo tomó como si fuese un envío largamente esperado y leyó:

Son las sendas tortuosas las que nos dan pábulo a la reflexión, a la contemplación de lo andado y de lo pendiente por andar. Son estos caminos los que nos muestran el frío de la soledad o el calor agobiante de la multitud; y son ellos los que nos ponen a prueba a cada paso, los que nos obligan a decidir si tomar o no el bastón.

Y en el camino nos medimos, nos desconocemos y nos buscamos: ineludible trance para descifrar el destino, congraciarnos con él y ser más fuertes.

Con cariño y gratitud dobló la nota manuscrita y respiró el aire de la mañana; miró en derredor y tornó al interior. Se sirvió una taza de café y besó a su esposa.

24 septiembre 2013

Glasgow Gurdwara ¿Tierra de nadie?

Este fin de semana fueron jornadas de puertas abiertas en decenas de edificios de interés cultural en Glasgow. Lugares que normalmente no admiten público o lo hacen cobrando entrada estuvieron abiertos gratis.

Nosotros aprovechamos para explorar la Glasgow Gurdwara, el mayor templo sij de la ciudad y abierto hace apenas seis meses gracias a una inversión de unos diecisiete millones de euros. Normalmente tiene este aspecto:

El Domingo no cabía un alfiler en el aparcamiento. Coincidieron un servicio religioso, una boda y los recorridos guiados cada cuarto de hora.

El guía voluntario que nos tocó tenía unos diecisiete años. Acento local. Como la mayoría de gente que vimos en el templo, afeitado y de pelo corto. Así lo había decidido su madre, quizá para facilitar la adaptación a su país de acogida.

Nada más llegar, nos hicieron quitar los zapatos y taparon las cabezas de todos menos la niña con pañuelos. Uno de los visitantes se sintió molesto porque dijo que en los templos que visitó en India, Sij incluidos, nunca le habían hecho cubrirse. El guía no supo explicar esta diferencia.

Durante el servicio religioso, hombres y mujeres se sentaban en lados opuestos de la sala. Al parecer  no hay una razón, para ellos es costumbre.

La música del acto era alta, chillona y se propagaba por todo el edificio con un sistema de altavoces, ahogando frecuentemente las charlas de nuestro discreto guía. Flotaban por cada habitación saris de todos los colores. Varias veces se escurrió la niña entre el mar de cuerpos, mar que la volvía a traerla a mi costa. El edificio, amplio, limpio y bien iluminado, estaba a una temperatura agradable. Había lavamanos públicos a la entrada de los salones más grandes y una fuente lavapiés en las taquillas para los zapatos.

La zona dedicada a la oración es pequeña en comparación con el resto del templo, que cuenta con varias salas para la enseñanza del inglés y el panyabí, salones para conferencias, una zona que en breve será gimnasio y un jardín trasero con campo de fútbol sala. Aunque están pensadas primordialmente como centro de encuentro de los aproximadamente cuatro mil sij que viven en Glasgow, todas las instalaciones están abiertas quien quiera usarlas.

La ruta terminó en la parte que atrajo a todos los que fuimos ese día: los comedores. En ellos, los voluntarios sirven de forma gratuita comida de acuerdo con la tradición sij, pero además halal para los musulmanes y kosher para los judíos. Se puede comer en el suelo, en mesas (con tronas para bebé) o en mesitas pequeñas para niños. Su forma de demostrar la bienvenida a gentes de todos lugares, religiones y castas. En nuestras bandejas (en el suelo) había panes de chapati recién horneados, pakora, curry de garbanzos, de coliflor, salsa de yogur, un suave arroz con leche de postre (no me suele gustar y lo comí todo) y unos almibarados caramelos caseros. Si fuese un restaurante hubiese pagado feliz una buena cantidad.

Tras recuperar los zapatos, devolver los pañuelos y pasar por la mesita de souvenires, la vuelta a casa también fue curiosa. Mientras nos alejamos con los oídos entumecidos y la barriga llena de delicias, Jueves se para en la iglesia católica de la esquina. Bonita y cerrada a cal y canto, perdió interés cuando comenté "aquí no dan de comer". Después, esta estampa:

Musulmanes suníes en procesión a la mezquita central, con dos líderes en el coche antiguo.
Sijs afeitados con acento escocés en un edificio de arcilla amarilla local. Hombres y mujeres que siguen sentándose divididos. Niños que no hablan panyabí y padres que no hablan inglés. Sobrecompensación de identidad con los pañuelos en las cabezas. ¿India o Escocia? Los sij parecen entender que, para vivir en Glasgow, necesitan de todo un poco.

