12 marzo 2010

Corazón rebelde (Crazy Heart)

En Corazón rebelde, Jeff Bridges interpreta a Bad Blake, un cantante de música country alcohólico que intenta cambiar su vida tras conocer a Jean, una madre soltera interpretada por Maggie Gyllenhaal.

Atención: contiene música country. Mucha. Tanta, que los primeros veinte minutos los pasé suspirando por que el papel de Bad Blake hubiese sido para Kris Kristofferson. Además, la película es lenta, a veces, demasiado.

Una vez que Bridges va dejando la guitarra a un lado se hace evidente su calidad como actor. Interpretaciones secundarias, pero igualmente brillantes son las de Colin Farrell -el joven que alcanza la fama gracias a Bad Blake- y Robert Duvall -el buen amigo-.

La historia es sencilla y transcurre a un ritmo constante, como la música que la envuelve.

Reconozco que, con la cantidad de guiones innovadores que se han estrenado este año, esperaba más del argumento de la película revelación de los Oscars. Pero una vez puestas de lado las expectativas, quedan dos horas de buena música y excelentes actores.

En resumen, Corazón salvaje es la eterna historia del hombre salvado de sí mismo por el amor de una mujer. No es precisamente un tema nuevo, pero está bien ejecutado. La simplicidad de la película me frena de recomendar verla en el cine, pero es una muy buena opción para una tarde de domingo en casa.



He vuelto a poner el anuncio en inglés: el doblaje de la versión española es particularmente chapucero y me estaba poniendo mala. Es igual, si lo mejor es la canción.

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