Suelo evitar las lecturas sobre crianza. Creo que, si los autores supiesen de lo que hablan, sus hijos serían las grandes mentes de nuestro planeta. Por otro lado, si existiese una receta que funcionase, el mundo no estaría como está. Pero a veces el pánico de la madre primeriza impulsa a meterse en sitios en los que, de tener dos dedos de frete y ocho horas de sueño, no se entraría jamás. Además, no se puede leer un foro de madres español y no ser evangelizado sobre la "crianza con apego".
¿Qué es la "crianza con apego"?
La "
crianza con apego" era una teoría educativa muy seguida en los países anglosajones en la década de los ochenta. Ahora es el método de moda en España.
Según su autor (
William Sears) y sus apóstoles en España (
Carlos González y Rosa Jové) "crianza con apego" significa entender las necesidades del hijo, cómo cambian con el desarrollo y las circunstancias y ser flexibles para adaptarse a ellas. Es indispensable que el niño pueda comunicar sus demandas y que éstas se atiendan sin demora. Razonable, pero demasiado abstracto para las masas, y así no se gana dinero. Por eso ha degenerado a cinco axiomas, para que hasta la madre más simple pueda presumir de educar con un método puntero. Los mandamientos de la "crianza con apego" son:

-Mete al hijo en la cama conyugal ("colecho").
-Dale la teta cada vez que se queje.
-Nunca te despegues del niño (y si lo llevas por casa en un portabebés, mejor).
-Responde de inmediato a cada lloro.
-Nunca grites ni des un cachete.
Resumiendo el resumen: el niño ha de vivir "apegado" a la madre.
Si eres vaga para leer, hay "pegatinas" para el blog que lo sintetizan aún más. Uso el femenino porque el segundo y tercer mandamiento convierten al
padre en actor de reparto.
Crianza con apego, crianza con sentido común.
Para entender el impacto de esta teoría, voy a poner un ejemplo. Conozco a dos madres que tuvieron el mismo problema. Una fue a un foro en España, la otra consultó a sus compañeras de oficina (que no siguen ningún método específico de crianza). Esto fue lo que ocurrió:
Problema: Desde hace unos días, mi hijo de dos años tiene pesadillas y no quiere irse a la cama.
Solución del foro (basada en la "crianza con apego"):
-
No te preocupes, es normal. Seguramente sea un tema de crecimiento. Sé paciente. Tienes que entender que a estas edades su cabecita está llena de confusión. Tu pequeño es todo sentimiento y a veces no puede contener la excitación por cosas que a nosotros quizá nos parezcan normales. Mételo en la cama contigo hasta que se le pase.
-¿Y si se acostumbra y después no lo puedo sacar de la habitación?
-Tranquila ¿Conoces a algún adolescente que quiera compartir habitación con sus padres? Cuando esté preparado, se irá.
Solución de las compañeras de oficina (sentido común):
-¿Ha cambiado algo en casa?(Gente nueva, alguna noticia, una película que haya visto)...
-No, todo sigue como siempre.
-
¿Y en la guardería?
-No lo sé. Puedo preguntar.
Tras llamar a la guardería, la madre se enteró de que tres chicas que tenían trato diario con su hijo habían dejado el trabajo. Una de ellas era su cuidadora. El pobre pensó que a lo mejor se habían ido por algo que él había hecho. Al enterarse, el personal de la guardería habló con todos los afectados (padres, cuidadoras y niños) y el malentendido fue aclarado.
¿Por qué la crianza con apego es tan popular en España?
A pesar de que, como se ve en el ejemplo, este sistema ofrece la muy atractiva posibilidad de aparcar el cerebro, me ha costado mucho entender por qué las mujeres españolas accedían en masa a seguir un método que, además de ser tremendamente sacrificado, el mayor garrotazo a la
igualdad entre sexos desde el
permiso marital y que deja a padre e hijos desamparados en caso de que les pase algo a ellas, no tiene la más mínima
prueba científica que lo avale. Una visita a un supermercado me aclaró el asunto:
Precio de un paquete de leche de fórmula en el Reino Unido: 10 euros.
Precio del mismo paquete de leche de fórmula en España: 20 euros.
Si combino esto con la diferencia en salarios o tasas de paro entre ambos países y la burbuja inmobiliaria en España (que habrá forzado a muchos a comprar pisos demasiado pequeños para meter una cuna en la habitación) ya encajan las piezas. Convertimos en virtud lo que es necesidad. Espero que los hijos lo entiendan.
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¡Ojalá fuese cierto! (Perdón por los errores de puntuación y ortografía, venían así "de fábrica") |