Fugaz fue la
partida,
y con el adiós
obligado,
en mi soledad pensé:
mi sitio está a tu
lado.
Me he acordado de
ti,
sin ti y contigo he
estado
y en el rodar de las
horas,
en mi soledad pensé:
mi sitio está a tu
lado.
Tu voz me suena
cercana,
esperanza son tus
brazos
y en diálogo
callado,
en mi soledad pensé:
mi sitio está a tu
lado.
El tiempo de mí te
aleja,
a mí te trae el
silencio
y de aromas de
jazmín colmado,
en mi soledad pensé:
mi sitio está a tu
lado.
Después de la
inquieta espera,
cuando ya tu beso
llega
y seguro de que a mí
has retornado,
en mi soledad pensé:
mi sitio está a tu
lado.
Espero que lo tengas a tu lado.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
Besos!
Tu esperanza es realidad. Gracias, Celia
EliminarVolviendo, girando, y seguro que tu sitio está a su lado. Que le da al poema una cadencia y una afirmación de este amor que siempre a estado ahí. Bello poema, contra el tiempo y las primaveras gélidas. Contra las circunstancias y la soledad. ¡Contra todo!
ResponderEliminarPD: Muy buena foto de acompañamiento.
Es de esos poemas que salieron de un tirón. Se quedó entre papeles unos años, se retocó un poco y se le dio el remate. Me satisface que sea de tu agrado.
EliminarEn esta ocasión la inspiradora de los versos y la de la foto son coincidentes.
Un abrazo.
Inquieta espera.
ResponderEliminarMe encantó tu entrada.
Un beso.
Siempre satisface que lo escrito diga algo para el lector. Gracias, María.
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