26 abril 2015

Elecciones paralelas

El Jueves 7 de Mayo se celebrarán elecciones generales en el Reino Unido. Es curioso ver que dos países tan distintos como el Reino Unido y España parecen estar pasando por similares circunstancias.

El sistema electoral británico está diseñado para favorecer el bipartidismo pero, incluso aquí, parece que se acaba.

Hasta ahora, el panorama político estaba dominado por los partidos Conservador (actualmente en el poder) y Laborista (equivalente a nuestro PSOE). Para hacer bisagra teníamos a los Liberal Demócratas, que cambian de programa según sople el viento.

A finales de los 90, Tony Blair decidió que la ideología de izquierdas no ganaba elecciones y, como el PSOE en España, su partido (Labour) viró al centro.

Con la crisis económica, los británicos se dieron cuenta de que sus líderes ya no servían. Llegaron las reyertas.

El cambio de política de los laboristas los despojó de identidad propia y llevó a la familiar situación de elegir entre Guatemala y Guatepeor según quien diese menos asco. En este caldo de cultivo de apatía y abstención, adelantando por la derecha, llega el populismo de UKip.

UKip empezó con un discurso simple (salir de la UE) pero, según el voto del cabreo los hacía medrar, expandieron su ideario. Ahora su carismático líder promete según lo que cree que los más pobres quieren oír. “Trabajos británicos para ciudadanos británicos”, o reducir la entrada de inmigrantes y sus derechos, es la idea que ha calado. En las últimas elecciones europeas consiguieron 23 escaños.

Cuando ya nos habíamos hecho a la idea de un gobierno en coalición entre conservadores y UKip, hace unas semanas se descubre una nueva opción. En el debate electoral televisado arrasa la nueva líder de un partido local, la izquierdista Nicola Sturgeon, del SNP, o Partido Nacionalista Escocés. Las redes sociales arden con ingleses que preguntan si pueden votarle y las encuestas predicen un salto de seis escaños a cuarenta, incluso cincuenta.

A diferencia de UKip, el SNP tiene experiencia de gestión y un proyecto definido. Tras perder el referéndum sobre la independencia en Escocia, no quieren ruptura, sino reforma. Piden el cumplimiento de las promesas de los grandes partidos (promesas hasta ahora ignoradas) y abogan por un estado federal dentro de la UE. Si estos objetivos vuelven a obviarse, pedirán otro referéndum. Pero esto es sólo parte de su programa. Su aspiración más inmediata es el fin de la austeridad a través del pacto con los laboristas, a los que pretenden forzar a un regreso a sus raíces socialdemócratas.

Así que, en el Reino Unido como en España, parece que los gobiernos de mayoría absoluta se acaban. También que el electorado no quiere “tirar con todo”, simplemente nuevos gestores para sacarlos de una situación nueva como es la crisis que vivimos.

22 abril 2015

Lobos


Sobresaltado por la visión
de la temprana escena
amanecí hoy.
Eran lobos ante su presa
en el despertar del alba.
Estaban con los colmillos apuntando
al descarriado de la manada.
Apareció, y
a él se lanzaron.
Lo dejaron vivir un rato,
le dieron esperanza
y al final hicieron
lo pactado:
Repartieron el botín,
se bañaron en la sangre
caliente del indefenso, y,
relamiéndose las fauces,
se vanagloriaron de lo hecho.
Se fueron aullando  y
pidiendo aplauso.
No miraron más.  Partieron
dejando
olor rabioso en la mañana.
Qué no vuelvan nunca,
qué nunca vuelvan.
A mí
me robaron la calma.

09 abril 2015

Mari Trini


El pasado día 6 se cumplieron 6 años de la muerte de Mari Trini. Por esas fechas escribí lo que sigue a continuación:


Mari Trini llegó a mi, más o menos, al mismo tiempo que la barba. Era un tiempo de cantautores y de mensajes solapados en sus canciones. El despertar de la sociedad española se estaba generalizando y el ritmo de marcha del ciudadano y el mandatario se desfasaba cada día más. Europa occidental caminaba por delante con muchos cuerpos de ventaja, algunos medios de comunicación nacional luchaban por zafarse del poder político, la entrada de turistas en el país crecía cada año, algunos clérigos desobedecían a la jerarquía eclesiástica, la universidad era cada vez mas hostil al franquismo y hasta en el ejército empezaba a sonar la palabra democracia.


La música siempre fue un medio de evocar sentimientos y, en determinados ámbitos, arrastra más que la palabra; permite una interpretación más personal y, en la mayoría de los casos, provoca un nexo entre personas mayor que un libro o una conferencia. La música “ligera” de una abultada cantidad de grupos de finales de los sesenta no impidió una aceptación mayoritaria de autores que cantaban sus propias canciones. Sus letras eran más “densas” y hasta contestatarias si se le sometía a un análisis críptico: el amor mediocre con final siempre feliz, ahora, se le insertaba en una sociedad que salía del letargo autoritario, que carecía de libertad e información. Concluía una época opaca en que a mayor complejidad de las preguntas más simples nos daban las respuestas.


Mari Trini fue una de estas figuras que desde un escenario o un disco hacía llegar las demandas de un cambio. Su deceso me trasladó a aquella realidad de 40 años atrás, cuando las nubes serían perforadas por el cegador sol del futuro, cuando el rancio corsé social iba caerse a cachos, cuando la libertad dejaría expandir el espíritu, cuando los adoquines parisinos se transformarían en pan, cuando...