24 junio 2016

Brexit desde Escocia

Durante los últimos meses las televisiones británicas se han llenado de debates sobre las posibles consecuencias de una salida del Reino Unido de la Unión Europea, sin embargo, en Escocia los veíamos como un entretenimiento. Incluso cuando los sondeos daban empate a las dos opciones, vivíamos en una burbuja europeísta que confiaba en que al final reinaría la unidad.

Ayer por la tarde hice mi particular encuesta en el trabajo. No encontré indecisos y sólo una persona admitió votar por la salida de la UE. Pero Escocia apenas suma el 10% del electorado.

Esta mañana, antes de que me diese tiempo a desayunar, David Cameron ya había dimitido y Nicola Sturgeon (la presidenta del parlamento escocés) había hablado con el presidente europeo.

Cuando llegué al trabajo, el ambiente era cercano al pánico. Mi compañera respiraba aliviada porque compró euros para unas vacaciones la semana pasada. Los jefes temblaban contando mentalmente cuantos extranjeros tienen en plantilla. La secretaria que ayer practicaba español conmigo en preparación para retirarse a Andalucía guardaba silencio en ambos idiomas. El que votó por el Brexit está desaparecido y alguno que en el referendum sobre la independencia de Escocia apostó por la unión comentaba que, de haber una segunda oportunidad, cambiaría el voto.

Mi primer pensamiento fue que se encontraría alguna forma de declarar el resultado nulo, como se hizo en los setenta cuando en Escocia ganó la independencia.

Con el tiempo la incertidumbre se disipa. Mi idea de anulación no es válida. El tiempo para negociar los términos de la ruptura es de dos años. Nicola Sturgeon ya tiene cita en Estrasburgo. Entre todos se empezaron a recordar detalles de los debates.

Poco antes de comer, la presidenta de Escocia hace unas clarificadoras declaraciones de menos de diez minutos. Su primera frase es hacia los emigrantes europeos, aseverando que somos apreciados en su tierra. A continuación, comenta que ha empezado conversaciones con Juncker, Londres y los empresarios del país para que sepan que defenderá los intereses económicos y sociales de su electorado. En los próximos días se entrevistará, uno por uno, con los dirigentes de todos los países comunitarios para dejar claro que no queremos la separación y debatir sobre la mejor solución para Escocia. Reconoce los esfuerzos de David Cameron durante los últimos años recordando la dificultad de su labor. Finalmente, confirma que considera que los términos en los que se acordó la unión con el Reino Unido (válidos mientras no haya “un cambio significativo y tangible en las circunstancias en las que se produjo el voto”) quedan invalidados y espera una repetición del referendum antes de dos años.



Mi impresión de momento es que hay dos caminos: un acuerdo que deje al Reino en una situación parecida a la de Noruega o Islandia, o el acuerdo tácito entre las partes de empantanar la negociación del divorcio hasta que se pueda justificar la anulación de este resultado. Viendo que los términos de separación se tendrán que aprobar en Westminster (donde el partido nacionalista escocés tiene representación y más del 65% de los diputados se oponen al Brexit) y que una de las primeras llamadas de Sturgeon ha sido al europeísta alcalde de Londres (con amigos en el congreso), sospecho que esta será la estrategia.

4 comentarios:

  1. Mucho me temo que el Brexit tiene más calado e implicaciones de las que creemos. Y eso tiene relación con los USA de algún modo y en algún momento. (espero que no, espero ser un conspiranoico más)

    Y era una mala relación. GB era el amigo que siempre va a la contra y fastidia la fiesta. En fin, que prisa hay en Bruselas por decir adiós, algo que me parece muy llamativo.

    Me ha divertido lo del pánico en tu trabajo, muy divertido. Con los amigos lo hemos comentado como quien comenta el resultado de un partido de fútbol de dos equipos que no son los nuestros. ¡Qué distinto!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Está claro que de este río revuelto alguien siempre se beneficiará. No sé si además el beneficiado es el que lo ha revuelto.

      La prisa también me resulta curiosa. Dicen que es para evitar un efecto llamada en otros países, pero no me cuadra.

      Intentamos tomarlo algo más a la ligera, pero es difícil. En mi anterior trabajo el 40% de la plantilla eramos extranjeros. Aquí el 50% de los médicos y el 30% de los físicos. Se ha hablado de los emigrantes europeos pero, si la libra cae, también se irán los demás. Escocia sufriría una falta de mano de obra alarmante.

      Eliminar
  2. ¿Tanto molestaba la UE? ¿Qué mecha ha propiciado este resultado? Decía Cameron que fue la política inmigratoria de la UE.
    La institución europea ha observado muchos años de paz. Este referéndum es una extraña manera de pagar una convivencia pacífica tan dilatada.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En el fondo es el mismo discurso en todas partes: la UE es la "casta" que hace a los pobres más pobres y a los ricos más ricos. En este caso, la UE lo hace a base de permitir que un montón de pobres de otros países (rumanos, españoles, polacos, etc) vengan al Reino Unido a aprovecharse de sus ayudas sociales y a robar el trabajo a los británicos.

      Eliminar