Mucho se ha dicho del mensaje subliminal -o no tanto- que envían las princesas Disney a nuestras niñas: ideales de belleza inalcanzables, sumisión, el matrimonio como meta vital... Son una afrenta al feminismo. Pero ¿Y los príncipes? ¿Qué mensajes dan?¿Es que nadie piensa en los niños? Hagamos un repaso de las historias más conocidas y de cómo pueden moldear las impresionables mentes infantiles masculinas.
Aladino:
Aquí la moraleja es que, si eres simpático, la falta de escrúpulos que lleva escoger el robo como forma de vida y el allanamiento de morada como pasatiempo es una trivialidad que no sólo no afectará, sino que reforzará tu atractivo con las mujeres.
Blancanieves:
El destino favorece al hombre que encuentra un cadáver de tres días envenenado por su propia familia en mitad del bosque y decide morrearlo.
Bella y la bestia:
No dejar que una completa desconocida aparentemente frágil pero peligrosa se meta en tu casa es un crimen despreciable. Por suerte, te puedes redimir si empleas el secuestro como método de seducción y la lucha libre como forma de establecer con quien ha de casarse una mujer.
Cenicienta:
Olvida eHarmony, las clases de salsa o salir de discotecas. Para encontrar tu media naranja lo mejor es llamar a todas las vecinas solteras y que se paseen por tu casa para que las examines como en una feria de ganado. Además, o el tipo es un fetichista obsesivo, o tiene un serio problema de alcoholismo. Porque la melopea esa noche tuvo que ser de cine para que a la mañana siguiente la cara de la chica esté tan borrosa en su memoria que utilice la talla de pie para reconocerla.
La bella durmiente:
Besar a una adolescente narcotizada a la que acabas de conocer sin su consentimiento no importa, especialmente si tus padres y los suyos han negociado vuestro matrimonio antes de que la chica dejase los pañales.
La sirenita:
Querer casarse con una quinceañera que acabas de conocer es perfectamente normal, siempre que cante bien o la encuentres semidesnuda en la playa.
En resumen:
Todos los príncipes Disney, además de ser altos, bien parecidos, barbilampiños y combinar pantalones apretados con la raya al lado, tienen un alarmante exceso de testosterona. Así, eligen esposas en días u horas, suelen fijarse en chicas de una edad suficientemente joven como para preocupar a un patriarca gitano y resuelven los conflictos con suegras y otros enemigos por la vía violenta, culminando el asunto en homicidio en una proporción francamente alarmante.
¿Es entonces Disney un machista trasnochado, mal ejemplo para nuestra juventud? Sólo si tu criatura es demasiado torpe para no ver que Blancanieves o Cenicienta eran premiadas porque no se le caían los anillos por fregar todo el día, el mérito de que Ariél mantuviese su deseo de conocimiento contra viento y marea o que Bella lo sacrificase todo por su padre. De todas formas, aunque nuestra descendencia fuese negada, de esa productora también salieron Alicia en el país de las maravillas, Bamby, Dumbo, Pinocho, Merlín el encantador, El libro de la selva o el Rey León, entre otros.
Finalmente, no hay más que ver cómo han salido las generaciones anteriores. Las profesiones de armas o los pantalones de licra son elección minoritaria entre los chicos. Entre ellas, la única mujer conocida a la que parece haber marcado la imagen de princesa rubia subyugada al hombre de su vida es a la Infanta Doña Cristina y, siendo justos, para ella la distinción entre realidad y ficción es un poco más complicada que para el resto.
Ayyy este análisis es bri-llan-te! Yo siempre he pensado así respecto a las pelis de princesas Disney, lo que no impide que mi hija a sus 5 años esté obsesionada con ellas. Yo veo las películas con ella y le voy aclarando algunas cosas, no sea que aprenda que es normal dejarse morrear o secuestrar por desconocidos.. Qué primitivos son los varones Disney, y aún así me trago más películas de esas ahora que cuando tenía la edad.
ResponderEliminar¿Y crees que hace falta que le aclares las cosas? Si es buena -como lo son la inmensísima mayoría de los niños- por instinto sólo se fijará en lo bueno de los personajes, es con lo que se identifica. Por eso mantienen su atractivo a pesar de los años y por eso las disfrutamos tanto de hijos como de padres. Por eso y por lo bonita que es la animación, que a ver quién no ha hecho algún dibujo basado en aquellas películas.
