24 septiembre 2013

Glasgow Gurdwara ¿Tierra de nadie?

Este fin de semana fueron jornadas de puertas abiertas en decenas de edificios de interés cultural en Glasgow. Lugares que normalmente no admiten público o lo hacen cobrando entrada estuvieron abiertos gratis.

Nosotros aprovechamos para explorar la Glasgow Gurdwara, el mayor templo sij de la ciudad y abierto hace apenas seis meses gracias a una inversión de unos diecisiete millones de euros. Normalmente tiene este aspecto:

El Domingo no cabía un alfiler en el aparcamiento. Coincidieron un servicio religioso, una boda y los recorridos guiados cada cuarto de hora.

El guía voluntario que nos tocó tenía unos diecisiete años. Acento local. Como la mayoría de gente que vimos en el templo, afeitado y de pelo corto. Así lo había decidido su madre, quizá para facilitar la adaptación a su país de acogida.

Nada más llegar, nos hicieron quitar los zapatos y taparon las cabezas de todos menos la niña con pañuelos. Uno de los visitantes se sintió molesto porque dijo que en los templos que visitó en India, Sij incluidos, nunca le habían hecho cubrirse. El guía no supo explicar esta diferencia.

Durante el servicio religioso, hombres y mujeres se sentaban en lados opuestos de la sala. Al parecer  no hay una razón, para ellos es costumbre.

La música del acto era alta, chillona y se propagaba por todo el edificio con un sistema de altavoces, ahogando frecuentemente las charlas de nuestro discreto guía. Flotaban por cada habitación saris de todos los colores. Varias veces se escurrió la niña entre el mar de cuerpos, mar que la volvía a traerla a mi costa. El edificio, amplio, limpio y bien iluminado, estaba a una temperatura agradable. Había lavamanos públicos a la entrada de los salones más grandes y una fuente lavapiés en las taquillas para los zapatos.

La zona dedicada a la oración es pequeña en comparación con el resto del templo, que cuenta con varias salas para la enseñanza del inglés y el panyabí, salones para conferencias, una zona que en breve será gimnasio y un jardín trasero con campo de fútbol sala. Aunque están pensadas primordialmente como centro de encuentro de los aproximadamente cuatro mil sij que viven en Glasgow, todas las instalaciones están abiertas quien quiera usarlas.

La ruta terminó en la parte que atrajo a todos los que fuimos ese día: los comedores. En ellos, los voluntarios sirven de forma gratuita comida de acuerdo con la tradición sij, pero además halal para los musulmanes y kosher para los judíos. Se puede comer en el suelo, en mesas (con tronas para bebé) o en mesitas pequeñas para niños. Su forma de demostrar la bienvenida a gentes de todos lugares, religiones y castas. En nuestras bandejas (en el suelo) había panes de chapati recién horneados, pakora, curry de garbanzos, de coliflor, salsa de yogur, un suave arroz con leche de postre (no me suele gustar y lo comí todo) y unos almibarados caramelos caseros. Si fuese un restaurante hubiese pagado feliz una buena cantidad.

Tras recuperar los zapatos, devolver los pañuelos y pasar por la mesita de souvenires, la vuelta a casa también fue curiosa. Mientras nos alejamos con los oídos entumecidos y la barriga llena de delicias, Jueves se para en la iglesia católica de la esquina. Bonita y cerrada a cal y canto, perdió interés cuando comenté "aquí no dan de comer". Después, esta estampa:

Musulmanes suníes en procesión a la mezquita central, con dos líderes en el coche antiguo.
Sijs afeitados con acento escocés en un edificio de arcilla amarilla local. Hombres y mujeres que siguen sentándose divididos. Niños que no hablan panyabí y padres que no hablan inglés. Sobrecompensación de identidad con los pañuelos en las cabezas. ¿India o Escocia? Los sij parecen entender que, para vivir en Glasgow, necesitan de todo un poco.

11 comentarios:

  1. Uf, el edifcio es feote. Parece un almacén logístico al que le han puesto una guinda dorada. Pero, bueno, si dan de comer, será cuestión de acercarse. El guía, pobre, que tenía que decir con lo de los velos, si aún se está preguntando quién es él, con 17.
    La última foto es una estampa rara, ¡qué contraste!
    Saludos.

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    1. La fealdad del edificio fue parte de lo que me indujo a ir. Quería saber cómo puede costar diecisiete millones un edificio que le sacas las bóvedas y parece un cuartel. Dentro es muy funcional y está muy bien construido.

      La comida sí que mereció la pena. Si vendiesen libro de recetas lo compraba seguro, aunque imagino que parte del éxito es la práctica que tendrán cocinando grandes cantidades a diario.

      Me quedé con ganas de entender la ceremonia, pero el guía sabía de su religión lo que un católico normal preparándose para la confirmación, quizá menos.

