La compañía es italiana, pero el anuncio representa muy bien la idea que tienen los británicos de una familia española. La abuela, la cuñada y esa madre desquiciada de vigilar a la prole como un halcón. Casi se pueden sentir el cachete y el "¡¿Pero qué te dije?!" que el niño está a punto de recibir.
En contraste, recuerdo que cuando llegué al Reino Unido la imagen que teníamos los españoles de la típica familia británica era de padre, madre y unos niños que corren libres como animalitos salvajes.
Ahora entiendo mejor las diferencias entre estereotipos.
Enchufe en GB |
Trona típica de restaurante |
Lo anterior son algunos ejemplos que se me han ido ocurriendo, pero hay más. Así, no es de extrañar que a los británicos les parezca que la típica madre española vigila la prole de forma obsesiva, ni que los españoles veamos a las británicas como despegadas.
En general, tengo la impresión de que en España una familia ha de asegurarse de que su bebé se adapta al entorno, mientras que el en Reino Unido la sociedad siente el deber de acomodarlo.
De todas formas, como decía un conocido de Demián, "no todo el monte es orgasmo". Antes de que el retoño cumpla seis meses alguien se asegurará de que madre e hijo reciban clases pre-parto, post-parto, panfletos del "Programa de Paternidad Positiva", de gestión de recursos económicos, seminarios de lactancia materna, de introducción a la comida sólida, de masaje para bebé, programas "sonrisa feliz" de higiene bucal, reuniones "ratoncito de biblioteca" para fomentar interés en los libros, "rima y ritmo" para el desarrollo del habla..... La parentela dogmática de la que creías haber escapado al cruzar los Pirineos se reencarna en el gobierno local de turno y su interminable lista de cursos gratuitos. Aquel "Pues mi Andresín a la edad del tuyo ya hablaba por los codos" de la cuñada ibérica resabiada se sustituye por un "El progreso en la expresión oral de su hijo no se corresponde con el establecido por el Currículum de Excelencia de la Consejería de Educación" del asistente sanitario del barrio, seguido de una lista de recomendaciones para subsanar la "deficiencia".
WC de autopista. Izda: retretes adulto e infantil. Dcha: cambiador. |
Me ha llegado al corazón lo del lavabado de autopistas, medio en serio medio en broma. Hombre, se podría matizar. Como barcelonés tengo la imagen de los británicos que vienen por aquí. Creo que los panfletos no han hecho mella. Eso sí, no pondré en duda que el sistema educativo británico es bueno, mejor que el de aquí.
ResponderEliminarLa foto Dolce: la publicidad se vuelve cada vez más emocional... ¡Es perfecto para ellos! Peor para nosotros...
Lo que cuentas tiene más que ver con una característica típicamente anglosajona: creer que en todo el mundo hay lo que ellos tiene. Mientras un alemán o un sueco viajan siempre como si fuesen a la selva, el británico aterriza "a pelo" y después se lleva el susto padre cuando ve que casi no hay tronas, ni cambiadores, que la comida no sabe igual, que el niño se cae y se hace sangre... Al cabo de dos días el estrés de la familia es muy superior al de los españoles (o los alemanes), que no esperamos nada. Pero en su territorio, no recuerdo la última vez que he visto a un niño escocés montar un pollo en un lugar público.
EliminarAún así, los panfletos no hacen mella primero porque, si echas un vistazo a la lista, no son especialmente interesantes y segundo, porque son eso: panfletos. La mayor parte del tiempo tienen más publicidad que información. Por eso los igualo con la parentela dogmática.
Supongo que somos más pobres y no tenemos tantos medios, por un lado...y por otro, tenemos una sociedad de la verguenza tan arraigada que necesitamos demostrar que nosotros lo valemos y educamos a nuestros hijos, mostrándolo a todo el mundo...o no, a juzgar por la gente que a veces veo y que se va de bares dejando el carrito en una esquina...en fin. Ser padres debe ser lo más difícil que hay...
ResponderEliminarUn abrazo :)
En Glasgow hay restaurantes donde ves que más de la mitad de los clientes van con bebés. Las familias dan dinero, así que no creo que las diferencias de medios tengan raíz sólo económica.
