15 noviembre 2009

El otoño


El otoño ha llegado a La Coruña. Los árboles, ya desnudos, son perforados por rayos iridiscentes de un sol exangüe y perezoso. Camino hacia el corazón antiguo de la ciudad dejando a mis espaldas retazos de verano y los empinados escalones que me depositan en María Pita: la plaza del ayuntamiento. Con su belleza, quiere presentarse como un antídoto al hastío diario. Desde lo más alto de la torre central del consistorio, su reloj, como fiel testigo, acoge el presente, recuerda el pasado y anuncia el futuro.

Observo a la gente desplazarse - pocos son los que pasean -, entrar o salir de las tiendas que perfilan la calle Real, echar un vistazo a los relojes, discos o cinturones que sobre una manta exponen los senegaleses. Pero algo nuevo aparece: “el castañero”. Con su carrito, con sus cucuruchos de papel, su desparpajo removiendo las castañas y ese vaho de calor que desprende el asador hace más acogedora la intemperie.

Desemboco en el obelisco y otro reloj me dice que el presente ya es pasado y el futuro es ya presente: regalo de los dioses y obsequio para ser disfrutado. Me prometo a mi mismo que la apatía otoñal no me tendrá entre sus víctimas. Sigo mi camino, erguida mi cabeza y fuerte el ánimo; unos nubarrones oscurecen la calle y una inesperada lluvia cae. Yo acojo amigablemente el nuevo colorido del cielo y me paro a ver como las secas hojas se dejan arrastrar caprichosamente por los torrentitos del agua caída.

6 comentarios:

  1. De María Pita al Obelisco en ocho minutos, veo que ese día no encontraste conocidos ;-)

    ¿Cómo hiciste para sacar la foto al castañero sin que se enterase?

    Artículo perfecto para un lunes: como yo a La Coruña ya solo voy a descansar, me ha traído una agradable sensación de vacaciones.

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  2. Efectivamente no me enconté a nadie y el castañero se percató de la foto pero dijo no importarle.
    Las vacaciones cada 24 horas están un dia más cerca, así que dejarse ir es la mejor solución.

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  3. Sábado, 14 de Noviembre, año 2009, hora entre 20:30-21:00, el mismo castañero. A la ida compramos un paquete de castañas, nos lo comimos; a la vuelta compramos otro paquete, nos lo comimos.

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  4. Cuando se repite, José, es señal de haber gustado lo probado. Volveremos a comprar.

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  5. Conozco Coruña, y recuerdo haber ifdo justo en Otoño... suerte la vuestra tener ese mar abierto que incluso en estas épocas parece que despierta esa sensación de relax y paz... a mi me relaja muchsisimo... con ese olor a mar de mar de verdasd... mi debilidad los percebes... Otoño precioso en Coruña, sin duda :)

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  6. Vuelve por Coruña, Anita; que los percebes cada día están más gordos y la ciudad más bonita, independiente de la estación.

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