23 febrero 2013

Mar




Mar:
Antítesis de hipócritas voces,
testigo de eternos amores
y de infinitos temores dueño;
de sincera faz
y demencialmente cuerdo.

Déjame acariciar
el rizado de
tus devastadoras olas
y sentir
la levedad de tus aguas.

Déjame ser tu amante
en este día de espera,
que ya el deseo es placer
y placer a ti llegar.

Déjame contemplarte
y mojarme con tu bravura,
que así,
humedecido en tu enigma,
sentiré tu canto.

Déjame ser moldeado
como tus rocas,
como tus inseparables
rocas del acantilado.

Déjame oír
el amenazante tono
de tus espumas,
y que tu latir cósmico
fieramente golpee
la profundidad de
mi existir.

10 comentarios:

  1. Me ha parecido un poema telúrico que materializa o más bien canaliza la desesperación del hombre en la figura enorme, sin tiempo, del mar. Y en estos tiempos angustiosos me he visto reflejado en estas olas de perfil cósmico.
    Encomendarse al océano para que me diera un poquito de su bravura, de su canto, sería lo más hermoso.
    Curioso, Demián, al final salgo con esperanzas de tu poema.
    Un abrazo.

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  2. Alguna otra vez ya te lo dije: eres un extaordinario lector. Todo lo captas y sientes el pulso de quien escribe. Una misma ola puede acariciarte y derribarte, darte placer o congoja.
    Yo sí creo que es esperanzador: lo diminuto y lo más grande se concilian en un lejano punto a extramuros de tiempo y espacio.
    Un abrazo.

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  3. Déjame escuchar, moldear, temer, enamorarse, palpar su esculpida inmaterialidad, todo ello me habla claramente de un ser que, por su indómita voluntad, resulta siempre esquivo, incluso impenetrable. Es difícil evocarlo sin pensar en su inmensidad, casi como un dios.
    Pero un dios en el que se piensa con rencor, por su aparente apatía hacia los humanos, y con amor, por su belleza. Rencor-amor ¿Es tal vez esa dicotomía tan extrema como para ser antitética e imposible, y fingir amor cuando se odia, o viceversa?

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    1. "casi como un dios" Así es como a mi me parece: amor y temor se enredan de manera indefinida y absorven al mortal humano bajo una sola apariencia.
      Un abrazo.

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  4. Yo me quedo con la plegaria del "Déjame". Ante la bravura y la necesidad de ser domado hay una fina línea de acción y tranquilidad.No le importa al amante ser domado si en esa condición está la holgura de sus sentimientos. La expresión de un devenir humano que quizás le lleva atenanzando toda la vida.Y en la contemplación y en las caricias salpica la espuma de un amor salvaje sí, pero auténtico y sin caretas. Auténtico y salvaje mar de amores consumido... Bello poema navegando entre olas. Saludos.

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    1. Sí que de lo más auténtico que he pensado y sentido ha sido con el mar de testigo. Si con él te paras, te habla y te escucha; pero su lenguaje es críptico y desestructurado, requiere tu atención. El encierra el pasado y el devenir en un presente corto.
      Me satisface que te haya gustado.
      Un abrazo.

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  5. El mar y la luna llena. Mujeres poderosas donde las haya, crueles y sin embargo, tan bondadosas. Ante ambas me he despojado de mis pensamientos y sentimientos. Nadie como ellas para entender la soledad.

    Por otro lado, Demián, bonito nombre. Me enamoré de él al leer a Hesse. Quisiera algún día dar tal nombre a algún hijo.

    Y el blog, maravilloso, por lo que he podido leer hasta ahora. Gran trabajo, también de Miércoles. Muchas gracias por compartir con nosotros experiencias de Reino Unido. Muy interesantes y útiles.

    Un saludo.

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    1. La mar y la luna: "ellas" que nos consuelan y castigan.
      Por H. Hess, como tú has pensado, he tomado Demian como mi nombre bloguero. Para un hijo es mas complicado por no poder sonsultárselo a él y arriesgarse a que el personaje no le guste: no era el niño/joven feliz que ahora parece tan normal.
      Gracias por tu loa al blog, Miércoles también te lo agradece, estoy seguro.

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  6. De puta madre!
    Me ha transportado a la felicidad
    Abrazos

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    1. Si algo en tu interior se movió, complacido quedo.
      Abrazos también para ti.

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