Blog del mes en Expat Blog

La semana pasada esta bitácora fue elegida blog del mes en Expat Blog.

Foto original de Loch Fyne

Expat Blog es un directorio de bitácoras, registro de negocios y punto de encuentro de emigrantes de todo el mundo. Funciona en varios idiomas. La versión en castellano no es muy activa, quizá por la competencia de Spaniards, que está gestionado solo por españoles y tiene mayor difusión.

Para marcar que somos blog del mes, contesté a una pequeña entrevista en la gaceta del directorio. No creo que diga nada sorprendente u original. Lo mejor es que está en una página de recopilación de los premiados. Esta página sí la recomiendo para el que quiera encontrar algunos blogs curiosos o lecturas interesantes.

Foto retocada

Si alguien más tiene curiosidad por lo que implica ser blog del mes, solo decir que los encargados de la gaceta hicieron un trabajo a conciencia. Una vez contestadas las preguntas, Julie (la encargada de los textos) me contestó rápida y educada con buenas sugerencias para su mejora. Tras acordar el contenido, lo editó un poco más, añadiendo una frase aclaratoria, corrigiendo una falta de ortografía (que yo me acuerde) y cambiando la última frase, que redacté más tajante. Julie pensó que la foto había sido recortada para adaptarla mejor a su página, pero el editor además la retocó para que tuviese mayor impacto.

En general, una buena experiencia.

Sé tú

Son tiempos de confusión. Los que indignan y los indignados quieren salvarnos del errático camino, pero una mayoría estamos convencidos de que las vías de las que nos hablan nos dejarán a medio trayecto. La individualidad ha de tomar fuerza, han de procurarse los mejores granos para confeccionar el óptimo racimo.

Sé tú

pero no hagas
a los demás
ser como tú.
No impongas
que como tú
piensen los otros.
Te estás equivocando:
no ganas poder,
tan solo creas
temerosa desconfianza,
y cuando arríes
la bandera de tu imperio
tendrás
un campo yermo,
nada más.
Comprenderás entonces
cuán pocos eran
los peldaños de tu trono
y la pureza de tu mitra.
Verás
corretear felices
a aquellos tus parias
y la luz alegre
de su bajeza.
Deja
a cada conciencia
medrar por si misma,
siendo cada error
un paso más
en el ascenso
a la codiciada cima,
un bello tropezón
con la vida;
y sentirás el devenir,
una nueva deidad,
el gozo del crear,
la paz.

Langside: El viejo Sur no es lo que parece.

Langside es un barrio tranquilo del Sur de Glasgow. Demasiado caro para los inmigrantes, demasiado obrero para los adinerados y sin nada que los turistas quieran ver. Uno de tantos lugares escondidos en esta gran ciudad.

La mayor parte del barrio es residencial, con las típicas casas de arcilla roja y techos altos mezcladas con otras que, aunque más modernas, se niegan a abandonar la piedra como material de construcción.

Como cualquier rincón de Glasgow, Langside aún conserva restos de un pasado imperial. Como en muchos otros lugares de esta ciudad, estos restos no siempre son lo que parecen.

En 1915 este edificio era una parada de tranvía con kiosco. En 1962 se cerró el tranvía y en 1990 la estación era una ruina esperando demolición. Se recogieron 1.500 firmas para su rescate, pero nadie supo qué hacer con ella hasta que en 1993 un empresario la compró por una libra. Hoy es Battlefield Rest, un restaurante "italiano" famoso, no sólo por su calidad (fue restaurante italiano del año 2010 ), también por la creatividad del menú, que incluye los populares "Cannelloni Haggis" o el avestruz en salsa de oporto y miel, entre otras rarezas.

Esta construcción es una de las más llamativas del campus de Langside College. El College siempre ha estado dedicado a la Formación Profesional, pero este edificio en concreto es hoy bloques de apartamentos. Para los amantes del cotilleo inmobiliario, en la última planta hay uno en venta.

Por último, un templo de diseño local. La arcilla roja escocesa, la estructura de la Grecia clásica y las decoraciones de inspiración faraónica son recordatorio de la opulencia de la segunda ciudad del Imperio Británico. Hoy la iglesia ya no acoge feligreses, pero sigue cumpliendo una labor cristiana: dar de comer al hambriento y de beber al sediento. El pub "Church on the Hill" (poco se trabajaron el nombre) es también apreciado por su pantalla plana para ver deportes y sus noches de Poker.

Suicidio asistido, noticia insistida

Me entero por El País de que el documental de la BBC "Eligiendo morir" ("Choosing to die") ha conmocionado a la mojigata sociedad británica. Menos mal que está la prensa patria para informarme, porque en la de la isla no he visto nada.

