28 julio 2014

Hazte protestante, tenemos galletitas.

Es extraño como hay cosas que se meten tanto en la cabeza que ni después de años las puedo sacar.

Últimamente mi hija Jueves tiene pasión por los castillos. Como hacía buen día, el fin de semana nos fuimos de paseo hasta el más cercano. Es un hotel pequeño, pero tiene tejados puntiagudos, muros de arcilla roja y su bandera en el torreón. Dentro, escalinata de madera maciza, un par de armaduras de pega y moqueta a cuadros escoceses. Hay muchos paradores que lo superan en encanto y autenticidad, pero para mi compañera de caminata fue más que suficiente. Para intentar sacarla antes de que se pasase de vueltas, no se me ocurrió otra cosa que decirle que al otro lado de la calle había otro "castillo".

El edificio en realidad es una iglesia de piedra con la entrada flanqueada por dos estatuas. Mi idea era ir, enseñarle las figuras y bancos e irnos. La puerta principal estaba cerrada, pero había otra lateral.

-¿Puedo ayudar?

-Solo quería enseñar la iglesia a la niña. Cree que es un castillo.

-Está cerrada. Estamos organizando la exposición sobre la Commonwealth. Pero si venís otro día, tenemos reuniones de madres con bebés, café, muestras de arte de vecinos y una pantalla gigante para ver los deportes durante los Juegos de la Commonwealth. La entrada es muy barata. Y organizamos un mercadillo solidario para niños de Malawi. O puedes venir a charlar siempre que te apetezca. También puedes...

Diez minutos que se me hicieron horas tardé en escapar de la verborrea de lo que más parecía un vendedor de coches usados que un siervo de Dios de tierras católicas.

Cuando era adolescente y se hablaba de estos temas en clase de Religión, todos queríamos ser protestantes. Ahora esta opción me chirría. La iglesia, a diferencia de la católica, no es la casa de Dios que nunca cierra las puertas, sino la de su pastor, que la atiende según sus necesidades. (Por eso las capillas católicas son más populares en las películas de acción americanas, a las otras no puedes acceder de noche).

Aunque estoy acostumbrada a ver las iglesias de aquí como centros vecinales tipo Casa del Pueblo, sigo sin acostumbrarme a no poder entrar fuera de horario sólo para disfrutar del silencio o descansar en paz un día de calor. Mucho menos a que me quieran meter por el gaznate la salvación de mi propia alma con dos de azúcar y un chorrito de leche.

10 comentarios:

  1. Uy no sé, lo de las galletas suena muy tentador... Si reparten shortbread gratis me hago protestante ya :)
    Muchas iglesias católicas abren sólo en horario de servicios religiosos, sobre todo las que tienen un sólo sacerdote para atenderlas. Al menos donde yo vivía, no sé en el resto de España.

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    1. ¿Shortbread? ¿Tu sabes las reuniones de iglesia que se ven en las series americanas con cookies caseras, dulces, tarta de cereza...? Pues nada que ver. Cuando he ido a algo aquí es lo más barato que encuentran en el super y de marca blanca. Café instantáneo, digestives y para los niños zumo 100% de concentrado. Y gratis no es. Te invitan a entrar y después te convencen de formar parte de un grupo que hacen actividades juntos a un -muy modesto- precio.

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  2. Sí, lo que dice MiB es cierto, en Perú suelen estar abiertas todo el día y aquí solo lo están las iglesias muy grandes. Pensaba que era un tema de poca devoción catalana, pero hemos pasado el finde en Salamanca e igual, muertos de calor a la intemperie :P

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    1. ¿En Salamanca? :-O. Este país me lo están cambiando. Supongo que no llegarán los curas. Aquí también hay protestantes que cubren varias parroquias.

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  3. ... los católicos reparten hostias ¿no?
    Aparte de bromas (acertadas o no) La primera vez que entré en una iglesia protestante (Haarlem - Holanda) me sorprendió ese ambiente que reflejas en la entrada.
    Yo también me quedo con los templos católicos, por el cine y porque creo que muchas catedrales católicas son grandísimas obras de arte que pertenecen a toda la humanidad y además, ... el románico.

    saludos!

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    1. Yo también. Me he acostumbrado a la distancia y la calma de nuestras iglesias. Por supuesto, como buena latina, la estética también suele ser superior.

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  4. pero, si Dios está en todas partes, digo yo, ¿no estará a todas horas en todas partes? Ya veo hasta qué punto llega la sacrosanta idea de la propiedad privada en el ámbito anglosajón, ¡oh, las casas de Dios cerradas!
    Sabes, nunca hasta ahora lo había pensado desde esta óptica. Las iglesisas católicas son casas abiertas... casi siempre. Ah, de todos modos, creo que los protestantes a pesar de cerrar el jardín, están más adaptados al mundo real. De cerca no debe ser tan bonito, ¡seguro!

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    1. Es que la iglesia protestante no es terreno consagrado, por eso también es más normal que si no se usa la conviertan en restaurante o bloque de apartamentos.

      Efectivamente, la Iglesia Católica, tan centralizada y jerarquizada, es una institución enorme, pesada, que avanza con lentitud. Las protestantes cada una va a su aire y cada parroquia es un reflejo de la gente que la frecuenta. Si no te gusta una, vas a otra donde piensen más como tú y Santas Pascuas, Paraíso para todos.

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  5. Un uso polivalente para este templo.
    Cada vez acude menos gente al culto. Cada vez menos curas y menos misas. Las iglesias tienen un futuro un poco negro. Su lado cultural parece la salida más obvia: conciertos de música, sala de exposiciones tanto en templos secularizados como no (aparte su contenido). Todo esto, sin tener en cuenta el servicio habitual por su función parroquial, que aquí se delata.

    Parece que llega una especie de reconversión. Esta última Semana Santa, me sorprendió que, en algunos pueblos, ni siquiera se abriera la iglesia para la visita. Faltaban las señoras. Y no era por falta de habitantes, sino por ancianidad de las que hasta la fecha habían venido cumpliendo el rito.

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    1. Efectivamente. Además, tampoco podemos olvidar el impacto de las nuevas tecnologías. Esas señoras seguramente son de las que encienden la tele en Diciembre para ver al Papa dar la Misa del Gallo.

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