Sé tú
pero no hagasa los demás
ser como tú.
No impongas
que como tú
piensen los otros.
Te estás equivocando:
no ganas poder,
tan solo creas
temerosa desconfianza,
y cuando arríes
la bandera de tu imperio
tendrás
un campo yermo,
nada más.
Comprenderás entonces
cuán pocos eran
los peldaños de tu trono
y la pureza de tu mitra.
Verás
corretear felices
a aquellos tus parias
y la luz alegre
de su bajeza.
Deja
a cada conciencia
medrar por si misma,
siendo cada error
un paso más
en el ascenso
a la codiciada cima,
un bello tropezón
con la vida;
y sentirás el devenir,
una nueva deidad,
el gozo del crear,
la paz.
Me ha gustado mucho esta entrada, te doy la razón, se tu mismo y haz algo por cambiar lo que no te gusta, indignate pero con propuestas, enfadate pero con logica y buscando respuestas.
ResponderEliminarBusca y trabaja, haz todo lo que puedas para mejorar:) se tu mismo!
me ha encantado!
UN BESAZO!!
Gracias por tu visita y tus elogios, Juliet.
ResponderEliminarTú lo dices: trabajo y búsqueda, algo bueno vendrá con ellos.
Un beso
Hola Demián. Sugerente tu entrada conjuntamente con tu poema. Ser uno mismo es harto difícil. A veces, hasta tienes que nadar contracorriente, enfrentándote a tus propios miedos e inseguridades e incluso bajo la mirada justiciera de quienes creen que las cosas se han de hacer"a imagen y semejanza". Ante esta perspectiva, romper cadenas persistiendo en el propio empeño podría, en el mejor de los casos, llegar a culminar un objetivo,concluir una etapa o incluso lograr un perfil de personalidad único y admirable. Como que cada uno en este mundo debiera tenerlo. Pero estamos mediatizados por el entorno, las costumbres y creencias; muchas creencias que, muchas veces ni somos conscientes de haberlas adquirido ni de practicarlas. Tal es así que hacemos las cosas por rutina, por copia o porque siempre las hemos visto así y creemos que así deben ser. Por otro lado, ser uno mismo requiere un inmenso valor con uno mismo. Valor para desentrañarnos humildemente, y valor para encarrilarnos por dónde pensamos que debemos hacerlo, una vez que hemos desentrañado lo que no nos gusta de nosotros ni para nosotros. El valor de practicarlo e intentar conseguirlo lleva esfuerzo, constancia y práctica. mucha práctica. Es más facil dejarse llevar, acomodarnos y mirar hacia el otro lado dejando caer los párpados como si eso no fuera con nostros.Empecemos por uno mismo, si.Pero creo firmemente Demián que, "Grano no hace granero, pero ayuda al compañero". El ser humano es ser social por lo que una transformación empezando por uno mismo, conlleva también una transformación colaborativa y de grupo.Cercana a tu filosofía en algunos aspectos, creo que con esta opinión no deseo ser grandilocuente, ni tan siquiera creo poseer la verdad, te hablo desde mi propia perspectiva personal.Parece que uno se come el mundo y lo ha aprendido todo en la vida cuando es la propia vida quien te va empujando por caminos y veredas de jamás hubiéramos imaginado patear.Cada uno que tropiece con la piedra que le ha tocado en su camino, sin dejar de mirar a las de los demás. Esa perspectiva, tal vez, nos valdrá para seguir aprendiendo y verificando el sendero. Me gustó tu poesía. La he leído varias veces, por eso me sale tan larga mi reflexión. Un saludo.
ResponderEliminarSer uno mismo es ser valiente, muy valiente. La valentía es la verdadera razón de la vida plena. Precioso poema. Un abrazo.
ResponderEliminartanci.- Creo que estamos en concordancia. Lástima que sea tan laborioso llevar al vivir diario lo que aquí decimos sobre la individualidad. Pero ya no es poco saber el camino aunque esconda peligrosos recodos.
ResponderEliminarGracias por tus palabras y un saludo.
don fernando.- Valentia y curiosidad, cóctel peligroso, intensidad de vida... cada uno decide.
ResponderEliminarUn abrazo