Terry Pratchett

En "Eligiendo morir", el escritor de novela fantástica Sir Terry Pratchett, diagnosticado con la enfermedad de Alzheimer en 2008, medita sobre la posibilidad de acabar sus días de forma voluntaria antes de que la enfermedad le absorba. Para ello viaja a la clínica de Dignitas en Suiza y sigue el camino hacia la muerte asistida de Peter, un hombre con una enfermedad degenerativa. El documental incluye la ingestión del cóctel letal y el fin de su vida.

Me resulta extraño que este programa pueda levantar ampollas a nivel nacional. Primero, porque la televisión hace tiempo que ha perdido influencia frente a Internet. Segundo, porque no recuerdo nada que se haya descrito con palabras como "muerte", "dignidad" o "suicidio" y que haya sido un éxito de público desde el "Dame veneno que quiero morir" de Los Chinguitos.

La Muerte en las novelas de Pratchett

Buscando reacciones en la prensa, sólo he encontrado una crítica del reportaje en The Guardian, que lo pone como excusa para entonar un anodino "qué bello es vivir". Hay también un comentario en el Daily Mail, que diría que es el equivalente británico de La Razón, de no ser porque comparando las desquiciadas redacciones de ambos sobre el tema, el plumilla isleño saca al menos un par Tranquimazines de ventaja al homólogo español.

¿Quién se ha escandalizado entonces? ¿Un líder religioso? El Arzobispo de Canterbury no ha sido. Por muy anémico que le ande el rebaño, el hombre no anda tan falto de cariño como para salir el lunes en todas las portadas por denunciar el impacto de las reformas sociales y sanitarias del gobierno en los pobres, y reaparecer el miércoles para llorar por lo que haga un ateo declarado en sus últimos días.

Arzobispo Rowan Williams

No sé qué pensará el "público". La única persona que conozco que ha visto el programa sólo ha comentado el tacto con el que se mostró la historia y lo conmovida que la dejó. Y lo molesta que se sintió porque la guía de la televisión tenía la hora del programa mal.

Entre las huestes conservadoras de la Iglesia Católica, predicando que si no has elegido nacer tampoco es asunto tuyo cuándo morir, y los estudios de la OMS, que coinciden con muchas madres en que "si tus amigos se tiran por un barranco tu también te tiras", se ha acallado casi cualquier intento de tratar el tema del suicidio en público. Sin embargo, los españoles no somos tan distintos de los británicos. El Terry Pratchett de "Choosing to die" ha tenido aproximadamente el mismo impacto que el Ramón Sampedro de "Mar adentro".

Para terminar con una noticia menos lúgubre, lo que sí ha sido portada en los periódicos de hoy ha sido la espectacular caída de la tasa de desempleo británica, la mayor desde el año 2000. Unos 88.000 nuevos puestos de trabajo generados en el último trimestre. ¿Eso habrá salido en El País?

Dos recetas de scones

El scone es al desayuno británico lo que el cruasán -ortografía comprobada con la RAE- al español. Es rara la cafetería que no lo tenga y se sirve, al igual que el cruasán, con mermelada y/o mantequilla. A veces la mantequilla se cambia por nata.

Scones "del Ritz"

Este bollo tiene su origen en Escocia, donde las recetas son más espartanas, omitiendo el azúcar. Aquí se conservan variantes como el "griddle scone"(hecho en una plancha, como una tortita) o el "potato scone" (de harina de patata). En el norte de Inglaterra las recetas sustituyen la mantequilla por manteca de cerdo. Conforme nos acercamos al sur del país, el scone se vuelve más dulce, alcanzando el sabor más popular en Devon. Allí, uno de los platos mas apreciados es el "cream tea", un té con scones untados con mermelada casera y una nata espesa llamada "clotted cream".

Las claves para unos scones ligeros son: buena levadura, trabajar poco la masa y no abrir el horno en medio de la cocción.

Hoy dejo dos recetas, la primera es una tradicional escocesa (simple, rápida y fácil de modificar) y la otra al estilo de Devon (más dulce y elaborada).

Scones escoceses:
Esta receta viene de un librito de casi quince años que compre en una esquina de Byres Road en Glasgow. No son los mas dulces, pero la receta se puede modificar de forma más o menos segura para añadir harina integral, azúcar o pasas. No hay que reposar la masa.

Ingredientes:

Ingredientes básicos

• 225gr harina con levadura (o 225gr de harina normal y 4 cucharaditas de levadura tipo Royal)
• 40gr de mantequilla a temperatura ambiente
• 2 cucharadas de azúcar
• 150ml (vasito pequeño) de leche
• harina para esparcir por la mesa

Calentar el horno a 220c.

Engrasar una plancha del horno.

Poner la harina en un bol. Añadir la mantequilla y frotarla con los dedos hasta que se deshaga con la harina. Agregar el azúcar y remover. Coger un cuchillo y usarlo para mezclar la leche poco a poco. Enharinar las manos y amasar hasta tener una masa blanda. Si queda pegajosa, echar más harina.

