LAS CIUDADES DE LA LUZ es un libro sin intriga y mucha miga: reflexiones en cada página y descripciones precisas; literatura íntima y escritura laboriosa. Prologado por Fernando Sánchez Dragó y perfilado por el cincel del talento y la maza del esfuerzo de un ingeniero de telecomunicaciones de espíritu sensible y perspicacia extrema: Javier Redondo Jordán.
Su joven autor abre la espita de su sentir en el primer párrafo y no la cierra hasta concluido el último; haciendo cómodo al lector la recogida del néctar por ella vertido para saborearlo a conciencia. Lo consigue en cortos capítulos hilvanados por el hilo del viaje y la experiencia vital que éste aporta; situándonos siempre en exactas coordenadas de espacio- tiempo. Nos va narrando las innumerables imágenes que traspasan sus antiparras y pasan a ser analizadas emocional y racionalmente. No se escapa matiz, no se olvida arista estructural de la composición; es la cuidada tarea de un hombre atribulado por comprender la vida, el mundo y, sobre todo, a sí mismo.
Son París, Benarés y Pozoblanco (algo le toca a Madrid y Barcelona) las ciudades que el escritor recorre, llevándonos de la mano y contándonos lo que a cada paso va rezumando su alma, sin dejarnos caer en ningún momento de la lectura en el letargo: no son recuerdos, es vivo presente.
Estoy persuadido de que cuando Redondo puso fin a su obra vino a su cabeza lo por él escrito en la página 73: la realización de los sueños siempre hace brotar lágrimas de emoción.
Y ahora lo malo…
Este libro no se encuentra en librerías. Si alguien desea no perdérselo, puede adquirirlo en la web personal del autor (www.redondojordan.com), donde va contando sus cosas. Allí tiene habilitado un formulario donde se puede realizar el pedido.
Gracias, Javier, por tu obsequio de estas páginas que me han proporcionado entretenimiento, luz (¿cómo no?) y estímulo.
Gracias a ti, Demián, por tu hermosa reseña y por el tiempo que has dedicado a leer lo que uno escribe. Hoy día existe tanta sobreinformación, tantos libros, que el hecho de que alguien seleccione un libro de entre tanto ruido y le preste su atención es en sí mismo una heroicidad. Y si encima es un libro pequeño y oculto, queda uno un poco en deuda con el lector, en este caso el autor de este blog. Gracias, Demián, por tu amistad. Un abrazo fuerte.
ResponderEliminarCuanto he dicho, así lo siento; cuanto de ti recibo, es sincero. Un abrazo agradecido.
EliminarDragó hace que me aleje de cualquier cosa que toque...
ResponderEliminarSi ese prejuicio lo llevas a rajatabla no hay nada que decir, y no sé lo que has leido de él; pero es posible que no sea tan malo el león como lo pintan. Gracias por el comentario.
ResponderEliminarPues yo intentaré hacerme con el libro. De primera entrada lo que me ha capturado es lo de "espíritu sensible". Ya con eso merece la pena intentar tenerlo y disfrutarlo. Y como colofón me ha llegado lo de " la realización de los sueños hace brotar lágrimas de emoción" Así que lo intentaré...aunque últimamente estoy un poco alejada de las redes y blogs. Felicidades a Javier Redondo Jordán. Saludos
ResponderEliminarCreo que no te defraudará este libro aunque no goce de publicidad ni sea de fácil adquisición.
EliminarAunque estés algo ajena a blogs y redes es bueno que te acerques de vez en cuando y yo te lo agradezco.
Saludos.