Con el secuestro del atunero Alakrana han brotado océanos de tinta, generalmente desinformados. Es descorazonador leer algunos de los argumentos que se esgrimen impunemente. La armada, el patrón del barco o incluso la codicia de occidente parecen merecer más reprimendas que los auténticos responsables.
Se afirma que España ha enviado a la Marina para defender a nuestros barcos y que, si no se sale su zona de acción, no debería haber problema. Sin embargo, según la web del Ministerio de Defensa, los únicos efectivos que ha enviado nuestro país son parte de la Operación Atlanta, una misión para la ONU de la Marina Europea. Su principal objetivo es proteger, en primer lugar, a los cargueros con ayuda humanitaria del “World Food Programme” y en segundo, a los que transitan por el Golfo de Aden, independientemente de su bandera. Mientras los pesqueros franceses faenan tranquilos gracias a la infantería de marina que llevan a bordo, a los españoles no se les ha permitido enfrentarse a los AK42 y lanza-granadas RPG-7 de los piratas con seguridad de pago hasta después del secuestro.
A pesar de la dificultad de navegar estas aguas, aún hay quién culpa al patrón: si se hubiese quedado en su sitio, nada de esto hubiese pasado. En primer lugar, cuando se recomienda faenar a doscientas millas de la costa, no es porque esa zona esté controlada militarmente, sino porque los barcos piratas suelen ser pequeños y no pueden alejarse demasiado de tierra. No hay aguas seguras. Tampoco facilita las cosas el que los secuestradores usen tácticas como imitar la señal de los buques de la ONU para dar sensación de seguridad o enviar mensajes de socorro falsos. Además, Ricardo Blach no es Onasis, es un pescador que pasa seis meses al año lejos de casa para vivir, si no captura, no cobra. En esas condiciones, ¿quién no arriesgaría por seguir un banco de peces?
Por último están los que, chutados de romanticismo, creen que los piratas solo defienden sus mares de nuestra rapiña, obviando que entre los catorce secuestrados actualmente hay dos yates y que la mayoría de los intentos de abordaje son a barcos de carga. Además, en el 2007, de los cincuenta millones de dólares en los que se valoró la economía de la zona, treinta mil vinieron de la piratería, mucho dinero para tanto idealismo. Mientras, se olvida que desde el 2006 España ha empleado acuerdos ilegales con Marruecos para saquear los bancos de pesca de la República Saharaui.
Muy ilustrativo y concreto tu artículo. Los enlaces que lleva hacen que ayude a entender el conflicto del Indico.
ResponderEliminarEn cuanto a la alusión de Francia con una actitud más "militar" que la española, será bueno recordar la base de apoyo con más de 3000 efectivos que tienen los franceses. Además, probablemente, no tendrán en su Boletín un texto parecido al nuestro. Literalmente sacado de tu enlace:
"prevención y disuasión eficaz de posibles ataques, pudiendo ser utilizadas, en caso de necesidad, como medio de defensa para repeler agresiones armadas de forma adecuada y proporcional."
Y claro que los únicos responsables de esta situación son los que secuestran.
Realmente lo que envidio de Francia no es tanto la actitud militarista como la preocupación por sus compatriotas. El gobierno francés pudo hacer como el español y pensar que solo con obedecer a Bruselas ya habían cumplido, pero enviaron refuerzos para proteger a los suyos. Nuestro gobierno no hizo nada hasta después del secuestro y aún después hizo lo mínimo: permitir la legítima defensa.
ResponderEliminarNo entiendo que conflicto hay entre nuestro BOE y la posición francesa. ¿A qué te refieres?
Quería decir que con estos corsarios la prevención y disuasión no son suficientes. Procurar un orden político en Somalia y más contundencia en el mar sería un asunto a tomar muy en serio por los paises afectados.
ResponderEliminar¡Spain is different! Listillos, desinformación, letra pequeña, paloma de la paz, todas las opiniones valen. He leído esta mañana en la prensa que como los marineros no indentifican a los dos somalíes que estan detenidos en Madrid, los van a soltar. Es que su detención e identificación por la Armada ¿no es suficiente?. Las patatas calientes, queman la mano o la boca, según con que la sujetes.
ResponderEliminarDemián: Ah. Creo que el mayor problema con la contundencia en el mar es que no se sabe qué hacer con los detenidos. Al parecer, como Somalia no garantiza los derechos humanos de sus prisioneros, no se les puede entregar a los piratas. Cuando los cazaron los franceses se los llevaron a juicio en Francia, pero los daneses les quitan las armas y los sueltan otra vez.
ResponderEliminarJosé Porto: la primera frase te ha quedado para enmarcar.
Creo que el ejemplo que pones es perfecto para ver como se desinforma impunemente. La noticia, tal y como la mencionas, tiene que estar mal redactada, porque ni la Armada arresta a la ligera ni un secuestrado va a dudar de la identidad de su captor después de cuarenta y siete días de cautiverio. Un plumilla redacta, un editor publica, y ninguno se entera de que lo escrito no tiene sentido. Lo gracioso es que después las crisis pillan de sorpresa...