No creo en las recetas de educación, así que esto no va a ser una. Solo es un relato de lo que he aprendido con el cambio de escuela infantil de mi hija.
Jueves empezó la guardería en Glasgow, donde recibía una educación tradicional dentro del
método Reggio Emilia que se aplica en toda Escocia. Clases de idiomas, baile, lectura, acceso a ordenadores, actividades con pantallas táctiles, etc. En cuestión de disciplina, aplicaban lo que en España llaman "rincón de pensar". Aquí le dicen "time out", o tiempo muerto. Consiste en que, si un niño causa problemas, le explican lo que ha hecho y lo llevan a una habitación sin ruidos ni distracciones hasta que se calme.
Cuando llegamos a las Highlands, la niña acabó en lo que se ha dado en llamar "
forest kindergarten" o
escuela bosque. No hay tecnología, ni actividades programadas a no ser que los niños las pidan y se pasa el mayor tiempo posible al aire libre, a veces en un bosque cercano donde han hecho fogatas, cabañas de palos, etc. En cuanto a la regulación del comportamiento, tienen un cuadro donde, cada vez que hacen algo bueno (ayudar, atender, etc), ascienden. Del arco iris al Sol, del Sol a las estrellas y, si llegas a las estrellas, te imprimen un certificado. Cuando un niño se porta mal, se da una charla a todos para explicar por qué no debe repetirse.
Cuando conocí la escuela bosque, casi me emocioné. Era como si hubiesen hecho una lista con todas mis fantasías de infancia y las hubiesen hecho realidad. Las profesoras eran muy agradables y con años de experiencia en el centro. A la niña también le gustó. Seis meses más tarde, la impresión es distinta.
En general, veo varios problemas. El primero es que tanto aire libre y juego libre acaba en una barra libre de microbios y suciedad que deriva en bastantes más enfermedades. Esto es algo común a todos los centros de este tipo.
Aunque la niña tiene un mayor interés por jugar en la calle, pintar y las manualidades que antes, se aburre. Si en la otra escuela jugaba diez veces al pilla-pilla y después iba a hacer dibujos para aprender los colores en español, en esta juega al pilla-pilla treinta veces y (si quiere) hacen un dibujo que nadie mira si no lo trae a casa. La niña (a la que le encantan los libros) llegó a las Highlands con varias letras aprendidas, gracias a un uso responsable de la pantalla táctil del aula. Ahora, a pesar de un enorme interés, apenas sabe escribir su nombre sola, pero por memoria, no entendimiento. Sus nuevas maestras creen que es extraordinario. Entiendo que no hay prisa en que un niño aprenda a leer y que da igual que lo haga a los tres que a los seis años, pero este caso es alguien que quiere y a quien no se le facilita el aprendizaje. Sospecho que "juego libre" es otra forma de decir que las cuidadoras trabajan menos.

Pero la mayor diferencia entre centros está en la disciplina. El método no es igual en todas las escuelas bosque, pero merece mención porque no me esperaba la diferencia. Cuando Jueves iba a una guardería con el sistema de tiempo muerto, había un niño que causaba problemas. Si surgía un conflicto, Jueves, si no lo resolvía sola, sabía que una cuidadora ayudaría. Ahora, con menos de la mitad de niños, sé el nombre de al menos tres jíbaros. La niña muchas veces no va a las profesoras porque no siente que eso resuelva nada. Hace unos días, dos niños la insultaron y, en lugar de ir a una cuidadora, hizo campamento junto al guardarropa para hablar directamente con las madres. Afortunadamente se cansó antes de que llegasen. Con respecto al cartelito de arco iris, ya me explicó ella: "Si te ven compartir un juguete eso sube uno. Ayudas a ordenar la clase al final del día y es otro (pero sólo al final del día porque sino no te ven y no cuenta). Después te sientas quieta mientras la profesora lee un cuento y ya son tres cosas y te dan el certificado". Así, como una máquina expendedora. Un juego que pronto aburre.
En resumen. Creo que es bueno que mi hija tenga la experiencia de ir a una escuela bosque, pero por lo que ha aprendido de sí misma por contraste con la anterior. Si no la he cambiado de centro es porque cuando llegamos a la ciudad no había plazas en la otra y ahora queda poco para que empiece el colegio. Sólo recomendaría una escuela bosque para niños muy inquietos a los que no les guste ninguna asignatura académica ni sean enfermizos.