Poner la masa en una superficie enharinada y estirarla con un rodillo hasta tener una "plancha" de al menos 2cm de grosor. Cortar la masa en cuadrados o círculos de 4cm de diámetro.

Barnizar con leche.

Poner los scones en la plancha engrasada y hornear durante 12-15 minutos. Una vez hechos tienen una apariencia marrón-dorada.

Enfriar en una rejilla.

Scones "del Ritz":
El Ritz de Londres es considerado la máxima autoridad en scones. Su "high tea" alcanza precios astronómicos y hay que reservar mesa. Una busqueda de recetas de scones del Ritz en Internet da multitud de resultados que apenas coinciden en la harina.

Claire Clark (repostera que trabajó en The Wolseley y el Ritz de Londres) da una receta en su libro de pasteleria "Indulge". No puedo garantizar que sea la mejor o que se utilice hoy en esos establecimientos, pero sí que sabor y textura son lo mas parecido que he conseguido hasta ahora.

Ingredientes:

• 440 g de harina
• 50 g de levadura tipo Royal
• Una pizca de sal
• 80 g de mantequilla
• 40 g de pasas
• 150 ml de nata para batir (no batida)
• 150 ml de leche entera
• 80 g de azúcar

Para el barniz:

• 1 huevo
• 1 yema

Scones antes de hornear

Tamizar harina, levadura y sal en un bol. Frotar la mantequilla con la harina hasta que ya no sea visible. Añadir las pasas.

Diluir la nata con la leche. Agregar a la mezcla de harina y mezclar bien. Una vez que comienza a compactar, poner sobre una superficie enharinada y amasar hasta formar una masa lisa y suave.

Envolver en celofán y refrigerar durante 1 hora.

Precalentar el horno a 200C.

Extender la masa sobre una superficie ligeramente enharinada hasta obtener una "plancha" de 2,5cm de espesor y cortar en círculos de 5cm de diámetro.

Colocar en una bandeja del horno forrada con papel antigrasa.

Para el barniz, batir huevos y yema y pasar por un colador fino. Pintar la parte de arriba de los scones con el huevo.

Hornear durante 10 minutos o hasta que se doren. No cocer demasiado, o se secan.

Poner a enfriar en una rejilla.

Hace 16 scones.

Para más información:
"Scones, hacia la receta perfecta" (del blog Crazy Tea Party)

Un artículo del periódico The Guardian analizando la importancia de cada ingrediente.

¡Que no queden ni las migas!

Entre dos lagos

Este año en Escocia la primavera viene con poca gana pero, como dice un refrán local, "no existe el mal tiempo, sólo la ropa inapropiada". Así, este fin de semana lo pasé entre los lagos Fyne y Lomond, en la reserva natural de Trossachs.

La primera parada fue en Inveraray, un pueblo en blanco y negro a orillas del lago Fyne.

No hay tiendas, ni hoteles de grandes cadenas. No hay discotecas. Olvídate de comer después de las nueve de la noche. El restaurante más exótico es un indio que acaban de abrir. No está mal. Tras una cena temprana, una corta caminata por el paseo disfrutando de la quietud del lago, y a cama.

Inveraray fue creado entre 1777 y 1800 por un arquitecto llamado Robert Mylne. Se conserva más o menos como lo dejó. Bueno... casi.

¿E-mail ahí?¿Con qué teclado?

Loch Fyne, además de por su quietud, es popular por su marisco. Uno de los restaurantes más conocidos de Escocia es el Loch Fyne Oyster Bar. Es caro y, para una gallega, muy, muy normalucho. Tras una visita a la tienda con la vana esperanza de que hoy la fama fuese justificada, salimos hacia el lago Lomond.

Loch Lommond es el mayor lago del Reino Unido y uno de los más visitados. Uno de los cruceros que salen de Tarbet lleva a la bahía de Inversnaid. Desde ahí se pueden hacer varios paseos por los bosques cercanos.

Las cataratas y riachuelos rodean el camino. La lluvia de los últimos días hace que, a veces, los riachuelos sean el camino.

Los bosques de roble recuerdan historias de Walter Scott. No es casualidad. El autor conocía estos senderos, que también recorrió el legendario Rob Roy, conocido como el Robin Hood de Escocia.

Lluvia, sol, cataratas y miles de campanillas azules. Todo en una intensa caminata de una hora. Es una diminuta introducción a la West Highland Way, el sendero de más de ciento cincuenta kilómetros solo apto para gente con ropa muy apropiada.

Antes de volver a casa y tras el intenso paseo, rematamos el día en Ballyhennan (antiguo Ben Lomond), un excelente restaurante de cocina casera escocesa en Tarbet. Aun recuerdo el bocadillo de pollo al horno, la sopa de tomate y pimiento y el postre de scone con mermelada de fresa y natillas al horno, rociado con salsa acaramelada "butterscotch". Decadente, pero de alguna forma habrá que empezar la semana.