06 enero 2013

Radioterapia en el CHOU

Hace un tiempo comenté que no pensaba quejarme de la crisis; que si sacaba el tema sería para animar a gente que no merece el desaliento en que está sumida. Aquí va el primer capítulo.

Recientemente el hospital oncológico en el que trabajo compró un acelerador lineal nuevo para radioterapia. El "juguete" más avanzado del mercado. Para ayudarnos a instalarlo vinieron un par de técnicos del puñado que hay en todo el mundo.

Uno de los expertos salió dicharachero. Pelo negro, barba de chivo, entusiasta de su trabajo y, como el mundo es un pañuelo, de Glasgow. Empezó hablando de la satisfacción que le producía saber que si alguno de sus familiares sufría cáncer podría ser tratado con los mejores medios disponibles. Comenté que eso era en parte lo que me atraía de trabajar en esta ciudad y el tema emigró de su tierra a la mía. Resultó ser buen conocedor del Norte de España. Estuvo trabajando en Oviedo y Barcelona. Barcelona fue una experiencia corriente. Oviedo mejor. Pero la mejor instalación de su vida fue en un rincón de Galicia desconocido en la arena internacional del cáncer: el Complejo Hospitalario de Ourense (CHOU).

Acelerador del CHOU 2009
En el 2009 el CHOU cambiaba su vieja máquina de cobalto por lo que entonces eran dos aceleradores de última generación. Orense se preparaba para IGRT, IMRT, VMAT, SBRT... siglas unidas a tratamientos capaces de paliar sufrimientos hasta entonces sin remedio. La máquina fue recibida por lo que este técnico describe como gente amistosa y profesional. Lo trataron estupendamente, asegurándose de que comía bien, disfrutaba la ciudad, disfrutaba del trabajo y acababa todo según las previsiones. Una tarea nada fácil para una pandilla de españoles novatos frente al fuerte acento de Glasgow. El técnico supo que dejaba los aceleradores en buenas manos.

Hace unos meses la entonces jefa de Sección de Oncología Radioterapica dimitió por falta de medios. A pesar de que el servicio no tenía suficiente personal, uno de los radiofísicos fue despedido. Esto, sumado a una contratación mal planificada por la prima del presidente de la Xunta, ha provocado que las esperanzadoras y hoy no tan nuevas técnicas que se esperaban no se hayan desarrollado y que un acelerador funcione a solo media jornada, cercenando diez y nueve tratamientos diarios.

No he tenido el valor de decir a aquel técnico lo que ha ocurrido. Pero Orense es pequeño. Así que, si alguien del servicio de Radiofísica del CHOU lee esto que sepa que, aunque la gerencia no distinga entre un acelerador y una calculadora de todo a cien, aunque difame en la prensa local a la última médico que luchó por sus pacientes con ellos, aunque despidan a compañeros, hay alguien que lleva desde el 2009 hablando de su buen hacer por toda Europa. Y ya de paso, que si alguno habla inglés y tiene como propósito para el nuevo año encontrar un trabajo con más dinero, menos horas y/o los equipos más modernos de Europa, que se pase por aquí, que tarde o temprano siempre aparece algo.


El equipo de Radioterapia del CHOU en tiempos mejores.

4 comentarios:

  1. Pues es grave.
    Las cosas que afectan a la salud nos duelen más, si cabe. Claro, es nuestra propia vida la que anda en juego. Y, además, estamos en la ignorancia, y, por tanto, podemos ser fácilmente convencidos de cualquier cosa que nos diga cualquiera. Un personaje que sepa moverse en los medios periodísticos e informativos con facilidad saldrá ganador en la competencia por el crédito de la ciudadanía.

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    1. Tu última frase es clave para muchas cosas. Nos quejamos de que el gobierno es incompetente mientras vemos como consigue mayoría absoluta en el Parlamento, pero no pensamos mucho por qué. Ese es parte del problema. La mayoría silenciosa lee sus discursos y cree que tienen sentido.

      Una cosa que me llama la atención es que si lees las declaraciones del gabinete de gobierno, frecuentemente parecen tener un conocimiento bastante profundo de la realidad del país. Pero luego las medidas que aplican para solucionar problemas no tienen nada que ver con el problema que tan bien han retratado.

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  2. Increible. Tenemos que tomar la calle ya!!!!!!!!!

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    1. Realmente este caso no tiene que ver con los recortes, es pura torpeza gestora. Contrataron un médico despidiendo a tres personas que cuidaban de la máquina que éste necesitaba para curar. Es como gastar todo el presupuesto en lápices y no dejar nada para sacapuntas.

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