31 octubre 2009

Halloween en la Ciudad de los Muertos


La Necrópolis de Glasgow es un cementerio victoriano en la colina junto a la Catedral de St Mungo. Se creó en 1831 como forma de dar salida a un terreno pedregoso en el que no se podía edificar. Tiene una extensión de 34 acres (15 hectáreas) en las que se han enterrado cincuenta mil personas en más de tres mil quinientas tumbas, mausoleos y panteones.


Algunos de los monumentos funerarios fueron creados por los mejores arquitectos de la época, como Alexander Thomson "el Griego". Charles Rennie Mackintosh o John Bryce, lo que contribuye a la atmósfera de grandeza que cabe esperar del último lugar de descanso de las familias más afluentes de la segunda ciudad del Imperio Británico.


Hoy la Necrópolis sufre el deterioro lógico de un clima duro como el escocés y la situación en una colina desprotegida, pero su grandeza perdura. Pasear entre sus tumbas sigue transportando a los mundos de Allan Poe, Henry James o Bram Stoker.


El día que saqué estas fotos era más oscuro de lo habitual. He intentado compensarlo siendo algo más creativa de lo normal en el procesamiento pero mi lado artístico no está muy desarrollado. Si las fotos no gustan, que quede claro que el sitio es impresionante y la que no ha sido capaz de plasmarlo soy yo.

Me gusta esta imagen, mezclando las dos ciudades.


Pero, ¿A qué no sabes quién está aquí? Si hombre...


La estatua que he estado enseñando esta semana es el mausoleo del inventor de la lejía en polvo y creador de una dinastía, Charles Tennant. Hoy nadia recuerda su contribución a la química pero ha conseguido la inmortalidad gracias a una de las tumbas más comentadas de la Necrópolis. Según historiadores, representa a un septuagenario deteriorado por toda una vida expuesto a agentes tóxicos, pero no conozco a nadie que al verla no se pregunte qué hace ese borracho ahí.

4 comentarios:

  1. Geniales las fotos y genial el cementerio. Es muy bonito.

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  2. Gracias, David. Yo me quedé con ganas de volver un día con más luz. Hacía unos diez años que no iba y la segunda vez me impresionó más.

    Ahora lo que me queda por seber es por qué había muchas tumbas con un ánfora cubierta con un lienzo esculpida. Lo vi en algún lado, pero no recuerdo dónde y me tiene incómoda.

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  3. Excelente escrito, y con unas fotos bellísimas...mientras las iba viendo, me preguntaba si no van quedando cada vez más como una cosa del pasado las tumbas, los mausoleos, ese intento de inmortalidad diferida que ahora nos resulta algo extraño, creo...

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  4. Gracias, Explorador.

    Se me ocurre que lo que dices quizá esté relacionado con un papel menos predominante de la religión (y en consecuencia, el más allá) en la vida cotidiana.

    Algo que siempre me ha sorprendido el que esa grandiosidad se manifieste más en cementerios protestantes -de culturas más austeras- que en los nuestros.

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