EliminarSiempre he sido fan de Disney y no entiendo las polémicas que despierta... aunque igual sí se me quedó algo de ñoñez en el subconsciente porque acabé casándome cuando había dicho que nunca lo haría (y nadie me cree cuando digo que lo hice por los papeles :P)
ResponderEliminar¿Es ñoñez casarse? Como tu misma apuntas, tiene ventajas prácticas. La ñoñez dependerá más de cómo haya sido la ceremonia. Si el Sr Torres entró en la catedral vestido de azul cielo en un caballo blanco, entonces ya te daría la razón.
EliminarMe he reído, aunque el tema es serio. ¿Cuántos niños no han hecho de Aladino con sus madres que les perdonan sus faltas —y no a sus niñas—, porque el nene es la mar de simpático?
ResponderEliminarAy, la Infanta. Hasta alguna vez me he preguntado que caramba se le ha pasado por la cabeza "antes de". Y, sí me ha encantado la entrada, pero es la preponderancia de valores de Disney es aplastante. Sólo hay que dar una vuelta por la calle mirar y escuchar. Y si Disney hace otras cosas es para ganar pasta, primer valor, ya que el fin de cuento acostumbra a ser en un Palacio que los de la Manifestación por la Dignidad de Madrid difícilmente podrán costearse.
Por otro lado, mira cómo se pone a las princesas Disney hoy en día: que si son superficiales, que si son sumisas...¿Es eso importante? Quiero decir que nadie es perfecto y ser superficial o sumisa no impide ser trabajadora, comprensiva, respetuosa... Valores que al menos yo personalmente pongo por encima de los otros. Quizá la pérdida de valores -o del norte- no esté tan relacionada con lo que vemos en el cine, sino con la gente que nos rodea.
EliminarLa primera lectura de tu entrada me ha resultado graciosa, luego, he tenido que releer para comprobar lo que se esconde en esos retratos.
ResponderEliminarPedirle a una multinacional paradigmática de la transmisión de los valores de la sociedad capitalista que eduque en valores, me temo que es pedir demasiado. Los valores que encierran personajes y tramas de gran parte de la factoría Disney están todos cortados por un patrón muy similar, al servicio de una idea muy muy concreta. La labor de padres y educadores es la de discernir y en la medida de lo posible reformular y transmitir los valores que entendamos son los prioritarios para nosotros. El problema surge cuando se les da a nuestros hijos consumir productos de manera indiscriminada y acrítica.
Por mi parte, me quedé con "El libro de la Selva" mi favorita de pequeño y de adulto, pero no sé con qué modelo quedarme Si Mowgli, Bagueera o Baloo. Probablemente una mezcla de todos ellos. Incluso me atrae el rey Louie pero solo por su ritmo y su jazz.
Saludos!
Efectivamente, consumir productos de forma indiscriminada es la parte importante del problema. La otra es pensar que un niño va a ver lo mismo que nosotros. El ejemplo que pones es perfecto: cuando hay animales vemos natural identificarnos con cualquiera, pero cuando hay hombres y mujeres asumimos que el niño se ve reflejado en el príncipe y la niña en la princesa, a pesar de que tanto de adulto como de niño tendemos a identificarnos con personalidades, no sexos.
EliminarEn su descargo, hay que reconocer que muchos héroes y heroínas de estas películas pertenecen a la tradición popular forjada por recopiladores de hace doscientos años.
ResponderEliminarEn la última película de Disney, Frozen, se juntaban dos personajes muy distintos: una princesa, la pequeña, más enfocada hacia un destino convencional, y su hermana mayor, con un contenido, creo, algo más complejo.
Exactamente. Las acciones que se cuentan ocurren dentro de un contexto que las explica, tanto histórico como comentas, como con personajes y situaciones que lo marcan como clara ficción. Mi texto no es tanto una exposición al desnudo de lo valores de los personajes, como una lista de decisiones que pierden sentido y se ven de forma completamente distinta cuando se sacan de contexto.
EliminarPor cierto, hablando de Frozen (me gustó, sobre todo la escena en la que el muñeco de nieve sueña con el verano), hay un reverendo en Estados Unidos que dice que incita a la homosexualidad. Aún me estoy preguntando de dónde lo saca.
Tengo que darte la contra en un post desde el punto de vista masculino :) Con ayuda de Monstruo, claro (y censurándole, porque puede llegar a ser un rato bestia xD)
ResponderEliminarComo decían en algún programa de humor que no recuerdo, "menos samba e mais trabalhar" ;-)
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