15 septiembre 2013

Septiembre



Es septiembre. Los últimos frutos están en sazón y las playas se van quedando sin gente. Repasamos las fotografías del verano y miramos con una pizca de nostalgia y agrado los vestigios del estío que por la casa todavía quedan.  Un nuevo curso está en ciernes. Bullen en la cabeza propósitos e ideas para el otoño que se anuncia y el invierno al que dará paso. Y en el sofá, aún sin mantas y arrobado en estos pensamientos, voy colocando los bloques del edificio de mi nuevo curso:
Aceptaré lo que cada día traiga de ofrenda. No comeré más de lo que mi escudilla contenga ni seguiré bebiendo cuando mi sed esté saciada. No lloraré por los trenes que ya pasaron ni esperaré por los que lleguen con retraso. Derrocharé mi tiempo en mirar lo más próximo  y nada de él irá a contemplar las estrías de mi piel. Pondré atención al gorjeo de los pájaros y cerraré mis oídos al runruneo de los enterados.  Cauterizaré mis heridas en la sombra y  no seré cautivo de mis embarradas huellas. Peinaré con esmero mis escasas canas y no seguirán mis piernas las rutas ya pisadas. No dejaré de leer y tutearé a mis miedos perpetuos.


Este es mi acuciante deseo y a mi voluntad toca cargar el pesado fardo. En junio podremos hablar de resultados.

11 septiembre 2013

Filosofía lúdica

Hace un tiempo me vi en el fuego cruzado de dos amigos que discutían sobre si cualquiera puede montar un negocio en España. Que si con espíritu emprendedor se consigue todo, que si un pobre no tiene las mismas oportunidades que un rico... Me recordó a algo que decía un buen profesor de Filosofía:

La vida es como una partida de cartas: unos empezamos con mejores cartas que otros. Eso marca, pero también cómo las juguemos.


Yo añadiría que los contrincantes (condiciones económicas de tu zona, legislación, etc) también cuentan.

Pienso en esto también cada vez que veo a alguien que dice tener claro cómo educar a su bebé para que sea hombre de provecho, o cuando veo el negocio que hay montado al rededor de la inseguridad de padres primerizos. Pero seamos sinceros. Cada niño viene con unas cartas y nuestra estrategia debe cambiar con cada jugada según lo que nos toque en suerte y quién nos rodee.

Crianza con apego, método Estivill, estimulación precoz... No son más que promesas de que, si juegas adecuadamente un par de manos, ganarás cualquier partida. Para ello nos engañan con una tremenda falacia: la de que este juego es en realidad un solitario.
"Su parada y cuatro ases" Cassius Coolidge

01 agosto 2013

La paz de los clones

No sé si esto siempre ha sido así, pero últimamente tengo la impresión de que todos los padres y educadores quieren que todos los hijos sean iguales.


2013
 Basta un vistazo rápido a cualquier libro, blog o programa televisivo sobre crianza para descubrir que hay un “niño tipo” ideal. Con sólo ver dibujos animados ya se aprecia que el gol hoy es una criatura "sociable", "segura de sí misma", "independiente", “tolerante”, “solidaria”, “preocupada por el medioambiente” y “capaz de trabajar en equipo”. Así en principio, no suena mal. Pero ¿Qué tiene de malo ser introvertido? Algunas de las mejores mentes de la Historia lo han sido. ¿Acaso la inseguridad no es un acicate para superarnos día a día? ¿Seguro que la tolerancia no es el disfraz más común de la apatía?


1983
 Hace unos días hablaba con un vecino asiático de los programas infantiles que veían nuestros hijos. El comentaba que quizá los de su tierra no fuesen los más populares porque eran historias con enseñanzas morales. Me hizo recordar nuestros cuentos clásicos. Los caballeros y princesas que ilustraban valor, justicia, lealtad y honestidad hoy son desestimados como machistas, clasistas e incluso violentos. No digo que haya que volver necesariamente a esas historias pero ¿Han mejorado nuestros valores? ¿O serán “tolerante”, “sociable”, “seguro de sí mismo” y “capaz de trabajar en equipo” eufemismos que maquillan otra generación “tragaldabas”, “gregaria”, “egocéntrica” y “sin iniciativa”?

