22 junio 2016

Noche de San Juan




Prende la llama que presta está la leña
y quema tu lastre que ya tanto pesa.
Pon luz en la noche, que toda visión es ciega
y observa desde lo oscuro el resplandor de la hoguera. 
Deja libre el pensamiento que ya nada teme 
y déjate ir con el humo que sin norma asciende.
Piérdete en el aire con la rienda suelta 
y mira abajo tu sombra sumida en la tiniebla.

Olvida la leña, la sombra y la hoguera 
que el alba se acerca en altitud incrédula;
sin posibilidad de retorno ni ley cierta,
sin mañana de resaca ni memoria duradera,
pues si en lo alto estás, ya otras manos te gobiernan 
y lo qué fue vivencia festiva y juerga, 
ahora y por siempre, sólo es ceniza y tierra.

6 comentarios:

  1. Si, pero mientras, escojamos las alegrías y alguna que otra juerga. Y si a la tierra volvemos dejando impregnada nuestra huella, que el humo sea aire y el aire viaje a las estrellas.
    Me gustó ese mensaje "Sanjuanero" Un abrazo para la noche de San Juan.

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    1. Un abrazo y gracias por la visita, tanci. Las últimas nubes de humo ya se han disipado y allá llevan un montón de deseos, ojalá se cumplan.

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  2. Ojalá, ojalá pudiera hacer eso, dejar el lastre que tanto me pesa.
    Joé, qué poema. No sé la razón, pero me ha calado. Parece una hoja de ruta, una exaltación pagana como lo es la noche de San Juan.
    Sin posibilidad de retorno ni ley cierta. Es una verdad como una casa de payés, ¡y cuántas pocas veces la considero!

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  3. Una vez más tu comentario me arrancó una sonrisa por tu agudeza y un rictus de admiración. Demian, un paria del conocimiento negando a Nietzsche...Sin embargo corroborando a Kundera y la insoportable levedad del ser.
    La liberación que trato de manifestar puede ser muy dolorosa; mas, comenzada, no tiene vuelta atrás.
    Un abrazo.

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