17 julio 2013

El ramadán en Escocia

   Hace unos días voy al trabajo caminando y disfrutando del sol mañanero cuando de una de las casas vecinas me llega un intenso olor a curry. Como se supone que los musulmanes están en pleno mes de ayuno diurno, me pregunto si los pakistaníes que viven ahí tienen una definición muy laxa de amanecer o si sus vecinos indios se han despertado de particular mala leche. Esto, unido a que la cafetería del barrio indo-pakistaní más cercano tiene ofertas de ramadán a partir de las seis de la tarde (pleno día), hace que pregunte a un amigo egipcio cómo se sobrevive esta fiesta en Escocia.

   En España el ramadán es fácil de observar. Cae el sol, comes; amanece, ayunas. Pero el verano escocés lo hace más complicado. Si esperas a la noche, a las once aun hay luz. No vale comer por la mañana, porque a las cuatro de la madrugada ya es de día. Eso en el Sur. En el norte las noches son aun más cortas.  Los musulmanes escoceses han tenido que buscar cómo observar sus tradiciones sin, literalmente, morir en el intento.

   Si decides ayunar en este país, lo puedes hacer en periodos diarios de entre doce y quince horas, según tu edad y estado de salud. Estos periodos pueden empezar cuando decidas (según el anochecer en tu país de origen, tu horario laboral, etc.)

   Es importante que el ayuno no se extienda a más de quince horas, o se considera que estas vulnerando los objetivos de la fiesta. Para un musulmán en Escocia lo importante, además de dar un respiro al sistema digestivo, la purificación del cuerpo y la disciplina del alma, es que esta privación es un recordatorio de su identidad. La sensación de vacío les recuerda que son creyentes, que deben amar al prójimo, no mentir, no robar, etc. También que, en muchos países más pobres que en el que hoy están, esa sensación acompaña a sus hermanos noche y día. Extender el ayuno agrediría su salud y nublaría el juicio, lo opuesto al espíritu del ramadán.

4 comentarios:

  1. Me ha gustado la información que das , me hace entender mejor el por qué de esta práctica.
    Gracias

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    1. Me alegra que te gustase. A mí me sacó de una percepción errónea que arrastré años. Antes no me planteaba esas cosas, pero recuerdo una ciudad inglesa donde los musulmanes de varios países de mi trabajo desaparecían "en masa" a la hora oficial del anochecer (como en España). Eso me hizo pensar que seguían normas estrictas. Ahora sé que no es tanto eso como que en una ciudad mediana acaban haciendo las cosas juntos porque van a la misma mezquita y charlan.

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  2. En estos de las religiones, la clave está en la interpretación. He recordado el cristianismo en el final de tu post. Casi parece una broma inmensa, meterológica. Claro, tan al norte los días de verano son muy largos. Qué extraño debe resultar eso, como las terrorríficas noches sin fin de los días de frío.
    Por cierto, ahora que Barcelona se llena de turistas, hombres, mujeres y niños, del norte de Europa pienso que iría muy bien un poco de Ramadán, para depurar el alma, claro está.
    Saludos.
    Viaje a la nada laforetiana, viaje al fin de la noche celiniana.

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    1. Me alegro de que el final te haya recordado al cristianismo, era deliberado. Precisamente el que me contaba esto comentaba que creía que era musulmán porque había nacido en un país árabe, si hubiese nacido aquí seria cristiano y, según él, su fe no sería diferente.

      Creo que para mí las noches eternas no serían el problema. Recuerdo un viaje al Norte de Escocia en Febrero. Eterno anochecer. Eso sí me dejó el cuerpo raro.

      Por cierto, veo que a ti también te cuesta escribir ramadán con minúscula. Yo me quedé mirando la entrada de la RAE un tiempo y tampoco acabo de entenderlo.

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