16 febrero 2010
La UMD condecorada.
¡ Que le arranquen las estrellas !
Éste era el grito de una buena parte del público que asistió al Consejo de Guerra contra nueve miembros de la UMD (Unión Militar Democrática) en el acuartelamiento de Hoyo de Manzanares.
Era el mes de marzo de 1976. Presidía el Consejo el General Gómez de Salazar, recién llegado del Sahara. En el banquillo de los acusados, un comandante del Ejército de Tierra y ocho capitanes; un noveno (Domínguez, del Ejército del Aire) se encontraba en el extranjero. Las detenciones se habían producido en el verano de 1975 y la acusación era de sedición. Más de 40 años suman las penas impuestas, aunque no llegarán a cumplirse gracias a la amnistía de julio de 1976. La permanencia entre rejas había concluido y su futuro profesional también.
Otros miembros de la Fuerzas Armadas también sufrieron represalias judiciales y cambio de destino forzoso por simpatizar con los principios de la UMD. Mención especial para Julio Busquets, quien terminó siendo parlamentario socialista y trabajó muchos años en la reforma del Ejército.
Hoy, 16 de febrero, la Ministra de Defensa ha condecorado a 14 jefes de las Fuerzas Armadas por su labor en aquellos años y su sacrificio por la democracia. Son sus nombres: Luis Otero, Jesús Martín Consuegra, Abel Ruíz Cillero, Enrique López Amor, Restituto Valero, José Fortes, Manuel Fernández Lago, Juan Diego, Arturo Gurriarán, José Ignacio Domínguez y Fernando Reinlein. A título póstumo: Fermín Ibarra, Antonio García Márquez y Antonio Herreros.
Habrá quienes piensen que es asunto anacrónico y provocador, un tema a dejar atrás y no revolver. El que esto escribe considera que era un gesto obligado del Gobierno, de reconocimiento a unas personas que arriesgaron – y perdieron – por la democracia y por unas Fuerzas Armadas en consonancia con una época y un pueblo que deseaba otro modelo de gobierno. Por un Ejército integrado en la sociedad, servidor de ésta y con sus mismos principios.
Es también de justicia reconocer mérito y valentía a los cuatro Alféreces Alumnos de la Academia de Infantería de Toledo expulsados en julio de 1973. Dos de ellos a 48 horas de terminar su carrera y los otros dos a un año y 48 horas del mismo fin. Nada habían hecho en contra de la Institución Armada, salvo que así se considere una preocupación por un ejército moderno y libre de ideologías políticas, sociales y religiosas asentadas en los pilares levantados por los ganadores de una guerra civil. Ellos eran: Mario Fayos, Francisco García, Faustino Canga y Juan Vázquez. No les han condecorado pero el merecimiento es poco discutible.
Cuando en el telediario he visto el acto de la imposición de medallas, sentí que, desde hoy, España es un poquito más agradecida con los que la sirven y un poquito mayor la dignidad de sus gentes.
Enhorabuena a los galardonados.
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Un tardío reconocimiento, pero bien bien merecido.
ResponderEliminarGracias por la entrada.
Gracias, David, por tu lectura y comentario.
ResponderEliminarSi que es lastimosa la tardanza, pero su actitud ahí queda para la historia.
Saludos
Lo que sigue siendo una pena es que esto, que es historia viva de España, sea casi invisible en las noticias. Si Chacón pasa revista embarazada o pone pantalones en determinado acto eso sale en portada varios días.
ResponderEliminarA la generalidad de los que cumplimos el Servicio Militar como simples soldados, al llegar el momento de licenciarnos, en la Cartilla Militar, el apartado relativo al Valor se rellena con las palabras "se le supone".
ResponderEliminarOtros lo dejan bien patente con sus actos, aunque no sean en combate...
Mirad menudo artículo. ¿se puede ser más imbécil¿ ¿Y este tipejo es licenciado en Historia? como tal me da vergüenza y asco.
ResponderEliminarhttp://www.larazon.es/noticia/6441-umd
José: Ya vemos que no todos piensan igual, pero es indudable que arriesgaron y por un motivo coincidente con la mayor parte de los ciudadanos.
ResponderEliminarGracias por tu lectura y un abrazo.
David:
César Vidal, que no sólo es licenciado en Historia sino que también en Derecho y escritor de éxito, parece escribir para un determinado tipo de lectores: los mismos que le escuchaban en la COPE. Su objetividad siempre fue endeble pero en este caso, calificando de golpe militar, las actuaciones de la UMD roza lo demencial. Calificar el artículo de tendencioso quedaría corto; parece una obsesión que no deja ver más que por una rendija hecha por las herramientas de unos cuantos.
Gracias por tu lectura y comentario.
Ya era hora de que se les diese ese reconocimiento. Un abrazo, me ha gustado mucho tu entrada.
ResponderEliminarSe me olvidó: gracias por el artículo, no es frecuente ver escritos sobre el tema hechos por alguien que estuvo allí y los vivió de primera mano ;-)
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