01 noviembre 2010

India (IX) Seguimos en AGRA.




A corta distancia del Taj Mahal y también en la orilla del río Yamuna nos topamos con el Mehtab Bagh.

Se dice que Shah Jahan lo había ideado para que fuese su tumba pero el cautiverio al que fue sometido por uno de sus hijos le impidió rematar la obra.

De nuevo la combinación de la arenisca roja y el mármol blanco, en dos obras separadas por un jardín y pasillos central y laterales, proporciona un resultado de contraste y esplendor.

Un patio amplio precede a lo que pudo haber sido una réplica del más famoso túmulo de India. Mientras nos recreamos en su contemplación, unas juguetonas ardillas nos seducen con sus carreras y miradas traviesas que quedan perpetuadas en nuestras cámaras.



Algo más nos queda por ver en Agra: su conocido Fuerte. Construido en el reinado de Akbar (s.XVI) y modificado por sus sucesores.

Dentro de sus más de dos kilómetros de muralla roja encierra edificios de distintas épocas, patios interiores, pasillos, galerías con bellas arcadas, salones y una terraza blanca que, al igual que otros miradores del fuerte, está orientada al Taj Mahal. Así, en él, pudieron descansar cada día los afligidos ojos del viudo y prisionero Shah Jahan, humedecidos por la ausencia de su apasionado amor y el dolor del encierro ordenado por su hijo.

Nuestra visita ya tiene su gota romántica y nosotros la preciosa panorámica aderezada con una historia.

Los muchos y variados compartimentos son testigos de las miradas curiosas que a diestro y a siniestro lanzamos. El largo transitar por la fortaleza es largo y a su término dejamos ésta por una puerta distinta a la usada para la entrada. Es un portalón noble y sobrio unido al puente que salva el foso de protección de esta hermosa ciudadela. Cuando lo cruzamos sabemos que también nos estamos despidiendo de Agra.




A nuestra espalda queda; y al frente: Jaipur. Allá nos vamos

6 comentarios:

  1. ¡Vaya viajecito que os estáis haciendo! pero al menos, con vuestro relato, los que no hemos estado en la India podemos viajar un poco por ella y conocerla algo mejor. ¡Un saludo y seguir disfrutando!

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tu comentrio, que siempre es gratificante saber que hay alguien que le interesa lo expuesto.
    Saludos, Nieves

    ResponderEliminar
  3. Que maravilla, parece mentira que esos edificios exóticos e irresistibles hayan podido ser realidad, lo asocio a fantasías de la imaginación que forjé de niño (claro, que los libros, pelis y videojuegos lo tuvieron que sacar de algún sitio).

    Mucha envidia ;) y sobre todo, mucho agradecimiento por poder sentir más de cerca esas fantasías de piedra.

    Un saludo :)

    ResponderEliminar
  4. Explorador: Si que son una maravilla estos fuertes y construcciones, y facilitan mucho imaginarse la forma de vida de aquellos rajás y toda su corte. También la de los que estaban fuera de las murallas.
    Gracias y un saludo.

    ResponderEliminar
  5. La fortaleza es estupenda. Tanto la construcción en sí como las vistas. Precioso.
    Por cierto, la artillería debía llegar muy tarde a la India, puesto que la tipología del fuerte es medieval (paredes altas y delgadas), y eso que los chinos y sus petardas estaban a tiro de piedra.
    Ese portalón, creo que sacaré el lápiz y el papel.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  6. Siempre tan acertado, Igor. Pues a trabajar, que lápiz y papel - si es que puedes prescindir de la goma - hay en todas partes.
    Saludos

    ResponderEliminar