02 diciembre 2015

Escribir, escribir, escribir

Los modernos occidentales nos creamos necesidades. O eso se dice ¿Será eso lo que me ha ocurrido?

Hace una década me di cuenta de que de que se me estaba oxidando el castellano. Empecé a bloguear. El estilo y los temas fueron cambiando. Hace unos meses cambiaron las circunstancias.

Mi situación en el trabajo era irracional y espectacular a partes iguales. Conforme los más espabilados ponían pies en polvorosa, yo seguía a pie de obra, esperando mi momento. Para sobrellevar el internamiento escribía una carta semanal a los exiliados donde freía a los responsables en salsa agridulce. Se llamaba "La gaceta del yu-yu". Tenía pocos lectores, pero muy devotos. Decía cosas como...


Hace dos meses que llegué a las Highlands. Ya no hay gaceta del yu-yu. Pensé que a estas alturas habría vuelto a mis viejos hábitos, pero nada. Ni una línea en un mes.

Ahora son mis libretas de trabajo las que se llenan de lo que raya la escritura automática. Páginas y páginas de ideas que mi maltrecho cerebro se niega a dejar escapar. Esta mañana abrí una y me encontré algo así:

Escribir, escribir, escribir. Parece que me he creado una necesidad.

6 comentarios:

  1. Se acercan fechas de mucho jaleo, sean Highlandas o no. Ahora hay poco espacio para sentarse a pensar qué escribir.
    Una curiosidad frívola: ¿a qué hora se os apaga el sol por allí ahora?

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    1. La pregunta no tiene nada de frívola, cambia mucho la vida. Anochece a las 15:30, más o menos.

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  2. Oye, una confesión. Me he leído la nota. Y me he acojonado. Me ha entrado un miedo de para qué voy a entrar en detalles. Qué tipo de relación laboral puede desembocar en esto. Dios mío. Pero en fin, hay la parte "bonita", que es el hecho de escribir. Me temo que sí, que es una necesidad. Cuidado con el tabaco.

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    1. La nota está para leerla. La situación se explica muy bien en Rebelión en le granja. Es casi profética.
      Quizá sea como dices y es como el tabaco: empiezas por curiosidad y con el tiempo es parte de tu vida.

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  3. Para mí, escribir es mi vía de escape. Hace unos días, después de terminar la consulta, hablaba con mi tutor de la necesidad de tener esa vía de escape, porque si no, de tanto escuchar y ayudar a los demás con sus problemas uno podría acabar de mala manera. Él estudia Historia; yo escribo. Tengo cuadernos y cuadernos con pensamientos, ideas, cosas que pasaron, errores que no hay que cometer... Y también cuadernos de viajes, de experiencias nuevas, de gente que he conocido, de lugares por visitar o volver... Para mí escribir es fundamental. Y una excelente terapia. Tuve, incluso, un blog cuando estudiaba, hasta que me dí cuenta de que la mayoría de entradas eran bastante tristes o reflejaban angustia y agobio, así que desde entonces escribo para mí. Hay una película francesa, "La maladie de Sachs" (en España, "Confesiones del Dr. Sachs"), que me encanta. Es un médico de familia que trabaja en un pueblo de Francia y su vía de escape es... la escritura. Seguramente no podremos dejar de escribir.

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    1. Es curioso lo que dices del blog. A mí también me pasa que no escribo lo mismo en papel que en el teclado. Uso mucho esa diferencia de perspectiva para cazar gazapos. Esta es la segunda entrada seguida que escribo primero en papel, cosa que antes de cambiar de casa no ocurría nunca.

      No conozco la película, tendré que cotillearla.

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