EliminarTambién he visto la actitud que comentas, casi de llamar "blandos" a los padres nórdicos (vale, en una ocasión me lo dijeron sin "casi"). Pero esa misma gente corre a contárselo a todo el mundo cuando encuentran un cambiador limpio fuera de casa.
Yo tengo otra teoría: en el RU el divorcio es legal desde hace más de siglo y medio, los anticonceptivos desde los años 50. Esto hace que las familias sean pequeñas y desestructuradas desde hace mucho tiempo. Como hay menos parientes con experiencia y salud para cuidar a los hijos, la responsabilidad se diluye más, hasta caer en "todos". En España estos cambios son más recientes. Ahora parecemos estar en un momento intermedio en el que tenemos la estructura y la actitud de un país de familias numerosas y "hasta que la muerte nos separe", pero la sociedad más individual de los países nórdicos.
Ser padres está tirado, los niños son de goma. Lo fastidiado es ser buen padre :-(
Muy interesante. Creo el modelo familiar esta condicionado por las facilidades, en este caso puestas por el sistema publico de mas o menos poder economico, y componentes sociologicos que Miercoles apunta y que hacen la familia mas desestructurada en el caso de UK. Por otro lado, la religion influye en los modelos sociales, bien sea por el clima. Siempre me he preguntado, porque en ciertos paises fue abrazado el protestantismo con mas fuerza que en otros? Muchas de las caracteristicas sociales de los paises Mediterraneos se resumen en el Catolicismo, y elementos asociados. Como la cultura de la 'aparencia' o el sentido de comunidad -individualismo. Tambien se observa esto en el Arte. No es lo mismo la concepcion de un primitivo flamenco, que la belleza del renacimiento italiano, cuando son coetaneos. El primero, es casi un retrato antropologico, vease 'el matrimonio Arnofini' mientras en Italia, se esforzaban por no tanto plasmar el interior de las casas, las texturas, como si el canon de belleza. Algo que desconozco es el modelo familiar escandinavo. Como mucho veo a una amiga Austriaca como trata a la ni;a, y personalmente me encanta. Hay que dejar el ni;o tropiece y aprenda. Aunque si algo tenemos valioso en el sur, es los pies en la tierra y el arraigo de la familia. No solo para la infancia, da a veces mucha grima ver como llegan a la tercera edad mis vecinos de Edimburgo. Aunque imagino, todo esta sujeto a cambios, incluido nuestro modelo familiar.
ResponderEliminarCreo que nuestro modelo familiar cambiará y, viendo lo que veo en UK, no creo que sea a mejor o peor.
EliminarNo sigo el hilo de la reflexión religiosa porque ese tema es empezar y no parar... :-)
No sé de crianza en países escandinavos, aunque sí me he fijado que los accesos a carritos y lugares acondicionados para niños son muy comunes en Suecia. De ahí que en los comentarios generalice a países "del Norte". Lo de dejarlo tropezar para que aprenda suena también muy escocés. No sé hasta qué punto me gusta, porque hay que ver que cantidad de moratones tiene algunos... por no hablar de infecciones estomacales por meter sabe-Dios-qué en la boca. Y hablo de bebés que aún gatean :-P.
En cuanto a la tercera edad, recuerdo la visión de una amiga india, que se admiraba de que los ancianos aquí fuesen cuidados por gente profesional experta en la materia y no por familiares que se sienten obligados a ello y que pueden, con la mejor de las intenciones, empeorar sus condiciones de vida. Pocas cosas hay más humillantes que depender de un hijo. De nuevo, una cuestión de opción personal.
perdon 'Arnolfini', me comi una letra. x
ResponderEliminar¿Un poco más protectora la familia española? Eso luego trae consecuencias en la función que realiza en la sociedad. ¿Puede que en España la familia tenga más presencia o más fortaleza?
ResponderEliminarCreo que sí. De hecho, una de las características de nuestro país que salen en las noticias regularmente es nuestra poca movilidad geográfica a la hora de buscar trabajo en comparación con otros países. Sospecho que tiene que ver con no alejarse del núcleo familiar.
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