21 febrero 2012

Europa gris

Hoy toca clase de masaje para bebés en la guardería del barrio. Las da Caroline, la chica que hace las revisiones a mi niña y que considero una profesional mezcla de pediatra, sicóloga y "supernanny". Al entrar, me llevo una sorpresa agradable: una de las otras madres es Emily, la chica que regenta la mejor cafetería del hospital y con la que ya coincidí en las clases pre-parto. Ha dado a luz a un niño que parece tan risueño como su madre. Bueno, como su madre cuando trabajaba. Ella ahora está hinchada, ojerosa y mustia. Me cuesta reconocerla.

Terminan las clases. Me voy a Recepción a ver si puedo registrar a mi pitufa en la guardería para Septiembre. Emily se queda charlando con Caroline. Unos minutos después, coincidimos en la puerta de salida. Emily no está de buen humor:

-Qué charla más inútil. No me lo esperaba.

-¿Qué pasó?

-Caroline. Le dije que había tenido dos mastitis y que iba a dejar de dar el pecho. Le pregunté si sabía la mejor forma de hacerlo. Durante diez minutos lo único que me ha contestado ha sido "no puedo condonar la cesación de la lactancia materna". Ni un consejo, nada.

-Pues no lo entiendo, conmigo siempre ha sido de lo más eficiente. Jamás ha cuestionado mis decisiones como madre.

-Ya. Eso pensaba yo, pero menuda bofetada me he llevado.

-Espera...¿Le preguntaste en público?

-Si.

-¿Delante de la estudiante de enfermería?

-Si.

-Creo que te ha dicho eso porque estaba esa chica delante. Ya sabes cómo son en la Seguridad Social con la lactancia materna. Seguro que de ser en privado te hubiese ayudado.

- Tienes razón, tiene sentido.

"Tiene sentido" Seguí pensando después de despedirnos. "Si, claro. Una cosa es en privado y otra en público. No puede decir ciertas cosas en público. Normal"... Aminoré la marcha... ¿"Normal"? ¿Desde cuando es aceptable que la política de un gobierno dicte lo que hace una mujer con su cuerpo? No viví la dictadura de Franco, pero el entrar en una farmacia pidiendo anticonceptivos y encontrarse con un orgulloso "En este establecimiento no dispensamos eso, Señora" o "¿Está usted casada?" no es tan lejano. No sentía el rancio tufo de la represión con tanta claridad desde que leí "El cuento de la criada".

Hora de comer. Fuera pensamientos sombríos. No vivo en una dictadura. De hecho, vivo en la democracia más longeva de Europa. A ver qué chorradas hay hoy en Menéame...


Desazón.

Mientras doy a Jueves el biberón que a ojos de las autoridades me convierte en subversiva y mala madre pienso "Arde Roma. Ojalá que tu generación pueda rescatar este Mundo que la desidia de la mía ha creado". Ella aún es un bebé, pero tiene la mirada incisiva y las piernas largas de su padre. Es fuerte como su madre. Me invade no la esperanza, sino la certeza: por lo menos con ésta no van a poder.

15 comentarios:

  1. Uf... Cómo nos estamos volviendo. No puede ser esto de tener discurso oficial para una madre. Por favor.
    Sobre el futuro. Va a ser distinto. No sé si peor o mejor, yo intentaré hacer lo mismo que tú. Poner las piedras para que sea mejor. Ni que sea una.
    Saludos.

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    1. Yo ya ni llego al tema de que sea una madre. Protocolos hay para todo pero, en cualquier trabajo de cara al público, tu primer deber es dar la información adecuada para que el cliente/paciente tome la decisión más adecuada a su caso. Si crees que la elección no es la más adecuada, haces la observación. Si aún así el cliente se decide por otro producto, le asesoras para que saque el mayor beneficio de la decisión tomada. En ninguna otra profesión se toma esa actitud de "o conmigo, o contra mí". Ni se da falsa información.

      La tuya, a poco que hagas, será una buena "piedra" :-). De todas formas, ya sabes: que aprendan informática para encontrar la verdad, atletismo para correr delante de los grises e idiomas para ni lo uno ni lo otro sea suficiente.

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  2. Me gusta mucho Escocia pero las cosas que explicas están bien porque me hacen ver otra cara de ese país que también existe.
    mi opinión sobre la lactancia materna es que tu cuerpo es tuyo y havces con el lo que quieres. Cada mujer vive de una manera esta cuestión. Yo no tuve problemas de mastitis pero estaba harta de ir corriendo para casa cada tres horas y cuando pasaron los tres primeros meses que dicen que es muy importante ( porque se inmunizan de muchas enfermedades) darles de mamar pues deje de darles el pecho y para mi fue una liberación. No era yo la única que se encargaba de dar de comer a mi hijo, podia salir sin tener que volver corriendo y mi cuerpo volvió a deshincharse. Pero hay mujeres que lo viven muy bien lo de la lactancia que cada una haga lo que quiera, faltaría más!

