Llega Eurovisión. La cita anual de lo más cutre de la música Europea quizá sólo disfrutado por tuiteros, Erasmus y expatriados varios que nos juntamos a despotricar de la música (o lo que sea eso) y charlar de nuestros países.
El espectáculo que dará España este año será lo de tantas veces. Una chica mona interpretando algo que suena a banda sonora de culebrón, con ese regusto entre internacional y acomplejado que da cantar en Spanglish. "Densin inde reyn", se llama. O algo así.
El caso es que la intérprete nos suena a unos cuantos. Hace seis años esta era para muchos la imagen de la mujer española en el Reino Unido:
"¿Por qué tú no eres como ella?" Me decía suspirando un fascinado compañero de trabajo.
Ruth Lorenzo era una de las estrellas más brillantes en un programa de gran audiencia del Reino Unido. Por aquel entonces, el Factor X era lo más y miles de británicos suspiraban por su apasionado torrente de voz. Los jueces (profesionales de prestigio en el mundo discográfico) hablaban maravillas de ella porque, como tantos emigrantes de nuestra tierra, trabajaba más que nadie, no se metía en líos y nunca cuestionaba las decisiones de sus superiores. Llegó a las semifinales con varias interpretaciones impresionantes. Luego su estela siguió la de los demás concursantes de este tipo de programa.
Aunque el final de Lorenzo en aquel concurso empezaba a parecer Rocío Jurado en versión bilingüe, me llevé una pequeña alegría cuando la volví a ver.
Después de que no importase que el jurado compuesto por Mónica Naranjo, David Bustamente y Merche -para quienes lo más parecido a penetrar el mercado anglosajón es algún pregón de fiestas en pueblos cercanos a Gibraltar- decidiese que no daba la talla, el Daily Mirror británico anunciaba "Ruth destrozó a su competencia en el concurso español, lo que sólo significa una cosa - estamos condenados y probablemente no ganemos este año."
Supongo que lo que cuento hoy, oyendo nuestra entrada eurovisiva, sonará cercano a la ficción. Pero es que Ruth no siempre fue así. Como muestra, aquí esta, bailando bajo otra lluvia:
Nos dejó en buen lugar una vez, a ver si se repite.
#Eurovision2014
No me cae muy bien esta chica aunque reconozco que tiene un vozarrón... pero eso no importa demasiado en Eurovisión, no?
ResponderEliminarQué risas los tuits de ayer!
Como el gordo sin el flaco, las negras en el tablero de ajedrez o las patatas fritas sin sal, Eurovisión es intragable sin twitter. No me sorprendería que se haya disparado la audiencia desde que existe.
EliminarEcha un vistazo al vídeo que pongo y otros de Factor X, verás que no tiene que ver con la clon de Mónica Naranjo que nos venden ahora. La balada no es lo suyo.
El complejo de las lenguas frente al todopoderoso inglés. Como dice un amigo mío, los ingleses siguen siendo imperialistas (en su modo de pensar). Pues no le ha ido mal a la chica darein-darein-darein, aunque no deja de ser normalito un décimo puesto.
ResponderEliminar"hablaban maravillas de ella porque, como tantos emigrantes de nuestra tierra, trabajaba más que nadie, no se metía en líos y nunca cuestionaba las decisiones de sus superiores." Muy bueno, lo intuía, pero no me lo había planteado con tanta claridad. Es lo que somos, la bolsa de mano de obra barata del sur. Aunque el futuro siempre es imprevisible.
Saludos.
El problema es que esta forma de ser que tanto se alaba al principio nos hace carne de cañón. Quién agacha la cabeza es olvidado. Quién no cuestiona la autoridad de vez en cuando no demuestra tenerla y, por lo tanto, no medra.
EliminarLos británicos más que imperialistas me parecen insulares. Viven como si su isla fuese el centro del mundo.
Ugg, para mi gusto se le fueron los agudos y chillo mucho. Debe ser dificil aguantar tanta presion en un escenario. Muy X factor pero los Britanicos solo 6 puntos ;)
ResponderEliminarLos 6 puntos son desde que los jurados dan algo, cuando sólo era votación popular las puntuaciones eran binarias (0 o 1). Para ellos que haya alguien por debajo en la clasificación es un éxito :-D
EliminarLa canción de Ruth era inapropiada, no es de baladas. sospecho que la mayoría de los que las cantaron tampoco lo son :-P
Vaya! Qué curioso. No sabía nada de su "pasado" británico. En realidad do lo hubiera sabido nunca, si no veo esos programas en las teles de aquí, pues en el United Kingdom, imagínate. Tampoco ví, apenas, Eurovisión, lo suficiente para alucinar con tanta cutrez, solo hasta que conseguí cerrar la boca. Espero que la tal Ruth, retorne a su pasado y vuelva a intentarlo de otra manera.
ResponderEliminarSaludos!
Eurovisión es una comedia involuntaria. Como comento con Remorada, está muy bien si lo ves con Twitter al lado porque algunos de los mejores comediantes de la red se conectan ese día para radiarlo. Además hay mucho expatriado que casi sólo se conecta ese día. Sino es un tostón insufrible.
EliminarEl Factor X aquí fue como Gran Hermano, una revelación la primera serie y cuesta abajo desde entonces. Ruth aún fue cuando conservaba cierta buena reputación porque tenía buenos jueces.
Pues nos ha dejado en muy buen lugar. Llegar al puesto diez es muy difícil en este concurso. No tenía ni idea de su periplo británico. Lo que es innegable (el vídeo que traes es demostración de ello) es que canta lo suyo.
ResponderEliminarMe encanta el festival. Lo sigo desde chico y, aunque pasé una temporada en que interrumpí la atención al mismo, últimamente he vuelto a gozar de él. Hay un aspecto que me llama la atención en su evolución. Hace años cada país participaba con su idioma. Pero ahora casi todos los cantantes hacen su actuación en inglés. Tiene gracia porque ahora que hay tantísimos concursantes, y podría ser una Babel aquello, es cuando se ha producido el triunfo de la homogeneización. Echo de menos aquella variedad.
Si. Además está la ironía de que, aunque mucha gente chapurree el inglés en Europa, la gran mayoría no lo domina lo suficiente como para distinguir la letra de una canción en armenio de otra en inglés con un fuerte acento francés, por ejemplo. Así que al final el idioma no importa tanto como parece.
EliminarO quizá sea porque hay más posibilidades de comercializar una canción cuando a la gente le gusta tararear el estribillo. Como en Gangnam style, en Coreano pero con el estribillo traducido.