02 febrero 2013

Misterios de Jueves

Jueves es un bebé normal. Destaca en envergadura, calma y belleza. Pero todos destacamos en algo.

Dentro de su normalidad, mi hija tiene excentricidades curiosas. Como madre obsesiva que soy, en mi mente las apunto y catalogo, con la esperanza de que unidas a futuros acontecimientos me indiquen quién es esta desconocida a la que cambio los pañales.

La peculiaridad más llamativa de Jueves es su necesidad de soledad en ciertos momentos. Con cinco meses ya lloraba para que le dejasen sola. Por lo que hablo con otras familias, es algo normal. Lo que ya no parece habitual es que cuando tiene la típica rabieta de la edad (año y pico), a veces, no deja que la calmen. Se va a la cocina, se pone a mirar y tocar el empapelado con relieves de una de las paredes (siempre la misma) y cuando está lista vuelve, serena y de buen humor.

Fruto de un carácter independiente y una educación bilingüe, Jueves balbucea mucho, pero habla poco. Sin embargo, hay un momento del día en el que le gusta practicar todo su vocabulario, en cualquier idioma. Algunos mayores cantan en la ducha, Jueves habla en el baño. Cosas de la acústica, supongo.
Y bailaré sobre tu tumba...

Los juguetes de Jueves están por todas partes. Tienen su caja, pero estamos acostumbrados a lavarnos bajo la mirada de un cerdito de goma, cortar cebollas junto a una barca de plástico o sentir instintos asesinos en el salón ante una vaca de peluche que por enésima vez chilla "un, dos, tres, a aprender otra vez". Nadie sabe cómo han llegado ni cuanto tiempo se van a quedar. Tampoco importa (bueno, en el caso de la vaca sí que cuento los días hasta que la rechoncha me acompañe en el sentimiento). El caso es que esto no ocurre con todos los objetos de juego. Si Jueves ve el cajón de los calcetines de su padre abierto, se lanza a lanzarlos. Si intentamos ordenarlos, continúa hasta que quede bien claro que su sitio es el suelo. Pero si la dejamos a su aire, vacía el cajón, los mueve un rato y ella sola los vuelve a colocar.

Mi compañera de piso tiene otras ocurrencias curiosas, como intentar meterse el chupete en el ombligo, juntar las cabezas de sus padres para que se den besos o un entusiasmo por los animales que ha conseguido que la gata de la abuela ponga los pies en polvorosa solo con oír su voz por Skype. Pero son detalles que mueven más a la sonrisa que a la reflexión y no contribuyen a resolver el gran misterio al que dedico buena parte de mi vida: ¿Quién es Jueves?

8 comentarios:

  1. Ja. Y tú, y yo y el protagonista de los Miserables, ¿quién es? Sabes, también me hago esas preguntas sobre mi hija, aunque intento no ir muy lejos.
    Hombre, Miércoles. Lo de jueves es un tanto extraordinario. Mis colegas todavía tienen bebés. Hoy he estado con una de dos años que le gusta ir a su bola, pero todo el día. Ya se la ve, tiene algo especial. Lo de llorar para que la dejen en paz..., vaya, que es nuevo para mí. Estoy muy sorprendido. Más que malo lo veo bueno.
    ¿Quién es? Responder a eso... puf. Bueno, las madres lo acaban sabiendo todo.

    (PD: fecha lanzamiento Vamurta es +/- abril de 2013).
    Besos.

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    1. Me alegro que el libro salga tan pronto. He de decir que a mi también me echan en cara confundir "próximo fin de semana" con "este fin de semana".

      La primera vez que oí de un bebé que lloraba para que lo dejasen solo fue la niña de una amiga que es diez días más mayor que Jueves. Después lo oí de otra niña, y más tarde me confirmaron que el padre de la mía también era así. De todo hay en la viña del Señor.

      Realmente "morrorizan" las madres que lo saben todo de sus hijos. Lo único que explica eso es una intromisión en su intimidad o falta de confianza. De Jueves sólo quiero entender lo suficiente para ayudarla cuando sea necesario. El ejemplo de la soledad es perfecto: no sé si es por ansia de independencia o por mal entendido pudor. Hasta que no lo sepa, no sabré cómo mejor ayudarla.

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  2. "Es", dices. O ser en potencia, también podría definirse. Aunque ya, a lo que parece, Jueves ha adquirido rasgos de personalidad. Los seres humanos cambiamos tanto en nuestros primeros años de vida. Puede que porque además de entender lo que nos rodea también vamos aprendiendo y comprendiendo lo que hay en nosotros.

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    1. Estoy convencida de que nacemos con rasgos de personalidad bastante marcados aunque, como la capacidad de comunicación nos llega muy gradualmente, tardamos en verlas. Y por supuesto lo que dices: las circunstancias (fuera y dentro de nuestro cuerpo) nos moldean.

      Lo que cuentas me recuerda a lo que pensé cuando jueves acababa de nacer: ¿Cómo será pasar del aislamiento del vientre materno a tener sensaciones como respirar, ver, tocar, oler, tener hambre, oír mejor, hacer de cuerpo, gases... todo de repente?

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  3. Esos misterios se irán desvelando a medida que Jueves siga su propii itinerario. No cabe duda que en el crecimiento y desarrollo de todo niño influyen mucho los modelos que les ponemos delante. Indudablemente con su carga genética. Pero ya se le va viendo sus tendencias.Esa forma de relatar los episodios de Jueves me hizo esbozar una buena sonrisa. El gato sale a escape cada vez que "intuye" que hay Skipe "on air". Saludos.

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    1. Está claro que se van desvelando, hasta la diferencia con hace unos meses es visible. Pero claro, cuando la veo sufrir y no puedo entender la causa me entran las prisas. Quizá también contribuya el hecho de que hasta hace poco ni siquiera disfrutaba de los mimos, mucho menos pedirlos, con lo que la forma de consolar que usaría con personas mayores y hasta animales no funcionaba.

      Me alegro de que te hiciese sonreír. Siempre es un placer verte por aquí así que si la sensación es mutua, mucho mejor :-)

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  4. Llego aqui por la mencion en el blog Peral seco y el nombre del espacio
    un relato surrealista que deja la intriga, a la pregunta final si sos Miercoles, Jueves es la continuacion
    Te seguire visitando
    Abrazo

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    1. Bienvenida :-)

      Es curioso. No había pensado en ello pero, efectivamente, cuidar de Jueves puede ser una experiencia muy surrealista. Interesante observación.

      Vuelve cuando quieras.

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