05 julio 2010

Emigración y nacionalismo

Con frecuencia se comenta que el Bloque Nacionalista Gallego (BNG) ha apoyado la eliminación del voto emigrante porque viajar hace que los expatriados seamos más abiertos de mente, algo contrario a los nacionalismos. Estaría bien que fuese cierto, pero ser más abierto que antes de hacer la maleta no significa ser abierto. Un billete de avión no es vacuna de nada. Ya lo decía mi profesora de clases particulares: "si el niño es burro, no hay nada que hacer".  Supongo que por eso hay gente como yo, que no soy nacionalista gallega, pero sí escocesa.
En mi opinión, para el éxito de un partido nacionalista serían necesarias dos condiciones, que el nacionalismo escocés cumple.

"El hecho diferencial"
Osea, lo que nos hace tan diferentes que justifica la secesión.

Mientras Escocia tiene la densidad de población más baja de Europa (65 hab/km2), Inglaterra tiene una de las más altas (395 hab/km2).

Inglaterra es plana, Escocia montañosa y repleta de lagos.

Lo anterior, además de influir ostensiblemente en el carácter de sus habitantes, hace que la economía escocesa esté más ligada a la agricultura (cebada para whisky), ganadería (lana de cachemir), el turismo y la informática que Inglaterra. Sin embargo, Inglaterra son más de cincuenta millones de habitantes, mientras que Escocia son cinco, con lo que cualquier medida encaminada al desarrollo estatal tiende a favorecer la economía inglesa, a menudo a costa de la escocesa.

Además está el asunto del petroleo. Aberdeen tiene pozos de crudo, parcialmente gestionados por el Estado. Si recordamos la proporción de votantes, no hay que explicar a dónde se están yendo las ganancias.

El día que el "hecho diferencial" gallego esté tan claro como el escocés, quizá me replantee el voto independentista, pero mientras solo se suelten cantigas sobre la grandeza de Rosalía, el pulpo á feira y una lengua cuya gramática caduca más rápido que los yogures, el reto será demasiado grande.

"Independencia a través de la gestión"
Este fue el eslogan de la última campaña al parlamento escocés del SNP (Scottish National Party).

Aproximadamente la mitad de los escoceses son reacios a la secesión. El "Unidos nos alzamos, divididos caemos" pesan mucho en la cultura británica. La estrategia aquí ha sido intentar demostrar cómo, con una gestión responsable, el bienestar de la nación (Escocia siempre ha sido considerada nación) es proporcional a su grado de independencia. Aunque la mejora de los sistemas educativo y sanitario son palpables, hasta ahora, la crisis económica ha dificultado una demostración irrefutable de este concepto.

En Galicia, por mucho que adornemos los libros de Historia, nadie va a volverse nacionalista porque le digan que con Alfonso X se vivía mejor. Para llegar al grado de aceptación del nacionalismo escocés, el nuestro tendría que demostrar con argumentos que si se le diese el poder lo emplearía de forma responsable y eficaz para todos los gallegos, sin intereses sectarios o cacicadas como, por ejemplo, intentar suprimir el voto a colectivos no afines.
Campaña electoral del Scotish National Party en Largs, Ayrshire (Escocia).
En España se comparan con envidia los logros del SNP con los de nuestros partidos nacionalistas, pero para comprender su éxito quizá habría que entender que las situaciones no son las mismas.

6 comentarios:

  1. Antes de hablar, decir que mi madre es británica, del norte, por cierto, relativamente cerca del sur Escocia.
    Y que el post me parece muy estructurado y razonado, con buenos argumentos que ni se me habían ocurrido.
    Gravísimo eso de "eliminar colectivos no afines".

    Por último, cuando hablamos de nacionalismos siempre se basan en "dos caras de una misma moneda" o antagonismos. De un lado y de otro.

    El futuro es otro: la centrifugadora europea, si no, esto se hunde.

    Saludos y disculpa mi "rollo".

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  2. Igor: Gracias por el comentario. Si tu madre es del norte de Inglaterra, entonces su situación sería muy similar.

    Estoy de acuerdo en que el futuro es la centrifugadora europea, pero siempre habrá que dividirla en sectores administrativos. Llámalos países, estados, "realidades nacionales", o lo que sea. La cuestión es que la división de estos sectores se haga de forma justa y razonada.

    En Escocia también tenemos gente que creen que acusar al vecino inglés de opresor y sentir emoción con la enesima repetición de Mel Gibson todo cochino y en kilt son argumentos para la independencia. El asunto es que, a diferencia de lo que veo en Galicia, los argumentos emocionales (que no son otra cosa que máscaras de una ignorancia al servicio de cuatro caciques intentando sacar tajada) no son los únicos.

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  3. Je, je. Mel Gibson todo cochino...
    En todo nacionalismo, justificado o no, tiene detrás un poderoso caballero. Toda la razón en eso.
    No había caído en la división "por sectores", y tiene una gran importancia.
    Saludos.

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  4. Pues si, para completar el cuadro he de admitir que aquí una de las razones de que el SNP haya tardado tanto tiempo en ganarse la relativa confianza de los votantes (no tiene mayoría absoluta)es que se financian en gran medida con dinero de las familias "petroleras" de Aberdeen.

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  5. hola, aquí berta desde dinamarca.
    estoy buceando por vuestro blog, que me está entusiasmando.
    me entusiasma porque sois agudos y porque teneis de todo muy interesante, y por supuesto porque gira entorno a escocia, que ha sido desde mucho una tierra soñada- en parte, en gran parte por los escritos de stevenson, claro, que son absolutamente geniales. una vez fui a ver con mis propios ojos la tierra soñada y todo confirmó mis sospechas: que era, efectivamente, un pasada.
    bueno. no os voy a soltar un rollo tremendo--- estas cuestiones del nacionalismo,,,hmmm... en realidad no es sólo una cuestión de poder y dinero (claro, no se puede negar lo evidente y su parte tiene) ... es también un derivado de la vagancia de la mente humana, es más fácil meter en sacos ( uf, y en cuanto hablamos de territorialidad, mucho más) y dividir en "nosotros" y "vosotros" que intentar aprender las otras maneras de pensar, de proceder, de juzgar, de valorar. PERO aún así yo siempre me quedaría con los nacionalismos de los demás - que los propios no me gustan --- es decir, que siempre con las minorías o con los que otros han intentado borrar. con los vascos, los gallegos, los catalanes, los escoceses. Y quizá sólo porque la tierra es un planeta hermoso por su diversidad. y cuanto más diverso, más divertido.
    (al final me ha salido un rollo tremendo...lo siento!)

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  6. Hola Berta, me encanta verte por aquí. Te diría que si te gusta Escocia vuelvas, pero llevo bastante tiempo detrás de un vuelo de bajo costo de Glasgow a Copenhague y no hay manera, así que esta vez me callo.

    Yo era más de Walter Scott y cuando leía "La dama del lago" me lo imaginaba bastante más pequeño de lo que resultó ser.

    En cuanto al nacionalismo, en principio no soy contraria a ninguno, el problema es que, al menos en Galicia, parece estar muy ligado a los fanatismos. En mi ciudad ha llegado a tal extremo que para que nos dejen en paz muchos solo la llamamos "Coruña", ante el peligro de que algún idiota con demasiado tiempo libre intente obligarnos a cambiar a "La" Coruña o "A" Coruña.

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