Negligentemente
remuevo
cachivaches
de antaño,
que
sumidos en la quietud
Y
ahí está un almanaque,
con
sus meses y su fotografía,
dueño
de sus días, pues
el
tiempo no puede matar
a
lo qué su esencia da vida.
Y
vida son sus números,
cuando
curioso los miro:
decoloradas huellas de tinta
de cachitos de lo vivido.
Pues
son nombre propio de un día
al
que yo le he puesto apellido:
un
dibujito, un aspa, un asterisco,
unas
letras sin aparente sentido
para
no por todos ser leídas;
o
un redondel rojo que
se
ha vuelto amarillo.
Espectros
de un tiempo
a
un papel sujetos, que
bueno,
malo o como fuese,
era
mi yo y mi presente:
palabra,
pensamiento y obra,
agua y fuego de adolescente.
¡¡¡¡PRECIOSO!!!!
ResponderEliminarGracias Jose.
EliminarMuy bueno. ¡Enero de 1970! Menudo recorrido entre los jeroglíficos del tiempo, sus signos casi incomprensibles y la vida que va discurriendo de casilla en casilla. El yo presente, en actos, fe y deseos. ¿Habrán más cosas?
ResponderEliminarUn abrazo.
En tu cabeza siempre está un bosque (real o imaginario), en la mía el tiempo y el mar son perennes. Ambos en su bonanza o su enfado, su abrazo o su agresión.
EliminarUn abrazo.
El paso de los años.La vida envuelta en calendarios que fueron y ya no son.Lo son los calendarios presentes.El hoy.El Carpe Diem.Pero aquellas hojas amarillas presentan los simbolismos que nos hicieron ser nosotros a través del día a día,de nuestra experiencia, de nuestros años ...en definitiva, de nuestra vida.Hoy seguimos con el grafito en nuestras manos diseñando los pasos que queremos, los dibujos que inventamos, las ilusiones que nos enmarcan.Bonito poema que nos lleva, tal vez, a una cierta melancolía.Un abrazo.
ResponderEliminarTanci, dices que los calendarios fueron y ya no son... hoy estoy en desacuerdo contigo: el calendario perdura, es el tiempo el que ya no es porque otro le sustituye. Un almanaque guarda en sus números toda una existencia, aunque esta esté formada de tiempo. Bueno, esta es una apreciación que admite muchos comentarios y perspectivas. Y la melancolía que puedas percibir en el poema quizás sea porque se fue ese tiempo y el calendario me lo recuerda y certifica que es pasado, pasado muy lejano.
EliminarAhora toca pensar en cómo llenar los que quedan por cumplir.
Gracias y un abrazo.