22 julio 2013

Los superhéroes en ciencia

Día de calor en el centro de investigación. Media plantilla entre playa y pueblo. El resto esperando por algún material en tránsito contagiado de la lentitud estival. ¿Qué hace un científico cuando no tiene nada que hacer? He aquí algunos ejemplos.

Sólo quería a mamá
Un siquiatra de la Universidad de Tennessee publicó hace un tiempo un trabajo analizando por qué a Batman le gusta disfrazarse de roedor volante. Después de una exhaustiva revisión de la literatura disponible, llego a la conclusión de que el hombre murciélago sufre de un desorden de estrés post-traumático generado por la muerte de sus padres. Personalmente, una vez analizado el artículo, creo que la orfandad no genera tanto estrés como sacarse ese traje cada vez que hay que ir al baño.

Si además de publicar algo para aplacar al jefe tienes que mantener entretenida a la familia, puedes probar a hacer lo que el siguiente médico. Antoine Cyr pidió a sus hijos de 5 y 7 años que revisasen todos sus tebeos de Tintín y le informasen del numero de veces que se golpeaba la cabeza, la severidad del golpe y la duración de la pérdida de conocimiento. Gracias a esto publicaron un artículo en el que prueban que Tintín no crece ni llega a la pubertad por un caso de hipogonadismo por repetidas lesiones cerebrales. El articulo es tierno y humorístico, terminando con un simpático epílogo:


"A.C y L.O.C. participaron activamente en la recogida de datos. C.C. escribió el artículo. Los autores revisaron la versión final juntos. A.C y L.O.C. no entendían las siguientes palabras: hipogonadismo, hipopituitarismo, correlación de Spearman y libido. C.C. les explicó que las palabras significan "nada de pelo por encima de donde se hace pipí por una hormona que falta", "una parte del cerebro que no funciona", "una prueba para ver si dos cosas están conectadas" y "querer hacer el amor " respectivamente. Después de una larga discusión sobre pelo, "pipíes" y el significado de "hacer el amor", los tres autores dieron el visto bueno para la publicación."


Pero no a todo el mundo le gustan los mismos comics o la misma ciencia. En el departamento de Neurocirugía de la universidad Heinrich-Heine de Düsseldorf la duda que les carcomía era el origen y tratamiento de los traumatismos craneales en las historias de Asterix. Después de analizar 704 lesiones, concluyeron que la nacionalidad romana, debilidad del nervio que mueve la lengua, pérdida de casco e ingestión de poción mágica se correlacionaban significativamente con la pérdida inicial grave de consciencia. Este fue un trabajo polémico. La metodología fue criticada y refutada en sendas cartas al editor de la revista. Pero también fue citado en otro trabajo en Radiologue.

Si estás aun más vago, no hay que leer tebeos para publicar ciencia. En el libro "Piel, cultura y psicoanálisis", los autores dedican todo un capítulo al uso cómico de erupciones y lunares en las películas de Austin Powers.

¿Es ver la tele demasiado trabajo para ti? Dos investigadores de la Universidad de Newcastle publicaron el seguimiento de la actividad eléctrica de una célula de cerebro de una langosta (insecto) mientras el bicho veía fragmentos seleccionados de la Guerra de las Galaxias. Lo describieron como “el análisis de la respuesta de la neurona DCMD de los ortópteros a objetos en movimiento”.

Kilt y barba: irresistible
Los que todavía tenemos menos ganas, en lugar de investigar, charlamos de lo que hacen los demás. Esta mañana en mi trabajo hablábamos de dos temas. Según la revista de Dosimetría en Protección Radiológica, tener barba, además de atraer a las féminas, es bueno para la salud. Aunque no tanto como el kilt. Un trabajo noruego que analiza los datos disponibles de temperatura escrotal, espermatogénesis y fertilidad, confirma la hipótesis de que los hombres que lo usan regularmente tienen significativamente mejor calidad de esperma y mayor fertilidad. Sin embargo, en mi oficina seguimos sin explicarnos la bajísima densidad de población de Escocia.¿Son los hombres escoceses especialmente feos?¿Son las mujeres escocesas especialmente feas?¿O es el ganado de las Tierras Altas inusualmente atractivo? La primera hipótesis fue ya cientificamente refutada en esta misma página. Una encuesta rápida revela un sesgo hacia la tercera, pero quién sabe. Quizá algún día se vea la respuesta en alguna revista científica.