      La estampa de la última foto fue tan rara que esperamos un buen rato a verlos pasar. Fue extraño salir de un templo abierto donde te dan la bienvenida, con música y colorido y toparnos con una procesión uniformada gritando consignas incomprensibles (árabe, imagino) como si fuese una manifestación. Los carteles tampoco daban pistas, lo que pongo lo sé porque al llegar a casa mi pareja miró las procesiones permitidas para ese día en la web del ayuntamiento.

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  2. Que hambre me ha dado leyendote... Me ha hecho gracia lo que dices de que "el guía sabía de su religión lo que un católico normal preparándose para la confirmación, quizá menos"!
    Oye te he dejado un premio en mi blog, pásate a recogerlo cuando quieras: http://quehagoyoenbulgaria.blogspot.com/2013/09/liebster-award-x2.html

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    1. A mi me ha reavivado el interés por esa cocina. A ver si encuentro una receta de pakora que me dio una amiga y la pruebo.

      Por lo que el guía nos contó, llevaba estudiando panyabí doce años y aún no lo hablaba. Debe de ser muy complicado entender la base de una religión sin vivir inmerso en la cultura que la ha originado. Si no tienes una curiosidad grande por el tema imagino que, o pasas, o la empanada mental es gorda, sobre todo a esas edades.

      Uf, el Liebster. La verdad es que ya escurrí el bulto una vez. Ese tipo de post me cuestan bastante esfuerzo. Pero muchas gracias por acordarte.

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    2. Jajaja sinceramente nunca sé si dar premios es un favor o una putada, con perdón. Así que yo los reparto cuando me toca y luego que cada una haga lo que quiera con él. Tú si quieres déjalo en una vitrina y ahórrate el post, que con el tiempo que llevas blogueando estarás ya cansada de premios. Yo venga a leer y a leer y nunca se acaba tu blog! :)

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    3. Nah, premios tenemos pocos, sobre todo por nuestra vagancia en eso.
      Como te leas todo el blog vas a terminar sabiendo lo que tiene mejor que yo...

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  3. Interesante. Una gran comunidad asentada en Glasgow por lo que se ve. A mi me pasa como a Jueves, lo de la comida parece que es lo que me entusiasma... independientemente de intentar comprender las motivaciones de su comitiva. Difícil debe ser compaginar usos, educación, cultura, habla y religión en un país distinto con costumbres distintas. O al menos a mi me lo parece. Saludos.

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    1. Si. En todas las religiones parece que la adaptación debería ser sencilla: te lees las escrituras sagradas, haces lo que dicen y punto. Pero no, porque cada texto esta hecho por y para un pueblo determinado. Como lo de los musulmanes con el Ramadan en Escocia, que llegan y se dan cuenta de que no hay manera de observarlo como en los países árabes.

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  4. Los sij con el pelo corto, suníes sin rapar, una buena y acogedora comida, visitar un templo de otra religión. Desde luego, hicísteis un buen día.
    Lo de las mujeres y los hombres me recuerda a la iglesia del pueblo. Solo se alteraba el orden cuando, en verano, llegábamos los veraneantes revolviéndolo todo.
    Me ha llamado la atención lo de las comidas: halal por aquí, kosher por allá (lo he mirado por internet, que no conocía ambos términos ni los demás). Parece que los sij se han convertido por un día en un puente de unión entre musulmanes y judíos. Esto también me ha sorprendido pues a los sij los creía agarenos. En su día, hace años, hubo unos problemas en el Punjab y hablaban de ellos como si fueran una rama de la religión musulmana. Pero, al indagar sobre ello gracias a tu anotación, veo que no es así.

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    1. Ayer le enseñé la foto a otro suní y me asegura que él no sabe nada de la procesión y que según él deben de ser chiíes, así que ya no sé nada.

      Lo de la comida no es cosa de un día, la sirven siempre así. Lo que fue ese día especial fueron las visitas guiadas cada 15 minutos, con lo que había mucho "turista" y no nos íbamos a sentir extraños en el comedor.

      Yo también siento haber acabado esta entrada bastante ignorante. Normalmente si pongo un término raro pero es algo que domino, lo enlazo a un sitio del que me fíe, pero aquí no hice nada porque solo hubiese tirado de Wikipedia y eso ya lo sabemos hacer todos. Hasta hace unos años que coincidí en el trabajo con una, a los sij los tenía como a una especie de tribu guerrera. Algo debe de haber, porque en la tienda de recuerdos una de las camisetas tenía un escudo hecho con espadas curvas y dos granadas de mano. A ver si un día encuentro alguna fuente decente y me aclaro.

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  5. I am one of the volunteers at the Glasgow Gurdwara and great to see you had a good experience. I had the comments translated using Google from Spanish to English. Just to clarify the building cost £4 million, not £17 million.

    Hope you visit again - we are participating in a lot of Commonwealth events this year so lots of exciting community events will be taking place! www.GlasgowGurdwara.org

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