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    1. Isabel, me temo que aquí "lactancia materna" se considera dar sólo de mamar durante al menos seis meses. Bienvenida al club de las malas madres. Además, alimentar cada tres horas va en contra de la teoría favorecida hoy en día de dar cuando el niño pida, así que ponte cómoda, que estás en el club para quedarte...

      Habrás observado que no he explicado por qué doy biberón. Es porque aquí Sanidad está empeñada en polarizar a las madres: o eres una santa de la liga de la leche, supuestamente culta e inteligente, o una pordiosera ignorante que da el biberón en su vivienda de protección oficial porque fue lo que hizo su madre y su limitado cerebro no da para más. La realidad dista a horrores de esta "película". Conozco a madres de todo tipo que han tomado ambas decisiones. Absolutamente ninguna ha decidido la alimentación de su hijo desinformada o a la ligera y, curiosamente, ninguna censura a su compañera si la decisión tomada no coincide con la propia. Así que ninguna de nosotras tiene que justificar o defender su decisión.

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  3. Me temo que de las siguientes generaciones se impedirá que impidan que el mundo se deshaga en vez de construir algo nuevo. Espero equivocarme. Y que el Estado deje de ser el poli de la cachiporra y asuma su labor para adultos responsables, en vez de culpar e infantilizar.

    Un abrazo :)

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    1. No me acuerdo donde leí hace tiempo que "los ciudadanos vemos como buen gobierno aquel que más les deja en paz". Me parece una definición muy acertada.

      Por otro lado, creo que el mundo es algo más impredecible. Ni mejor, ni peor. ¿Sabías que, por ejemplo, Mario Conde y Enrique Dans (uno de los impulsores de #nolesvotes y defensor de los derechos del internauta) fueron al mismo colegio? Bueno, uno fue a la "sucursal" de Vigo y el otro a la de La Coruña, pero mismo perro con distinto collar. Y cuando pasees por las callejuelas del Trinity College en Dublín (que en las listas de mejores universidades saca varios cuerpos de ventaja a todas las españolas), verás que hay mucha gente muy válida intentando cambiar las cosas. Nunca se sabe...

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  4. Me ha asombrado lo que cuentas Miércoles. Yo si que viví la dictadura de mi país. Y todavía siguen coleteando malos hábitos, creencias instaurdas en las mentes de mucha gente y me atrevería incluso a decir que hasta ciertos miedos. Es una lástima ese vivir en la opresión que te inculcaron desde los primeros años de la infancia. Afortunadamente luché por nuevos aires en mi profesión. Lo sigo haciendo y espero que con un poco de tino y algo de suerte, estas nuevas generaciones adquieran la sensibilidad y la empatía que no nos dieron a los de generaciones anteriores. Tengo la esperanza y no tanto la certeza. El hombre el es único ser que tropieza dos veces en la misma piedra. Biberones al poder. Y pudiendo dar biberones se acrecienta la vida y la libertad. Un abrazo.

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    1. Creo que el peligro ahora es que las nuevas generaciones no entendemos lo que es vivir una dictadura. Solo así se explica que no nos salten las alarmas ante ciertos ejemplos de represión.

      No sé si el mundo será mejor o no en el futuro, lo que quería decir es que al menos Jueves no será de las que se conforme porque "así está todo el mundo".

      Y en cuanto a los biberones, aún hay un colectivo que "aguanta" más: las mujeres que deciden no ser madres. A pesar de ser las que están haciendo más por el Planeta al no contribuir a la superpoblación ni a la contaminación ambiental como el resto, son las que aguantan mayor presión social por salirse del "rebaño".

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    2. Una dictadura es cuando no tienes más ganas de comer porque te duele el estómago y no puedes decirlo porque el plato "debe" quedar limpio y sin comida.Te la tragas, sufres, lloras... pero sabes en tu inetrior que no eres entendido. No habrá posible empatía del que está frente a ti hacia tí. Jueves deberá llevar un porcentaje de carga genética un tanto luchadora, inconformista y, tal vez, "open mind". No obstante, estoy completamente segura que el medio que le rodea, así cómo su estimulación precoz la llevará a buscar un mundo mejor; no sólo para ella misma, sino también para los que le rodea. Será mucho más solidaria que generaciones anteriores. No es que vaticine, pero la educación y el medio en dónde se desenvuelva tendrá un porcentaje también muy alto y mucho que ver en su desarrollo. Sin saber si el mundo será o no mejor que este que nos está tocando vivir, confío en que lo será. Espero un desarrollo interno y espiritual del ser humano, y no tanto el desarrollo que nos han querido meter entre ceja y ceja. O sea, el de "tanto tienes, tanto vales".
      Y por último, y con respecto al último párrafo que apuntas, bien difícil es nadar contra corriente... por esa empatía que has tenido, no me queda más remedio que enviarte una buena ;-)sonrisa. No lo había pensado, pero es muy razonable.

