No se puede conocer una ciudad sin entender a sus gentes. Hoy toca enseñar sitios que los turistas no ven, pero que muestran la personalidad de Glasgow mejor que la arquitectura imperial, Mackintosh, o el Armadillo.
Irreverencias
La imagen que sigue es ya de las más conocidas de Glasgow: el primer duque de Wellington junto a la GOMA (Galery of Modern Art). La escultura es de 1844. Ponerle un cono en la cabeza es una tradición con más de veinte años. A veces, con suerte, encuentras al caballo de la misma guisa.
Indicador de los baños en el museo del diseño Lighthouse:
Quien no lo entienda es porque no quiere.
Justicia
Hoy casi cualquier ciudad tiene algún sitio dedicado a Mandela, pero quizá no igual.
Antes este rincón se llamaba San Jorge. El nombre se cambió en 1986, con el lider anti-apartheid aun entre rejas. La placa se puso justo frente a la embajada de Sudáfrica para que sus empleados la viesen siempre que mirasen por la ventana. La plaza tiene otras tres, más nuevas, pero la original es esta.
En 1987 Winnie Mandela fue elegida rectora de la Universidad de Glasgow.
En 1988 se celebró en Wembley el concierto por la liberación de Nelson Mandela. Se pidió a todos los participantes que crearan una canción específica para el evento, pero solo un grupo lo hizo. El tema era Mandela Day; el grupo, Simple Minds... de Glasgow.
Cariño
Este es Donal Dewar, el primer presidente del parlamento de Escocia. Fue elegido en 1999 y murió en el 2000 a los sesenta y tres años, de hemorragia cerebral. Se habló de varios homenajes póstumos. En Edimburgo se sugirió un grandioso busto de bronce a la entrada del parlamento patrimonio de la UNESCO: era lo menos que se podía hacer por una figura histórica. No salió adelante. Dewar era una persona sencilla, lo que más le gustaba era callejear y charlar con la gente. Y asi quedó: con la chaqueta raída, el aire tranquilo, paseando para siempre entre la gente a la que sirvió, a apenas unos metros de la calle que le vio nacer. Glasgow no quiso recordar a la figura, sino al hombre.
Memoria
Esta escultura junto al río Clyde representa a Dolores Ibarruri, La Pasionaria.
La inscripción en bronce a sus pies cita la famosa frase “Es preferible morir de pié que vivir siempre de rodillas”. Al pié de la estatua, una placa:
La ciudad de Glasgow y el movimiento laborista rinden tributo al coraje de aquellos hombres y mujeres que fueron a España a luchar contra el Fascismo.
1936-1939
2.100 voluntarios partieron de Gran Bretaña; 534 murieron, 64 de ellos eran de Glasgow.
“El irlandés es fuego por fuera y acero por dentro. El escocés es acero por fuera y fuego por dentro.” (Anónimo y muy cierto).
Mmm. Creo que me subo al próximo aereoferry de la corporación telefónicorepsol y me vengo. Encima saben ser divertidos...
ResponderEliminarPobre duque.
Saludos,
Hasta hace unos días Imaginarium sorteaba viajes a Escocia. Será cuestión de seguir vigilando esas ofertas... :-)
EliminarLo del cono no es sólo el duque. Al principio la estatua de Dewar no tenía pedestal, pero alguien le deformó el puente de las gafas intentando encasquetarle el cono.
Fantástico paseo el que propones. Original y comprometida. Una ciudad atractiva y desconocida. Gracias!
ResponderEliminarPues el que no sea desconocida es cuestión de ponerse. Además no tiene volcanes ni rebeliones populares a la vista ;-)
EliminarQue bueno, me ha encantado la estatua. Con respecto a la frase...sí, estoy de acuerdo, al menos con el 50% de la misma en la que puedo opinar algo con criterio ;)
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Es una de mis frases favoritas, porque los clava.
EliminarNo sabes la satisfacción que me da el que puedas "opinar con criterio" :-). Además esto de entender culturas es como hablar idiomas: cuantos más conoces, menos te cuestan los siguientes. ¡A por ellos, Explorador!