A ritmo de villancico la Navidad se acerca. Por mandato cronológico es obligado ser
felices, magnánimos con los demás, acallar
el ruido interior con el tronar de la zambomba,
hacer la dicha directamente proporcional al número de comensales, esforzarse en malabarismos verbales para que
no se descomponga la urdimbre familiar que en estos días se muestra más
compleja, cristianizar lo pagano y paganizar lo cristiano para demoler la
incoherencia, hurtar de la memoria
infantil páginas que ayuden a ocultar otras en blanco o con borrones de
madurez, forzar la composición de un
puzle diseñado para disimular el vacío
de conocimiento y la ausencia de singularidad.
Mas lo escrito que no induzca al lector a pensar que
es el desahogo de un resentido, el escape de un melancólico tristón, la
catarsis de un enojado con el mundo, o
el manifiesto de un esnob; porque estaría
errando: ninguno de los supuestos me contiene.
Me gustan los turrones y detesto los villancicos. La Navidad no me
enfada ni me entristece, no me ciegan
sus luces ni me desilusionan los reyes con sus camellos. Me eleva el ánimo la cara gozosa de tanto
niño y me lo baja el rostro ajado por las arrugas de la carencia o el rictus de
la desgracia de tanto ser decente. Son
mis líneas superiores la decantación de
una reflexión impuesta por el tiempo vivido y la inevitable
observación.
Paz a los hombres de mala voluntad, y que ésta torne su sentido en virtud de aquella.
Pasado el tiempo, la Navidad nos aparece como algo inevitable, con sus cosas buenas y las que no son tan buenas. Para las escasas alegrías que tenemos en nuestra vida habitual, disfrutemos de lo que podamos, aunque sea Navidad.
ResponderEliminarFelices fiestas !
Felices fiestas, José. Hay que soportar los inconvenientes y aprovechar todo aquello que nos acerque a la felicidad. Saludos agradecidos.
ResponderEliminarLa Navidad, la felicidad y el dolor son como uña y carne. Es como si no se pudiera separar ningún rasgo de los otros dos.
ResponderEliminarFelicidades
No sé...pasarla lo más rápido posible. Y entresacar lo que de bueno pueda tener. Al fin y al cabo debe el ser humano ir en pos de su felicidad. Aunque no la artificial. Un saludo y a pasar estas fechas lo mejor que se pueda. Que ya va quedando menos.
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