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    3. Vaya. Si cambias libros por biberones... Se me parece un poco a Fahrenheit 451. Todavía no queman los biberones, espero.

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    4. Tanci: El problema que veo ahora es que tenemos muy metido que la democracia es "el gobierno de la mayoría" y que todo lo democrático es siempre lo mejor. Eso nos hace muy maleables y este es un buen ejemplo. 7 de cada 10 mujeres que amamantan en UK lo dejan antes de las 6 semanas de vida del bebé. Osea, que la mayoría no considera la lactancia materna lo mejor para su caso. Sin embargo, se monta una campaña colosal desde Sanidad, se silencian unas cosas, se publicitan otras y, de repente, tenemos la impresión de que la mayoría decide que hay que dar el pecho. Y nadie protesta.

      dafd: los biberones no los queman porque son de plástico y no sería ecológico, que sino... Si te gustó Fahrenheit 451, bájate "El cuento de la criada". Misma calidad literaria y argumento menos sobado. La reseña de la página que doy no lo describe nada bien, pero la puse porque tienen el pdf en español gratuito.

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  5. Lo de la lactancia es una exageración. Es lo políticamente correcto. Se piensa en el bebé pero muy poco en la madre. Recuerdo mi mujer, 18 h cesárea.....22h suben al bebé a que le de el pecho, ¡me parece excesivo!

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    1. Aquí no nos separan nunca de él, sólo 10 minutos para limpiarlo. La chica que tenía en la cama de al lado era primeriza con cesárea de emergencia. Cuando bajó a planta con el resto de las mujeres e hijos era de noche, fuera del horario de visitas. Pasó la noche entera sin su marido, con las piernas inmóviles por la anestesia. El niño no paraba de llorar y las comadronas no hacían más que despertarla para ponerlo en la teta, a ver si así se calmaba. Por la mañana seguía igual, así que más de lo mismo. Una limpiadora le dijo que quizá fuese mejor darle un biberón, pero la chica era emigrante griega y a esas alturas estaba tan agotada que ya no era capaz de entender nada.
      Hoy me toca a mí sugerir una lectura: http://tinyurl.com/cat5mko

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  6. Excelente lectura, la agradezco. Había escuchado hablar de ella pero muy de soslayo, con la entrevista quizás me anime hasta comprar alguno de sus libros. Realmente creo que las actitudes machistas lejos de disminuir están aflorando. Soy profesor de adolescentes y realmente cuando planteas un debate sobre este asunto en ocasiones te quedas asombrado no de lo que dicen los chicos sino de lo que dicen las chicas y esto es preocupante. Aquí en España es muy típico lo de "calzonazos" y las primeras en utilizarlo son las féminas simplemente cuando les cuentas que en casa participas igual o más en las tareas del hogar que tu esposa, y de ella que ¡¡que cara tiene!! En fin, voy a terminar con un pequeño chiste referente al término calzonazos: "Se acaba el mundo y Dios debe elegir a verdaderos "hombres" para que sean sementales de una nueva era. Dice Dios: veamos, los hombres que siempre le hacen caso a su mujer y están a sus órdenes que se pongan a mi derecha y los que no, a mi izquierda. Dios queda atónito, a su derecha miles de hombres y a su izquierda, solamente uno. Se acerca Dios al hombre situado a la izquierda y le pregunta: ¿Qué hace usted para estar aquí? y el hombre contesta: No lo se, no lo se, mi mujé me ha dicho, tú ahí y no te muevas.

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    1. Es curioso lo que dices. Yo siempre he estado más entre hombres que entre mujeres. En la carrera por cada mujer había cuatro hombres y nunca tuvimos el más mínimo problema con el machismo. Por otro lado, las chicas de carreras más femeninas se quejaban mucho más. Siempre pensé que quizá fuese una cierta tendencia al victimismo, pero por lo que dices podría ser que un ambiente "cargado" de mujeres aliente de alguna forma el lado primitivo de los hombres que las rodean.
      Lo mejor del chiste fue ese "mujé". Hoy en día no sólo hay que saber contar chistes, también escribirlos :-)

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